El adi¨®s triste de La Ballena Alegre
Tras 42 a?os, el c¨¢mping cerr¨® ayer obligado por la ampliaci¨®n del aeropuerto
La Ballena Alegre de Viladecans cerr¨® ayer sus puertas para siempre despu¨¦s de 42 a?os de actividad. Fue uno de los primeros grandes c¨¢mpings de Espa?a y, por su ubicaci¨®n junto al aeropuerto, ha acabado siendo v¨ªctima de la ampliaci¨®n de las instalaciones de ¨¦ste, con las que comparte l¨ªmites, ya que la superficie que ocupa ha sido calificada de reserva aeroportuaria. El c¨¢mping Toro Bravo, tambi¨¦n afectado por el aer¨®dromo de El Prat, cerr¨® el a?o pasado sus puertas, como tambi¨¦n ha hecho recientemente el Filipines.
Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA, empresa dependiente del Ministerio de Fomento) expropi¨® el 27 de octubre de 2004 los terrenos de La Ballena Alegre, ubicados entre la autov¨ªa C-31 y el mar, y fij¨® hasta el d¨ªa de ayer el plazo m¨¢ximo para que los ocupantes del c¨¢mping lo abandonaran. Algunos campistas hist¨®ricos de la instalaci¨®n esperaron ayer hasta el ¨²ltimo instante para dejar el que ha sido no s¨®lo su lugar de veraneo durante mucho tiempo, sino tambi¨¦n un importante espacio de convivencia.
"Se han comido La Ballena", dec¨ªa su propietario, Agust¨ªn Torres, intentando con poco ¨¦xito consolar a un anciano que pr¨¢cticamente ha vivido los ¨²ltimos 14 a?os en el c¨¢mping y que, sentado en la recepci¨®n, esperaba ayer a que le fueran a buscar sus familares. "Los que se han quedado hasta hoy son los m¨¢s rom¨¢nticos y por eso no volver¨¢n a ir de c¨¢mping", asegur¨® el empresario.Reacios a malvender sus autocaravanas y sin saber qu¨¦ hacer con ellas, muchos campistas optaron por dejarlas en el lugar que han ocupado durante a?os. "Me cost¨® un mill¨®n de pesetas y ahora me daban 1.000 euros", se lamentaba ayer Ana Mar¨ªa Segura. Ella y su cu?ado, Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez, prefirieron destrozar su interior equipados con un hacha antes que se aprovechasen de ella "unos desconocidos". No fueron los ¨²nicos. Otros m¨®dulos y tiendas de campa?a de los alrededores tambi¨¦n exhib¨ªan da?os y grandes rajas en las telas que los inhabilitaban para siempre.
Por los rincones hab¨ªa bicicletas infantiles, hamacas, mesas de pl¨¢stico y neveras volcadas con las puertas abiertas. El silencio, s¨®lo interrumpido por el paso de los aviones, se hac¨ªa muy extra?o para las personas que se recog¨ªan sus ¨²ltimas pertenencias. "Es muy impactante" , dijo emocionada Ana Mar¨ªa Segura. Sus vecinos se marcharon una semana antes. "Hemos quedado en vernos el mes que viene", explic¨® la mujer.
La temporada en La Ballena Alegre empezaba en marzo y acababa en noviembre. Gran n¨²mero de campistas se instalaban all¨ª durante casi todo este tiempo.
Javier Castillo y Yolanda Ramos, de El Prat, tambi¨¦n renunciaron a su caravana. No seguir¨¢n el ejemplo de otros "vecinos" que se trasladaron antes de la llegada del verano al Vilanova Parc, en el Garraf. "Est¨¢ demasiado lejos, no podemos ir a buscar a los ni?os al colegio y volver al c¨¢mping", explicaron.
En el caso de Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez, de 54 a?os, supondr¨ªa volver mudarse, puesto que hace seis a?os ya lo echaron de La Tortuga y de Albatros, dos c¨¢mpings a poca distancia de La Ballena Alegre que ya cerraron.
"A los ayuntamientos no les interesa tener c¨¢mpings y no los incluyen en sus planes urban¨ªsticos", afirm¨® el propietario de La Ballena Alegre, Agust¨ªn Torres. Seg¨²n ¨¦ste, la actividad supone un gran negocio. En su c¨¢mping, que en los momentos de m¨¢xima ocupaci¨®n rozaba los 6.000 clientes, tambi¨¦n hab¨ªa lista de espera. Contando las del Filipinas y el Toro Bravo, "se suprimen 15.000 plazas a las que la Administraci¨®n no ha dado ning¨²n tipo de soluci¨®n", se quej¨®.
Con la desaparici¨®n de La Ballena Alegre, Viladecans recupera su fachada mar¨ªtima. Su ambici¨®n es poder llegar al mar convirtiendo en parque l¨²dico con playa este espacio, ahora propiedad de AENA. Seguir¨¢ el modelo del parque litoral de El Prat, tambi¨¦n en terrenos de AENA, que invertir¨¢ 3,6 millones de euros para transformar sus tres kil¨®metros de longitud en un ¨¢rea para el recreo del ciudadano, tal como establecen las compensaciones por el impacto de la ampliaci¨®n del aeropuerto.
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