La sobreocupaci¨®n de pisos se extiende al ¨¢rea metropolitana

El fen¨®meno de la infravivienda para alojar a la poblaci¨®n inmigrante no es exclusivo de la ciudad de Barcelona. Empez¨® en Ciutat Vella, Sants-Montju?c y algunos barrios del Eixample; pas¨® a Gr¨¤cia, Nou Barris y Sant Andreu, y ahora se extiende al ¨¢rea metropolitana, en especial Badalona, Santa Coloma de Gramenet y L'Hospitalet de Llobregat. Pero en poblaciones de Osona y el Giron¨¦s con una alta concentraci¨®n de inmigrantes tambi¨¦n se da.

Los vecinos de algunos barrios de Badalona, como Sant Roc, el Remei y Artigues, son desde hace tiempo testigos de la transformaci¨®n que est¨¢ sufriendo la zona. Son barrios que se han ido llenando de inmigrantes procedentes de China, Rumania, Suram¨¦rica o Pakist¨¢n. Seg¨²n datos municipales de 2004, el 19% de los habitantes de estos barrios son inmigrantes, informa Cristina Perales.

Hace unos meses, la Asociaci¨®n de Vecinos de Artigues elabor¨® un censo para contabilizar las viviendas sobreocupadas. La entidad calcula que son unas 80 en la zona y ha pedido al consistorio que se enfrente con decisi¨®n a este problema. Seg¨²n el presidente de la asociaci¨®n, ?ngel Vendrell, el trabajo de campo realizado hace unos meses denuncia el estado de degradaci¨®n que pueden sufrir grupos de m¨¢s de 20 personas que viven en espacios de 50 metros cuadrados. Los vecinos explican que en pisos donde viven cuatro o cinco personas se construyen habit¨¢culos para aprovechar m¨¢s el espacio. Los reci¨¦n llegados pueden pagar hasta 200 euros mensuales por el alquiler de estos habit¨¢culos.

La falta de higiene y las condiciones infrahumanas en que viven muchos de los inmigrantes son los dos motivos de lucha de la entidad vecinal, que tambi¨¦n denuncia la falta de agua corriente y luz en estos pisos. Muchos se abastecen de electricidad de la misma escalera, lo que supone problemas de convivencia.

En Osona, donde en algunas localidades, como Vic, Sant Bartomeu del Grau y Manlleu, los inmigrantes son el 20% de la poblaci¨®n, las dificultades que ¨¦stos tienen que afrontar para encontrar vivienda van m¨¢s all¨¢ de los altos precios. Los recelos de los propietarios y las inmobiliarias a la hora de alquilarles o venderles pisos es patente, y la concentraci¨®n de inmigrantes en algunos barrios empieza a ser una preocupaci¨®n que los ayuntamientos intentan minimizar, informa Eva Clota. Pese a eso, salvo casos excepcionales, la mayor¨ªa viven en pisos viejos y sin ascensor que requerir¨ªan un buen lavado de cara, pero estas viviendas no se pueden calificar de infrahumanas. De hecho, s¨®lo el 0,84% de los pisos de Vic presentan un estado ruinoso, y el 7,75%, deficiente. Y aunque no sea lo m¨¢s habitual, tambi¨¦n se encuentran casos en que decenas de personas comparten vivienda, sea por necesidad de hacer frente al pago del alquiler o porque los propietarios alquilan habitaciones por separado.

La nota negativa la ponen los llamados pisos de En Garcia de Manlleu. Construidos durante la oleada de inmigraci¨®n de los a?os sesenta, estos bloques que sobresalen de la l¨ªnea de edificaci¨®n de la segunda localidad de Osona se han convertido en refugio de muchos inmigrantes con escasos recursos pese la amenaza constante de ruina. Los inmigrantes han pagado por ellos entre 6.000 y 15.000 euros, en ocasiones sin obtener a cambio escrituras del piso, e incluso han ocupado viviendas muy deterioradas, favoreciendo as¨ª la progresiva degradaci¨®n de las edificaciones y sus alrededores. Manlleu ya ha puesto manos a la obra para acabar con esta situaci¨®n y, despu¨¦s de entrar en la primera convocatoria de la Ley de Barrios, ha decidido demoler los bloques.

Acogidas temporales

Un reciente estudio elaborado por los servicios sociales de Salt (Giron¨¨s), municipio en el que la inmigraci¨®n supone m¨¢s del 25% de la poblaci¨®n, revel¨® que en la zona con mayor n¨²mero de inmigrantes se dan porcentajes del 5,4% de hacinamiento en las viviendas, informa Gerard Bagu¨¦. En estos casos, en pisos de reducidas dimensiones viven un n¨²mero excesivo de inquilinos. No obstante, se trata muchas veces de acogidas temporales de amigos o familiares reci¨¦n llegados que, con el tiempo, consiguen vivienda propia. El barraquismo, que no est¨¢ a la vista porque se ubica en solares interiores de los inmuebles, representa s¨®lo el 1,6% de los problemas atendidos por los servicios sociales de Salt. En este apartado se incluye tambi¨¦n la residencia en locales no destinados por norma de uso a vivienda.

El ¨¢rea de Servicios Sociales de Girona es muy sensible a los casos de infravivienda. "Cuando la situaci¨®n pone en riesgo a los inquilinos o las comunidades de vecinos, decidimos intervenir", explica Cristina Andreu. ?se fue el caso de unos peque?os locales de oficinas de la calle de Santa Eug¨¨nia que fueron alquilados como vivienda a inmigrantes. El consistorio, tras advertir sin resultado al due?o, acab¨® precintando las oficinas. Aunque muchos de estos casos de abusos son conocidos por los servicios sociales, resulta dif¨ªcil actuar sin una denuncia de por medio.