La huida de ?frica
Los dos asaltos consecutivos a las alambradas de Melilla muestran que la huida de ?frica es imparable, como todas las estampidas de quienes escapan de una muerte segura. Dejan la vida en ello, no est¨¢n enga?ados, sino que emprenden viaje sin ignorar que en aquella puerta est¨¢ la Guardia Civil, y por el mar est¨¢ una bravura de olas y vientos que no siempre es f¨¢cil de pasar: y los que vienen de ?frica subsahariana han tenido que pasar por el desierto y por la selva. Habr¨¢ que escribir la historia desde el punto de vista de ellos. No comen, hay guerras de exterminio y enfermedades que no s¨®lo son las devastadoras que conocemos -sida, malaria-, sino las que est¨¢n esperando la falta de nutrici¨®n para arrojarse sobre sus presas. Viven con terror. Conozco esas fronteras: estaban naturalmente descuidadas, salvo en momentos de tensi¨®n entre Espa?a y Marruecos, y pasaban por ellas a pie con sus cestas de verduras y de huevos en la cabeza para vender en los mercados y volver. Pero era la ¨¦poca de la colonizaci¨®n. Ojal¨¢ no hubiera terminado. Claro que muchas personas, yo mismo, clam¨¢bamos por la descolonizaci¨®n: pero los pa¨ªses ocupantes se fueron sin dejar detr¨¢s ninguna estructura aprovechable, y cuando mandaban dieron una cultura ajena a sus colonizados, fuera de sus necesidades. Se inventaron posibilidades pol¨ªticas de seguir dominando sin gastarse en soldados: dividieron con fronteras pa¨ªses iguales, separaron etnias, apoyaron caciques, mataron el africanismo unido, y el arabismo total, inventaron nader¨ªas como el francofonismo de De Gaulle o la Commonwealth brit¨¢nica. Todo era falso, all¨ª se hundieron, y ahora s¨®lo quieren comida y vacunas, y nadie se las da.
La misma descolonizaci¨®n era una trampa: costaba m¨¢s dinero sostener colonos y soldados de lo que se obten¨ªa. Todos los pa¨ªses -incluido el nuestro- mejoraron cuando abandonaron. Y ahora huyen a todo riesgo. Les contenemos hasta donde podemos, a punta de fusil en alg¨²n sitio y con repatriaciones; y con el racismo de la sociedad espa?ola, les tenemos en trabajos que a veces son esclavos. Por fuera, clamamos contra Marruecos. No s¨¦ por qu¨¦ hab¨ªa de cortar la salida de mendigos, cuando tiene cada d¨ªa m¨¢s. Alienta la huida que le quita pobres y le da divisas, como hac¨ªa Espa?a cuando ten¨ªa sus propios inmigrantes.
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