El directo como arma m¨¢s contundente

Una vez m¨¢s, el sexteto murciano demostr¨® que su directo es su arma m¨¢s contundente. Buena base r¨ªtmica que soporta la arquitectura de unas canciones en las que el rock americano de siempre se manifiesta detr¨¢s de cada acorde.

Dos guitarristas fogosos, en los que destaca el buen hacer de un todoterreno del rock como es Carlos Raya, aunque el carisma de Ricardo Ruip¨¦rez tampoco deja a ¨¦ste atr¨¢s. La aportaci¨®n de un teclista que la banda ha encontrado por el camino, Alejandro Climent Boli, que otorga a las canciones del grupo el necesario fuego de un ¨®rgano Hammond o el juego de un piano el¨¦ctrico. Finalmente, el solista Carlos Tarque, de voz quebrada a lo Rod Stewart y movimientos el¨¦ctricos, se ofrece como front man necesario para que el rock interpretado por la banda luzca con el brillo que se merece.

Pese al formato de teatro, los M-Clan renunciaron a sutilidades y pidieron al p¨²blico asistente a su concierto madrile?o del lunes que se pusiera de pie ya en la segunda canci¨®n, con lo que el concierto pod¨ªa haber tenido lugar en un teatro o en la plaza mayor de cualquiera de las localidades espa?olas por las que la banda ha paseado este a?o las canciones de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Sopa fr¨ªa. El repertorio tuvo mucho de este disco aunque, para contentar a los fans, que agotaron el papel de la taquilla y que se lo pasaron de miedo, a lo largo de toda la actuaci¨®n la lista de canciones no dej¨® a un lado algunas de las composiciones cl¨¢sicas de M-Clan.

Canciones

De entre las nuevas canciones ofrecidas en el concierto, cabe destacar Mario, un tema sensacional que revela el lado m¨¢s british del grupo. De entre las viejas, el cl¨¢sico Perdido en la ciudad hizo recordar a aquel grupo de melenudos que se acogieron a principios de los a?os noventa a la estela de un rock que entonces protagonizaban los Black Crowes.

En cuanto a los grandes ¨¦xitos, que han hecho del grupo una de las m¨¢s firmes apuestas comerciales del rock espa?ol de los ¨²ltimos a?os, no faltaron ni Llamando a la Tierra, acertada revisi¨®n del Serenade, de Steve Miller Band, ni Carolina, pieza con gancho donde las haya.

En el cap¨ªtulo de versiones, rese?ar el Maggie May que hacen de forma tremendamente veros¨ªmil en castellano, y que los acompa?a ya desde hace un mont¨®n de a?os.

Pocas sorpresas pues en esta presentaci¨®n en teatro, que no fue tal, y que reafirm¨® a M-Clan como una de las bandas que a¨²n mantienen vivo y con inter¨¦s en rock espa?ol con ra¨ªces en los a?os setenta.