Lula logra imponer a su candidato en la presidencia del Parlamento

El presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, obtuvo en la noche del mi¨¦rcoles (madrugada del jueves en Espa?a) su mayor victoria pol¨ªtica desde el estallido de la crisis de corrupci¨®n que, tras devorar a altos cargos de Gobierno y de su Partido de los Trabajadores (PT), comenzaba ya a amenazar su propia permanencia en el cargo. Lula consigui¨® que fuese elegido presidente del Parlamento su ex ministro y hombre de confianza Aldo Rebello, del peque?o Partido Comunista de Brasil (PCdoB).

La lucha entre el Gobierno y la oposici¨®n fue cerrada: el candidato de Lula logr¨® imponerse por 15 votos (258 contra 243) al candidato de la oposici¨®n, que hab¨ªa apostado en bloque por Jos¨¦ Thomaz Non?, actual vicepresidente de la C¨¢mara y miembro del conservador Partido del Frente Liberal y declarado opositor al Gobierno.

La elecci¨®n de un nuevo presidente del Parlamento, tras la renuncia la semana pasada de Severino Cavalcanti, l¨ªder del derechista Partido Progresista, tambi¨¦n implicado en un caso de corrupci¨®n, oblig¨® a Lula a batirse en favor de su candidato, sabiendo lo mucho que se jugaba en un momento de gran debilidad.

El presidente del Parlamento, la tercera autoridad del pa¨ªs, tiene la facultad de rechazar una posible petici¨®n de p¨¦rdida de mandato del presidente de la Rep¨²blica, al tiempo que dispone de un presupuesto equivalente a 1.000 millones de euros.

Para lograr la victoria, Lula moviliz¨® a su Gobierno prometiendo a los partidos y a los diputados que pod¨ªan decidir la votaci¨®n cargos importantes y la liberaci¨®n de ayudas atrasadas para sus respectivos colegios electorales. El resultado, aunque apretado, ha sido una gran victoria para Lula y para su Gobierno y una derrota para la oposici¨®n, que ahora encontrar¨¢ mayores dificultades para continuar su tarea de investigar a los diputados acusados de corrupci¨®n.

La oposici¨®n, que ha aceptado la derrota, ha destacado que en ¨¦sta han mediado los votos de los diputados sin credibilidad moral, aquellos que est¨¢n involucrados en el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, y que est¨¢n a punto de perder sus mandatos.

Lula respira

Lula puede respirar m¨¢s tranquilo. El a?o que resta hasta las elecciones presidenciales podr¨ªa permitirle una cierta recuperaci¨®n de imagen y facilitarle un segundo mandato consecutivo.El nuevo presidente de la C¨¢mara era su candidato personal pero no el del PT, que cuando Rebello era ministro de la Coordinaci¨®n pol¨ªtica, hizo lo imposible para que dejase el cargo. El PT siempre consider¨® que un comunista, miembro de un partido minoritario con menos de una docena de diputados, no pod¨ªa tener tanta responsabilidad dentro del Gobierno.

Esta vez, el PT, a quien le pertenec¨ªa la presidencia de la C¨¢mara como partido mayoritario del Parlamento, ni siquiera present¨® candidato. Dada su situaci¨®n de profundo desprestigio, sab¨ªa que no ten¨ªa posibilidad alguna de lograr la victoria.

Acab¨® aceptando como candidato al comunista Rebello, un personaje por encima de toda sospecha en materia de ¨¦tica, al igual que su peque?o partido, el PCdoB, que jam¨¢s se ha visto envuelto en acusaciones de corrupci¨®n.

El actual PCdoB naci¨® en los a?os sesenta de una disidencia del viejo Partido Comunista de Brasil (PCB). Se separ¨® de ¨¦l defendiendo la necesidad de la lucha armada. Hoy, sin embargo, es un partido democr¨¢tico de izquierdas y Rebello nunca fue un extremista y, a sus 50 a?os, pertenece a la nueva generaci¨®n del partido.