Los directores de centros escolares afirman que la ley les resta poder sancionador

Los representantes de los equipos directivos de centros escolares se reunieron hace unos d¨ªas con responsables del Ministerio de Educaci¨®n. Quer¨ªan hacerles ver que la nueva Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE) les deja sin capacidad ejecutiva ni disciplinaria en sus centros. "Hemos perdido", dicen, "la posibilidad de sancionar, y, por tanto, la inmediatez para resolver los conflictos en los colegios". La queja la expone Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, presidente de la Federaci¨®n de directivos de centros educativos p¨²blicos (Fedadi) y director del instituto P¨ªo Baroja de Madrid. Lleva pr¨¢cticamente toda su vida profesional dedicado a cargos directivos en institutos.Hasta la Ley de Calidad del PP, las funciones relativas a la disciplina reca¨ªan en el consejo escolar del centro, un ¨®rgano colegiado donde est¨¢n representados padres, alumnos, profesores, directores, entre otros. La Ley de Calidad atribuy¨® al director la capacidad de imponer las medidas disciplinarias a los alumnos de acuerdo con las normas y criterios previstos. Pero, por otro lado, "la Administraci¨®n ten¨ªa demasiado peso a la hora de elegir director", seg¨²n Mart¨ªnez. La nueva ley que ha redactado el Gobierno socialista (pendiente de ser aprobada en el Parlamento) descarga el peso de la elecci¨®n de director en tres pilares: el claustro (profesores), la administraci¨®n y el consejo escolar del centro, a partes iguales. "Eso nos parece bien, es equilibrado, pero, por contra, nos quita las competencias que recog¨ªa la Ley de Calidad, de disciplina y se las devuelven al consejo escolar, que es quien puede aplicar sanciones. Y a nosotros s¨®lo nos dejan ejercer la direcci¨®n pedag¨®gica; y nos preguntamos ?c¨®mo hacemos eso?, porque tampoco tenemos herramientas para ello", resume Mart¨ªnez.

Castigo sin efecto

Convocar con urgencia al claustro escolar para solucionar un conflicto puede llevar d¨ªas, porque son alrededor de 20 o 25 personas. "Pero instruir un expediente sancionador para expulsar a un alumno algunos d¨ªas, por ejemplo, puede llevar incluso un mes. Cuando llega el castigo ha perdido todo su efecto y su car¨¢cter pedag¨®gico", prosigue Mart¨ªnez. Los directores piden esa capacidad ejecutiva para "agilizar" los tr¨¢mites. "Pero, que no se nos entienda mal, pedimos una direcci¨®n fuerte con ¨®rganos de control fuertes. No estamos pidiendo poder hacer lo que nos d¨¦ la gana", aclara.

Su escasa capacidad ejecutiva con los alumnos, "no es nada comparada con la que se tiene con los profesores. Ellos est¨¢n bien protegidos por los sindicatos y nosotros nos sentimos completamente hu¨¦rfanos", a?ade.

Mart¨ªnez recuerda con amargura el ¨²ltimo pleno del Consejo Escolar del Estado, el que trataba la LOE, donde se discutieron m¨¢s de 1.800 enmiendas: "El ¨²nico aplauso que se escuch¨® all¨ª fue cuando se vot¨® a favor de que fuera el consejo escolar quien eligiera al director".