M¨¢s del 25% de los funcionarios sigui¨® el paro, seg¨²n el Ejecutivo
Los sindicatos aseguraban ayer que la huelga hab¨ªa tenido m¨¢s incidencia que en otras ocasiones en el sector privado, aunque no daban cifras. Basaban sus c¨¢lculos en que se hab¨ªan producido m¨¢s preavisos de huelga que otras veces. El Ejecutivo s¨ª que anunci¨® que m¨¢s del 25% de los funcionarios hab¨ªa hecho huelga, cuatro puntos menos que el pasado 10 de marzo. Y es que en Francia las huelgas las realizan casi exclusivamente los trabajadores del sector p¨²blico.
Los analistas incid¨ªan ayer en esta constataci¨®n porque la gran paradoja es que el descontento social es una realidad, la p¨¦rdida del poder adquisitivo de los asalariados no la discute nadie y el desempleo se mantiene estructural en torno al 10%. Y nada de esto afecta a los funcionarios y, por extensi¨®n, a todos aquellos que cobran de las arcas del Estado, independientemente de cu¨¢l es la Administraci¨®n o empresa p¨²blica para la que trabajan. En la actualidad, no s¨®lo tienen garantizado un trabajo de por vida y una pensi¨®n razonable cuando se jubilan, sino que -a diferencia de lo que suced¨ªa en otros tiempos- cobran unos salarios por encima de la media.
Con la de ayer, son ya siete las movilizaciones sindicales contra el Gobierno desde que los conservadores tomaron el poder en Francia en 2002. La huelga ritual de oto?o, que ya no es un acontecimiento, sino una cuesti¨®n estacional, tambi¨¦n ha puesto en evidencia la desaparici¨®n de la izquierda pol¨ªtica, cuyo espacio parecen quererse apropiar los sindicatos, por m¨¢s que se tengan que apoyar en encuestas y no en su militancia para reclamar representatividad.
Ausencia de la izquierda
Los l¨ªderes pol¨ªticos de la izquierda brillaron por su ausencia u optaron por una presencia tan discreta que les delataba. En el Partido Socialista, tan s¨®lo Henri Emmanuelli y Arnaud Montebourg se dejaron ver en Par¨ªs. El primer secretario, Fran?ois Hollande, y el ex ministro Jack Lang optaron por acudir a manifestaciones de peque?as ciudades de provincias.
Por el contrario, l¨ªderes sindicales como el secretario general del sindicato CFDT, Fran?ois Ch¨¦r¨¨que, ped¨ªan al Gobierno que "sea m¨¢s exigente con las empresas y que controle la utilizaci¨®n de los 22.000 millones de euros de ayudas que da todos los a?os, sobre todo para empleo y sueldos".
La huelga de ayer es la primera que sufre el Gobierno de Villepin, y est¨¢ dirigida espec¨ªficamente contra las t¨ªmidas reformas laborales que introdujo poco antes del verano. La medida estrella para alentar a los empresarios a que creen empleo sin tener que tocar el r¨ªgido c¨®digo de trabajo franc¨¦s fue el llamado "contrato de nuevo empleo", destinado a los j¨®venes, que otorga un plazo de dos a?os a las empresas de menos de 20 trabajadores durante los que pueden despedir a los nuevos empleados sin justificaci¨®n. Para los sindicatos se trata de una puerta abierta a la "precarizaci¨®n del empleo".
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