"?Qu¨¦ hacemos con el r¨ªo Manzanares?"

Primavera 2007. Las gr¨²as han desaparecido del horizonte. La ribera del r¨ªo Manzanares tiene piscinas, un coto de pesca, varias islas en medio del cauce, un chiringuito, un cine de verano, un gran parque con zonas para patinar, bancos para mirar la luna llena, una t¨®mbola permanente, pistas deportivas y un tranv¨ªa para recorrer el parque. Si los encargados de hacer el soterramiento de la M-30 fueran los ni?os del colegio Tom¨¢s Bret¨®n de la capital, as¨ª ser¨ªa el entorno del r¨ªo Manzanares. Ayer se lo explicaron a la concejal de Urbanismo, Pilar Mart¨ªnez, que fue al centro escolar para promocionar el concurso de ideas del Ayuntamiento Madrid R¨ªo.

Los 699 colegios de Madrid y sus 265.000 estudiantes de 6 a 16 a?os est¨¢n invitados a participar en este concurso que, seg¨²n Mart¨ªnez, es la mayor iniciativa de participaci¨®n infantil realizada en la capital. Urbanismo reunir¨¢ en un libro las mejores ideas y las presentar¨¢ a los arquitectos e ingenieros ganadores del concurso internacional -Norman Foster, Jakes Herzog, Dominique Perrault y Kazuyo Sejima, entre otros- para que "inspiren" e "ilustren" en el megaproyecto.

Despu¨¦s de recorrer la sala chocando los cinco con los asistentes, Pilar Mart¨ªnez plante¨® el tema: "?Qu¨¦ hacemos con este jard¨ªn del tama?o de 50 campos de f¨²tbol que quedar¨¢ cuando los coches vayan por debajo?".

A los 40 chavales de sexto de primaria de este centro escolar -desde el que ahora s¨®lo se ven vallas, coches y gr¨²as- les sobraban las ideas. "Cabe un poco de todo ?no? Hay hueco para bicicletas, para ir andando, bancos...", propon¨ªa Alberto, uno de los alumnos. Otros ped¨ªan polideportivos, piscinas, barcos por el r¨ªo y hasta un hotel rural.

Aunque el plazo es hasta el d¨ªa 17 de octubre, la mayor¨ªa ya hab¨ªa entregado el dibujo y la redacci¨®n de su proyecto cuando se produc¨ªa el debate. Algunos como Alfonso, Miguel y Manuel incluso se hab¨ªan preparado la noche anterior qu¨¦ le iban a preguntar a la concejal.

El concurso de los escolares fue el pasado fin de semana fuente de pol¨¦mica con la concejal de IU en el Ayuntamiento, In¨¦s Saban¨¦s. La edil critic¨® la manera de promocionar ante los ni?os la iniciativa que consider¨® "delirante" por la simplificaci¨®n que realiza "del mayor destrozo medioambiental conocido y que empe?ar¨¢ a estos ni?os hasta casi su jubilaci¨®n".

En el folleto dirigido a los estudiantes de primaria y educaci¨®n especial el soterramiento de los seis kil¨®metros de v¨ªa se explica as¨ª: "El r¨ªo en Madrid casi no se ve¨ªa porque una calle muy grande [M-30] lo taponaba. Hasta que un d¨ªa alguien decidi¨® quitar ese tap¨®n. Entonces los coches y la M-30 se fueron por un desag¨¹e a unos t¨²neles (...) dejando paso al r¨ªo Manzanares". Saban¨¦s cree tambi¨¦n que la manera en que se est¨¢ planteando este concurso "est¨¢ condicionando a los ni?os en favor de la obra de Gallard¨®n".

Pilar Mart¨ªnez explic¨® que se ha planteado este concurso, siguiendo el modelo llevado a cabo en la ciudad italiana de Fano, experiencia sobre la que el pedagogo italiano Francesco Tonucci escribi¨® La ciudad de los ni?os. De este libro salen, por ejemplo, las siguientes frases: "Cuando la ciudad sea m¨¢s apta para los ni?os, lo ser¨¢ para todos" o "Es necesario inventar, buscar ideas nuevas que a los ni?os les sobran". La concejal de Urbanismo plante¨® que los chavales "son esenciales en la construcci¨®n de la ciudad porque ven cosas que los mayores no saben ver".

Sobre las cr¨ªticas recibidas la edil de Urbanismo asegur¨® que se hab¨ªa contado con los mejores profesionales en infancia, e incluso se hab¨ªa adaptado el material a ni?os invidentes. "Reivindico la participaci¨®n de la infancia en el dise?o de las ciudades", explic¨®.

Las ciudades, como hogares

Aunque luego, la concejal puso en un brete a los chavales con algunas preguntas de respuesta evidente para justificar las obras: "?A alguien no le gustar¨¢ que desaparezcan los coches?"; "?Qui¨¦n de vosotros ha ido alguna vez a jugar al r¨ªo? ?Claro es que as¨ª no hay quien juegue!" e incluso explic¨®: "Las ciudades son como los hogares, si llenas la cocina de coches, no se puede cocinar", aunque tambi¨¦n les advirti¨®: "Esto no es un juego, es muy serio".

Los chavales tambi¨¦n plantearon sus inquietudes a Ana Botella, concejal de Empleo y Servicios a la Ciudadan¨ªa, que lleg¨® casi una hora tarde, y no estaba al tanto de los detalles t¨¦cnicos de la obra. "?Qu¨¦ pasa con todo el di¨®xido de carbono del t¨²nel?"; "?Por d¨®nde se sale si hay un accidente?"; "?Qu¨¦ pasa con los claustrof¨®bicos, ya no pueden usar la M-30?". Botella, con gesto de agobio, recurri¨® a la concejal de Urbanismo que le sac¨® del apuro: "Hay 180 ingenieros trabajando en el proyecto que han trabajado estos aspectos", explic¨® Mart¨ªnez. "El di¨®xido de carbono se filtrar¨¢ y disolver¨¢ antes de devolverlo a la superficie a trav¨¦s de chimeneas, habr¨¢ una v¨ªa de servicio especial para los casos de accidentes y en el caso de los claustro-f¨®bicos, pues deber¨¢n buscar trayectos alternativos", aclar¨® la concejal.

La edil de Urbanismo propuso en este encuentro que cuando acaben las obras se crear¨¢ un grupo de chicos guardianes del parque, que velen por su protecci¨®n y cuidado. Pero hasta entonces a¨²n faltan m¨¢s de dos a?os. Algunos participantes para entonces ya no ser¨¢n ni?os. Nadie les habl¨® tampoco de la deuda que supondr¨ªa el "gran jard¨ªn". Pero los ni?os de dinero no entienden.