El endeudamiento deja de ser tab¨²
Las grandes empresas espa?olas inician un t¨ªmido regreso a los recursos ajenos para financiar su crecimiento
Las grandes empresas espa?olas empiezan a perder el miedo a la financiaci¨®n ajena. Tras haber pasado los ¨²ltimos cinco a?os casi en estado de hibernaci¨®n, algunas han renovado sus ambiciones expansivas y est¨¢n dispuestas a aumentar su endeudamiento. Pero el recuerdo de los excesos de los noventa est¨¢ a¨²n muy cercano y la prudencia sigue frenando a los gestores a la hora de agotar su margen para asumir pr¨¦stamos.
A partir de ahora, con unos tipos de inter¨¦s m¨¢s altos, es previsible un empeoramiento de la calidad del cr¨¦dito empresarial
Las empresas han saneado sus balances sin asumir nuevas deudas, lo que les est¨¢ permitiendo aguantar el encarecimiento del petr¨®leo
Los gestores de Gas Natural est¨¢n dispuestos a pedir prestados 7.806 millones de euros para comprar Endesa. ACS, la constructora de Florentino P¨¦rez, pagar¨¢ 2.219 millones de euros por el 22% de Uni¨®n Fenosa que ha adquirido al Santander, a pesar de que ello duplicar¨¢ el endeudamiento neto del grupo, que pasar¨¢ de 1.064 a 3.833 millones de euros. Las compa?¨ªas espa?olas empiezan a perder el miedo a la financiaci¨®n ajena para financiar sus nuevos planes de expansi¨®n. Pero, seg¨²n los expertos, a¨²n pisan con cautela y con el recuerdo fresco en la memoria de las consecuencias de los riesgos que asumieron en los noventa.
Curiosamente, las empresas espa?olas parecen ir contra la corriente, ya que han estado inm¨®viles precisamente mientras los tipos de inter¨¦s han estado m¨¢s bajos que nunca. En Estados Unidos, la Reserva Federal empez¨® a encarecer el precio del dinero el a?o pasado y ha pasado del 1% al 3,75%, pero en la Europa del euro se mantienen en el 2% desde junio de 2003. "Lo que sucedi¨® en 2000 es que las empresas se dieron cuenta de que se hab¨ªan excedido en sus inversiones", se?ala David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). "En una situaci¨®n as¨ª, las inversiones empresariales no son tan sensibles a los tipos de inter¨¦s. Si te sobra una planta, la tendr¨¢s que cerrar igualmente", a?ade.
Exceso de oferta
Ante un exceso de oferta, s¨®lo hay dos soluciones: el paso del tiempo y la obsolescencia de las instalaciones empresariales. S¨®lo a partir de ese momento volver¨¢n a invertir. La cuesti¨®n es d¨®nde. "En general, las empresas no necesitan dinero porque a¨²n no saben en qu¨¦ emplearlo", se?ala Cano. Por eso, a¨²n habr¨¢ que esperar antes de que se invierta la tendencia de los ¨²ltimos a?os, en los que el endeudamiento de las empresas, medido como n¨²mero de veces que supera al ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, amortizaciones y provisiones o resultado de explotaci¨®n) ha venido reflejando esa ausencia de planes de crecimiento. En los ¨²ltimos cinco a?os, tras haber alcanzado un m¨¢ximo en 2002, a?o en que el endeudamiento medio de las empresas del Ibex super¨® en 3,14 veces su ebitda, esa magnitud no ha dejado de bajar, hasta situarse este a?o en 2,42 veces.
En algunos ejemplos, la ca¨ªda de la financiaci¨®n ajena sobre su resultado de explotaci¨®n ha sido notable. El par¨¢metro, en el caso de Telef¨®nica, ha pasado de 2,3 veces en 2000 a 1,8 este a?o; el de su filial de telefon¨ªa m¨®vil, de 4,1 a 1,4 veces; el de Endesa, de 4,1 a 3,3. Josep Prats, director de Gesti¨®n Institucional de Ahorro Corporaci¨®n, apunta otra raz¨®n que ha animado a las grandes empresas a soltar lastre en sus cap¨ªtulos de deuda: las nefastas consecuencias que el aumento del endeudamiento en la segunda mitad de los noventa tuvo en la cotizaci¨®n de muchas empresas. La contrapartida del aumento de los recursos ajenas fue la apuesta enfebrecida por Internet y las redes de m¨®viles de tercera generaci¨®n (las car¨ªsimas licencias de UMTS), en el caso de las compa?¨ªas de telecomunicaciones.
Pero tambi¨¦n otras compa?¨ªas, como las el¨¦ctricas, se dejaron embelesar por los cantos de las cibersirenas e invirtieron decididamente en el sector. De ah¨ª la presencia de Endesa y Uni¨®n Fenosa en el capital de la compa?¨ªa de telefon¨ªa Amena, recientemente vendida a France T¨¦l¨¦com, o la de las constructoras FCC y ACS en el capital de Xfera, adjudicataria de una licencia de telefon¨ªa m¨®vil UMTS que a¨²n no ha empezado a operar. "Toda esta vor¨¢gine de endeudamiento para invertir en telecomunicaciones se volvi¨® en su contra con el estallido de las puntocom", dice Prats.
Adem¨¢s, la percepci¨®n del mercado cambi¨® y los analistas empezaron a evaluar el endeudamiento en relaci¨®n con la capitalizaci¨®n burs¨¢til (que baj¨®), en lugar de sobre el resultado de explotaci¨®n. "Hace tres a?os, la deuda de algunas compa?¨ªas, como Endesa o Uni¨®n Fenosa presentaba spreads (diferenciales sobre la deuda p¨²blica) de entre 300 y 400 puntos b¨¢sicos [3 y 4 puntos porcentuales], lo cual no era razonable", a?ade Prats. Ahora, la valoraci¨®n del mercado es m¨¢s serena y es raro que a esas compa?¨ªas se les exija pagar m¨¢s de 50 puntos b¨¢sicos sobre el tipo de la deuda p¨²blica.
Con todo, las compa?¨ªas espa?olas, escarmentadas por su experiencia reciente, a¨²n no han recuperado la confianza y no est¨¢n recurriendo a la financiaci¨®n ajena tanto como podr¨ªan, seg¨²n los analistas. No hay mal que por bien no venga. Gracias a que las empresas han extremado el saneamiento de sus balances sin haber asumido nuevos endeudamientos, est¨¢n siendo capaces de aguantar con aplomo el encarecimiento del petr¨®leo, que ya est¨¢ inflando otras partidas de gasto.
Pero seg¨²n Juan de la Mota, consejero delegado de Standard & Poor's en Espa?a, es posible que se haya ya tocado techo en lo que a limpieza de balances se refiere. "A partir de ahora, con tipos de inter¨¦s m¨¢s altos, porque no cabe esperar que vayan a bajar m¨¢s, y con planes de crecimiento y de fusiones y adquisiciones, es posible que s¨®lo veamos un empeoramiento de la calidad del cr¨¦dito empresarial".
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