?Por qu¨¦ le molesta la paridad al PP?
El empe?o del PP en eliminar recientes conquistas sociales, como la paridad, es dif¨ªcilmente justificable ante la ciudadan¨ªa, pero no sorprendente. En efecto, se trata de un empe?o tenaz, digno de mejor causa, este esfuerzo con el que el PP se est¨¢ empleando para perseguir, hasta sus ¨²ltimas consecuencias, diversas iniciativas adoptadas por el PSOE que significan una ampliaci¨®n de derechos para aquellos y aquellas que hasta ahora, no los pod¨ªan disfrutar.
Tras una semana de declaraciones contradictorias, parece que finalmente sus dirigentes (?Rajoy, Acebes?) han optado por presentar recurso ante el Tribunal Constitucional para impedir que las personas homosexuales en nuestro pa¨ªs puedan disfrutar del derecho al matrimonio, en lo que cabe interpretar como un triunfo de las tesis m¨¢s reaccionarias dentro de este partido, y la consecuente derrota de destacadas y destacados militantes que, m¨¢s por oportunismo pol¨ªtico que por convicci¨®n, han manifestado p¨²blicamente su temor a la lectura que la sociedad hace de semejante iniciativa: el PP est¨¢ en contra de la normalizaci¨®n de la poblaci¨®n homosexual y de su consideraci¨®n como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho.
Siguiendo esta misma estela, marcada desde FAES y asumida desde el PP, hemos conocido esta semana la interposici¨®n de un nuevo recurso de inconstitucionalidad, en este caso contra el derecho de las mujeres andaluzas a formar parte de nuestro Parlamento en igualdad de condiciones a los hombres.
Es el cuarto recurso que presenta el PP en Espa?a con este mismo objetivo: en 2002 ya recurrieron la Ley 6/2002 de Paridad de Baleares, de 21 de junio (gobernada entonces por el PSOE) y la Ley 11/2002 de 27 de junio, con el mismo objetivo en Castilla la Mancha. Ya este a?o, el pasado 2 de junio, tambi¨¦n recurri¨® la Ley vasca de paridad entre sexos en la Administraci¨®n y el Parlamento Vasco.
Los argumentos presentados en todos estos casos est¨¢n fotocopiados. Se conoce que les han pasado la doctrina al respecto y la reproducen mim¨¦ticamente en cualquier lugar de Espa?a.
Y ahora ha tocado en Andaluc¨ªa. Las razones expuestas por el PP para impugnar la Reforma de la Ley Electoral Andaluza, aprobada por todos los grupos del Parlamento, excepto el Popular, el pasado 12 de abril, merecen algunos comentarios. Veamos:
El PP esgrime que "en el seno de la actividad pol¨ªtica de la Comunidad de Andaluc¨ªa en general, o en el Parlamento en particular, es extremadamente dudoso (sic) que un determinado g¨¦nero parta de una situaci¨®n de postergaci¨®n". Esta afirmaci¨®n no resiste un m¨ªnimo cotejo con la realidad. Las mujeres andaluzas no est¨¢n a¨²n en igualdad de condiciones con los hombres, ni en materia de empleo, ni en reparto de cargas familiares, ni en oportunidades de participaci¨®n en la actividad p¨²blica.
Si hay parlamentarias andaluzas, no se debe al esfuerzo del PP por incluir a las mujeres en sus listas electorales en igual n¨²mero a los hombres. En la presente legislatura, el PSOE aporta al Parlamento andaluz el 65,2% de las parlamentarias, y el PP s¨®lo el 32,6%. Si para los populares esta ¨²ltima cifra es suficiente, para las aspiraciones de igualdad de las andaluzas, no.
A?ade el PP en su recurso que al igual que se garantiza por la Ley de Paridad la presencia de las mujeres en las listas electorales, habr¨ªa tambi¨¦n que garantizar un cupo a "otras categor¨ªas o segmentos sociales: los ancianos, los j¨®venes o los discapacitados".
La zafiedad de este argumento muestra bien a las claras que el PP no ha entendido nada en relaci¨®n con las pol¨ªticas de g¨¦nero e igualdad.
Las andaluzas no somos un colectivo social con caracter¨ªsticas homog¨¦neas y diferenciadas del n¨²cleo central com¨²n de la poblaci¨®n. Somos la poblaci¨®n. La mitad de la poblaci¨®n de Andaluc¨ªa, con los mismos derechos que la otra mitad.
Olvida el PP interesadamente que los ancianos, j¨®venes o discapacitados, son previamente, hombres o mujeres, que viven cualquier otra circunstancia de edad, capacidad, procedencia o nivel social, desde su realidad previa de ser hombres o mujeres, de tal forma que cualquier persona pertenece en primer lugar a uno de los dos sexos que conforman b¨¢sicamente la poblaci¨®n.
El PSOE de Andaluc¨ªa al apoyar la Ley de Paridad, est¨¢ defendiendo que nuestro Parlamento se parezca lo m¨¢s posible a la sociedad que aspira a representar, que est¨¢ formada por hombres y por mujeres a partes iguales.
Por esta misma raz¨®n el Parlamento est¨¢ compuesto por personas que representan a todo nuestro territorio, para parecerse a Andaluc¨ªa, para integrar en ¨¦l, toda nuestra diversidad geogr¨¢fica. Aunque, de forma extraordinaria las personas mejor preparadas estuvieran concentradas en un territorio concreto de nuestra Comunidad, el Parlamento compuesto s¨®lo por ellas, en funci¨®n de su m¨¦rito y capacidad (seg¨²n la teor¨ªa del PP), no ser¨ªa un Parlamento leg¨ªtimo, porque no representar¨ªa la diversidad andaluza.
El PP ignora, tambi¨¦n interesadamente, la validez jur¨ªdica y la conveniencia pol¨ªtica de utilizar un instrumento fundamental en las pol¨ªticas p¨²blicas de igualdad: el principio de acci¨®n positiva, sustentado en el mandato constitucional recogido en el art. 9.2 de nuestra Constituci¨®n que obliga a los poderes p¨²blicos a "remover los obst¨¢culos que impidan la igualdad".
Con la presentaci¨®n de estos recursos, el PP nos est¨¢ mostrando claramente la sociedad que quiere imponer rechazada mayoritariamente en las urnas y apelada ahora ante los tribunales: aquella en la que no todos los ciudadanos y ciudadanas pueden disfrutar de la plenitud de sus derechos c¨ªvicos. Para esta gente, los ¨²nicos que tienen todos los derechos, poseen un perfil muy claro: hombre, heterosexual, conservador y nacionalista espa?ol (porque los otros son estigmatizados directamente como separatistas).
Para el PSOE, la extensi¨®n de plenos derechos de ciudadan¨ªa a todos y a todas, como la participaci¨®n, el matrimonio o la protecci¨®n contra los malos tratos es un objetivo pol¨ªtico apasionante incluyente, cohesionador y democr¨¢tico, que sit¨²a a Andaluc¨ªa en clave de igualdad y de futuro. En el pasado se quedan otros.
Maribel Monta?o es secretaria federal de Igualdad del PSOE y parlamentaria andaluza.
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