El anciano que humill¨® a Tony Blair
El primer ministro se disculpa por el maltrato a un militante de 82 a?os que criticaba la guerra de Irak
Walter Wolfgang, de 82 a?os y casi 60 de militancia laborista, logr¨® huir de la Alemania nazi, pero no pudo eludir el mi¨¦rcoles a los gorilas que controlan la seguridad del congreso del Partido Laborista en Brighton. Wolfgang fue expulsado de mala manera por atreverse a gritar "Tonter¨ªas" cuando el ministro de Exteriores, Jack Straw, defend¨ªa los logros de la intervenci¨®n angloamericana en Irak. El mal trago tuvo una recompensa: una cascada de disculpas del Partido Laborista a las que se sum¨® Tony Blair, algo que pocos consiguieron. Primero se disculp¨® el mi¨¦rcoles por la noche el presidente del partido, Ian McCartney. Ayer por la ma?ana lo hizo el primer ministro en la BBC y luego lo repiti¨® desde el estrado el ministro de Defensa, John Reid.
El incidente acapar¨® las primeras p¨¢ginas de la prensa. Las im¨¢genes de Wolfgang mientras dos gorilas de m¨¢s de dos metros le sacaban a empujones se han convertido en la peor propaganda posible para Blair. "No menciones la guerra", titulaba The Independent. "Libertad de expresi¨®n en la Gran Breta?a de Blair", proclamaba The Daily Mail.
Wolfgang explic¨® que los servicios de seguridad le quer¨ªan sacar del edificio a empellones y tuvo que pedirles que le dejaran salir por su propio pie. Cuando quiso volver a entrar la polic¨ªa se lo impidi¨® apelando a la legislaci¨®n antiterrorista. Horrible coincidencia, el incidente se produjo el mismo d¨ªa en que la familia del brasile?o Jean Charles de Menezes visitaba el lugar donde la polic¨ªa le mat¨® de siete balazos.
Obsesi¨®n por la seguridad
La expulsi¨®n de Wolfgang pone de relieve no s¨®lo la obsesi¨®n por la seguridad sino la evoluci¨®n misma del Partido Laborista en los ¨²ltimos a?os. Hace 20 a?os los congresos eran una tumultuosa cita de debate en la que no faltaban abucheos y pataleos. Ahora el aparato controla hasta el ¨²ltimo detalle para convertirlos en un foco de propaganda para el l¨ªder y abortar cualquier iniciativa que se desv¨ªe de la posici¨®n oficial. Es quiz¨¢s un reflejo de los motivos que llevaron al Partido Laborista a perder a la mitad de sus militantes en los ¨²ltimos cinco a?os.
Bast¨® una sola palabra, "?Tonter¨ªas!", para echar por tierra varios meses de meticuloso trabajo en las sombras del poder. Una vez m¨¢s, la guerra de Irak se convirti¨® en una fuente de problemas para Blair. Todo estaba preparado para evitar que el conflicto acaparara este a?o los titulares de los peri¨®dicos. El aparato hab¨ªa abortado los intentos de un sector de la militancia de convocar un debate y luego una votaci¨®n sobre Irak. Blair apenas la mencion¨® en su tedioso discurso del martes e impidi¨® que el Congreso votara una moci¨®n en recuerdo de Robin Cook, el ex ministro de Exteriores y m¨¢s brillante opositor a la guerra.
Miembro de la coalici¨®n Parad la Guerra y activista antinuclear, Wolfgang coment¨® ayer: "Lo que me ocurri¨® es una peque?ez al lado del inmenso error que supone la guerra de Irak".
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