Por una comisi¨®n para la igualdad
Acabar con el trato discriminatorio que sufren las mujeres en el trabajo, y otros colectivos desfavorecidos como minor¨ªas ¨¦tnicas y personas con discapacidades, deber¨ªa ser un objetivo principal del Gobierno catal¨¢n.
Adem¨¢s de tratarse de una cuesti¨®n de justicia social, el Parlamento Europeo obliga a aplicar el principio de igualdad en todos los pa¨ªses de la UE y la Constituci¨®n europea incluso avala la discriminaci¨®n positiva como medida de urgencia. La igualdad s¨®lo se alcanzar¨¢ si se corrigen las estructuras que mantienen y reproducen la subordinaci¨®n social de las mujeres. Si este cambio estructural no se afronta, la discriminaci¨®n no desaparecer¨¢. Es m¨¢s, las acciones positivas superficiales ayudar¨¢n a mantener y encubrir la desigualdad. Si las pol¨ªticas p¨²blicas para la igualdad no van dirigidas al n¨²cleo de la discriminaci¨®n pueden ser contraproducentes porque transmiten una imagen de cambio y de progreso que es falsa. S¨®lo con la creaci¨®n de una comisi¨®n para la igualdad de oportunidades el Gobierno catal¨¢n puede demostrar que realmente se propone acabar o disminuir, al menos, la discriminaci¨®n.
Ante una carencia hist¨®rica de educaci¨®n por la igualdad, de pol¨ªticas sociales y de iniciativa sindical, en el ¨¢mbito laboral catal¨¢n existe un des¨¢nimo y una falta de confianza. Es frecuente que las selecciones de personal sean discriminatorias, y adem¨¢s, en el terreno p¨²blico, deber¨ªan replantearse los criterios de oposiciones que a menudo responden a planteamientos ya caducos. El personal es fundamental para la mejora de las empresas y las instituciones p¨²blicas pero la realidad es que si una mujer embarazada es despedida o sufre acoso laboral o sexual no sabe ad¨®nde recurrir. La diferencia salarial entre hombres y mujeres es mucho mayor aqu¨ª que en otros pa¨ªses de la UE. El catedr¨¢tico Josep Oliver alertaba recientemente del vergonzoso 50% menos de sueldo medio que cobran las mujeres en la empresa privada. El paro femenino dobla al de los hombres, contin¨²a creciendo y se convierte en el m¨¢s alto de Europa. Contin¨²a habiendo discriminaci¨®n hacia las mujeres en la selecci¨®n de personal y en la promoci¨®n y es casi imposible que accedan a cargos directivos, el famoso techo de cristal.
Las profesiones mayormente femeninas sufren una precariedad mucho mayor. ?ste es el caso, por ejemplo, de las secretarias. Los resultados del estudio recientemente elaborado con la garant¨ªa del Servicio de Empleo de Catalu?a y del Fondo Social Europeo con una muestra significativa de 70.000 secretarias, revelaba que la mitad de ellas han sufrido acoso, y el 32% acoso sexual. Pero tambi¨¦n en los sectores profesionales mayormente masculinos las mujeres sufren discriminaci¨®n. El Grupo de Opini¨®n del Observatorio de Bio¨¦tica y Derecho, en un estudio reciente, asegura que para que las mujeres consigan un lugar de trabajo en ¨¢reas cient¨ªficas y tecnol¨®gicas se exige, como m¨ªnimo, duplicar el nivel de competencia de los candidatos masculinos.
La tr¨¢gica consecuencia es que muchas mujeres catalanas se ven obligadas a depender econ¨®micamente de sus maridos o compa?eros sentimentales y, aunque sus relaciones no sean satisfactorias o incluso en casos de abuso, no pueden romperlas, hecho que no s¨®lo las perjudica a ellas sino tambi¨¦n a sus hijos.
Esta situaci¨®n tiene diferentes consecuencias negativas para las mujeres: baja autoestima, depresiones e infelicidad, y todo ello hace que las mujeres tengan peor salud. El extremo de esta subordinaci¨®n lo encontrar¨ªamos en las marginadas de las marginadas, esto es, las mujeres inmigrantes que sufren doblemente la discriminaci¨®n y se ven humilladas en los subsuelos del mundo laboral, que son la esclavitud sexual y la pobreza extrema. Pero, como saben muy bien los brit¨¢nicos, la igualdad de oportunidades no es s¨®lo cuesti¨®n de justicia, tambi¨¦n lo es de econom¨ªa. Lo que gastamos en formaci¨®n debe traducirse en emplear a los mejores licenciados, hombres y mujeres, para cada puesto de trabajo. Cuanta m¨¢s gente bien preparada se pueda emplear, mejor ser¨¢ el perfil de los candidatos. Cuanto m¨¢s justo sea el mundo laboral, mayor ser¨¢ el rendimiento de los trabajadores y mayor confianza tendr¨¢n los catalanes en su pa¨ªs, especialmente la gente joven, que se muestra a menudo desmotivada.
La comisi¨®n para la igualdad de oportunidades ser¨ªa creada al estilo brit¨¢nico, canadiense o escandinavo, como un cuerpo p¨²blico, independiente y ejecutivo, con la financiaci¨®n p¨²blica necesaria para cumplir sus objetivos. Deber¨ªa actuar en varios ¨¢mbitos. Por un lado, desde el punto de vista legal, reforzando la legislaci¨®n y contando con la supervisi¨®n de un F¨®rum de mujeres. En los casos en que la acci¨®n legal fuera necesaria, la comisi¨®n financiar¨ªa querellas de las trabajadoras contra las empresas por despidos irregulares, la selecci¨®n y promoci¨®n de personal, la desigualdad de salario o el acoso sexual. Sin olvidar los casos de discriminaci¨®n indirecta como la edad. Uno de los objetivos de la comisi¨®n ser¨ªa presionar a las empresas para que adquirieran un compromiso visible con la pol¨ªtica de igualdad de oportunidades, haciendo que editaran documentos que as¨ª lo acreditasen. La transparencia es prioritaria para asegurar la igualdad, y las empresas deber¨ªan hacer auditor¨ªas de g¨¦nero regularmente en las que se contara el n¨²mero de trabajadores por sexo y sueldo. La comisi¨®n ofrecer¨ªa cursos de igualdad para las empresas y editar¨ªa c¨®digos de conducta para las mismas. Regularmente har¨ªa evaluaciones de impacto de la igualdad y promocionar¨ªa la investigaci¨®n universitaria sobre este tema.
La igualdad de oportunidades tambi¨¦n intentar¨ªa hacer frente a uno de los problemas m¨¢s graves que tiene Catalu?a hoy, que la tasa de natalidad sea de las m¨¢s bajas del mundo. Las mujeres, las grandes discriminadas en el mundo laboral catal¨¢n y espa?ol, tienen adem¨¢s todas las dificultades y ninguna facilidad para hacer algo que las mujeres parecen hacer en otras partes del mundo: tener hijos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.