El estr¨¦s, cada vez m¨¢s temprano
Los acelerados ritmos de vida actuales se trasladan irremediablemente a los ni?os. Se programa cada hora de sus d¨ªas en una vertiginosa carrera que no siempre se sabe ad¨®nde conduce. Muchas veces, sus agendas est¨¢n saturadas, incluso si se comparan con las de los adultos. ?Es eso lo que m¨¢s les conviene?
"Lunes y mi¨¦rcoles, ingl¨¦s. Martes y jueves, yudo y pintura. Viernes, libre: ?a qu¨¦ lo apunto?". Por esta ¨¦poca los padres se obsesionan con llenar hasta el ¨²ltimo minuto a sus hijos con actividades extraescolares. El resultado es una especie de marat¨®n con un horario comprimido que el ni?o s¨®lo puede cumplir si va pitando de un sitio a otro.
La pregunta es si esto es lo que necesita el ni?o para manejarse en la vida y ser feliz. Petra Mar¨ªa P¨¦rez, catedr¨¢tica de Antropolog¨ªa de la Educaci¨®n de la Universidad de Valencia, lo tiene claro: "Los ni?os tienen otra cadencia de tiempo, no hay que quemar etapas; todo llegar¨¢. La infancia no puede estar llena de contenidos de trabajo". Esta "fiebre de preparar a los hijos para el futuro" impide que los peque?os se apropien del mundo con curiosidad, su forma natural de aprender. "Cuando est¨¢n jugando con otros chavales, est¨¢n en el mejor de los mundos", asegura la profesora, que acaba de terminar un estudio de los estilos de vida en la infancia.
"Los adultos estamos metidos en una hiperproductividad continua y hacemos lo mismo con los ni?os", afirma Carmelo V¨¢zquez, profesor de Psicolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, que insiste en que es un error planificarles hasta el ¨²ltimo minuto: "Hacer nada supone una relaci¨®n especial con el tiempo, tener algo que va fluyendo sin seguir ning¨²n objetivo concreto. Eso es disfrute".
"Los ni?os aprenden muy r¨¢pido y enseguida se hacen con la situaci¨®n. Hay que aprovechar el momento". Con estas excusas, muchos padres quitan importancia al estr¨¦s infantil. Sin embargo, el resultado de las agendas saturadas ya est¨¢ sentado en las consultas de psiquiatras y psic¨®logos infantiles: ni?os insatisfechos y angustiados porque no est¨¢n a la altura.
Los padres someten a sus hijos a mucha presi¨®n para que "triunfen en la vida", pues quieren colocar a sus hijos en una buena posici¨®n de salida engordando su curr¨ªculo desde los siete a?os. Puede ser una buena estrategia si se consigue equilibrar ocio y aprendizaje y no se les convierte en peque?os ejecutivos que deben consultar su agenda antes de quedar con sus amigos. Petra Mar¨ªa P¨¦rez opina que, al apropiarse de los modelos adultos, los ni?os pierden imaginaci¨®n. Al exceso de demandas sociales y contenidos programados hay que sumar que los chicos tienen menos hermanos, juegan poco, y pasan mucho tiempo entre adultos.
La Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa estima que alrededor del 40% de los ni?os espa?oles est¨¢n estresados, entre otras cosas, por su acelerado ritmo de vida. El psic¨®logo Alvin Rosenberg, autor del libro Ni?os agotados, apunta que el exceso de actividades puede matar la creatividad: "Se aburren al cabo de un cuarto de hora si no se organiza nada para ellos". Los ni?os necesitan tiempo libre para descubrir el mundo por ellos mismos. ?sta es la primera m¨¢xima para dise?ar su horario. Las horas de juego son tan importantes como el sue?o o las comidas. "Jugando aprenden a resolver problemas, a aceptar la frustraci¨®n, a esperar. La ni?ez es mucho m¨¢s que una ¨¦poca de preparaci¨®n para el futuro", explica Petra Mar¨ªa.
Los expertos recomiendan pactar los tiempos de ocio y aprendizaje con los peque?os y no atiborrar a los ni?os de trabajo. Adem¨¢s, para tranquilidad de los padres, la profesora valenciana advierte de que rara vez el empoll¨®n de la clase es el que consigue m¨¢s ¨¦xito en la vida: "Suelen faltarle habilidades sociales, estrategias para superar la frustraci¨®n, iniciativa, precisamente las cosas que se aprenden con el juego entre iguales".
Cursos a la carta
Para acertar con la mejor actividad extraescolar conviene tener en cuenta los gustos del ni?o y su personalidad. No se ha de caer en la tentaci¨®n de apuntar a todos los hermanos al mismo curso porque resulte m¨¢s c¨®modo llevarlos luego a casa. Como regla general, los psic¨®logos recomiendan, para un ni?o t¨ªmido e introvertido, actividades de grupo no competitivas, como la danza, el teatro o los coros; para los perezosos, deportes individuales que les obliguen a esforzarse, como el tenis o el patinaje, actividades como la pintura o aprender a tocar alg¨²n instrumento; los nerviosos sacar¨¢n m¨¢s partido a actividades que les ense?en a dominar la tensi¨®n, como las artes marciales, la nataci¨®n o el ajedrez, y para los solitarios, cualquier actividad en grupo en la que tengan que formar parte de un equipo.
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