El or¨¢culo

Si es cierto que en alg¨²n lugar de nuestro cerebro hay una regi¨®n capaz de detectar el peligro antes de que se produzca, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar es un privilegiado del inconsciente adaptativo. En sus ¨²ltimas intervenciones se parec¨ªa a la chica de la lej¨ªa Neutrex: "Tranquila, vengo del futuro para anunciarte que se avecina un cambio de r¨¦gimen". Y se queda tan ancho.

Tal vez no recuerde Aznar que la idea de la balcanizaci¨®n espa?ola no es suya, sino de Tom Clancy, del que es posible que haya o¨ªdo hablar en alguna ocasi¨®n -si acaso no son grandes amigos- y que juega con un tanque en el jard¨ªn de su casa. Aun si el ex presidente del Gobierno fuera un augur, o un psicohistoriador, que dir¨ªa Isaac Asimov, y si sus poderes de futur¨®logo incendiario -que me hacen pensar en Nostradamus- tuvieran la capacidad de predecir nuestro destino, por el momento la an¨¦cdota no deja de ser algo as¨ª como la que protagoniz¨® el dise?ador Paco Rabanne, que hace unos a?os profetiz¨® que un meteorito caer¨ªa sobre Par¨ªs.

Los augurios del ex presidente son un producto manufacturado para los medios, y muestran una nueva herramienta pol¨ªtica: la profec¨ªa. Queda claro con ello que, a pesar de los siglos de evoluci¨®n humana, Aznar no est¨¢ tan lejos del brujo de la tribu, que dibuja en la caverna a los cazadores y a los animales que van a ser cazados, pero esta vez ha ido mucho m¨¢s all¨¢. Se ha convertido en el or¨¢culo del clan, es el cham¨¢n, y aparece en medio de las cr¨ªticas que ha suscitado la ideolog¨ªa hom¨®foba y ultraconservadora del Partido Popular para declarar, o mejor dicho, pronosticar la balcanizaci¨®n, y de lo otro no hay m¨¢s que hablar. Por eso la actualidad pol¨ªtica cambia tanto d¨ªa a d¨ªa: para dejar el pasado atr¨¢s y no hacer el rid¨ªculo. De hecho, cuando m¨¢s o cuando menos Aznar dice: "Tengo una visi¨®n", cae en estado de ¨¦xtasis, y mantiene ocupados durante unos d¨ªas a los medios de comunicaci¨®n.

En fin, que no ten¨ªamos suficiente con la profec¨ªa de Malaqu¨ªas seg¨²n la cual ¨¦ste es el ante¨²ltimo papa, ni con la misteriosa interrupci¨®n del calendario maya, que termina en el a?o 2012, para que ahora Aznar vea un cambio de r¨¦gimen en su bola de cristal. La profec¨ªa como arma, el uso del miedo para conseguir fines pol¨ªticos, se confirma como una ancestral forma de manipulaci¨®n. El brujo de la tribu aparece y desaparece, hace cameos cuando la situaci¨®n lo exige, atrae la atenci¨®n de los medios con unas cuantas chispas en la hoguera, y se vuelve a ocultar en su caverna.

Lo malo es que quien se emperra en una predicci¨®n al final quiere que se cumpla a toda costa. Se?or Aznar, ?se va usted a hacer nacionalista?