'Good bye Lenin!' y 'Billy Elliot'

Good bye Lenin! (2003), de Wolfgang Becker, fue considerada la mejor pel¨ªcula europea del festival de Berl¨ªn 2003 al recibir el premio El ?ngel Azul; recibi¨® luego todos los premios importantes del cine alem¨¢n, y en los galardones oficiales europeos se consider¨® tambi¨¦n la mejor pel¨ªcula del a?o, incluidos el Goya y el C¨¦sar. Fue el gran ¨¦xito de la temporada, por su "gran limpieza estil¨ªstica, transparente y vivaz, graciosa y conmovedora", en palabras de ?ngel Fern¨¢ndez-Santos.

La idea de la pel¨ªcula es, seg¨²n el cr¨ªtico, deslumbradora: una brava militante comunista de la Rep¨²blica Democr¨¢tica (Katrin Sass) entra en coma por un accidente pocos d¨ªas antes del anuncio de la reunificaci¨®n de las dos Alemanias y la demolici¨®n del muro de Berl¨ªn. Cuando despierta ocho meses despu¨¦s, su hijo (Daniel Br¨¹hl) pretende que ella ignore la desaparici¨®n de su querido r¨¦gimen pol¨ªtico para evitarle un nuevo ataque al coraz¨®n, y transforma el apartamento familiar en una burbuja en la que no penetra atisbo alguno de realidad. En su interior todo sigue siendo igual que antes: las noticias de la tele, la comida, la ropa, la m¨²sica, los amigos... hasta que intervienen otros personajes y un buen d¨ªa la madre sale a la calle...

"Una buena comedia siempre se asienta en unos cimientos muy serios", explic¨® el director Wolfgang Becker, a quien ya se deb¨ªan dos buenas pel¨ªculas anteriores: "En mi opini¨®n, una buena comedia es aquella en la que los personajes que nos hacen re¨ªr no creen estar ri¨¦ndose de s¨ª mismos". Y eso es lo que les ocurre a estos "seres humanos c¨¢lidos y verdaderos". Para Llu¨ªs Bonet, Good bye Lenin! es una "¨¢cida, demoledora y extraordinaria comedia, gozosamente influida -como no pod¨ªa ser de otra manera- por sus ilustres compatriotas Billy Wilder (Uno, dos, tres) y Ernst Lubitsch (Ninotchka)".

Billy Elliot (2000), de Stephen Daldry, por su parte, se sit¨²a en el contexto de la huelga minera en la Inglaterra de 1984. Billy Elliot es un adolescente de 11 a?os decidido a dedicarse al baile en lugar de practicar boxeo como los dem¨¢s ni?os. El trasfondo de la huelga -el padre es minero; el hermano, l¨ªder sindical-, las dificultades econ¨®micas de la familia, la represi¨®n policial, los esquiroles... van dando paso al conflicto psicol¨®gico del muchacho bailar¨ªn. Su tenacidad, su valent¨ªa al no importarle ser considerado "una ni?a", la complicidad con la maestra de baile, su amistad con el compa?ero secretamente enamorado, son los cimientos de la pel¨ªcula, que logr¨® un extraordinario ¨¦xito en todo el mundo. Fue nominada al Oscar en tres apartados: actriz de reparto (Julie Walters, la profesora); director (Stephen Daldry) y gui¨®n original (Lee Hall). En EE UU fue obligatorio realizar un doblaje "limpio de tacos".

"El relato, en bell¨ªsimo crescendo l¨ªrico, del despegue del talento del ni?o, desde el polvo negro de una remota mina inglesa al polvo blanco de un gran escenario de Londres, cautiva y emociona. Es un magistral, un adorable caramelo que se devora. Ya no se hace apenas cine tan puro", escribi¨® ?ngel Fern¨¢ndez-Santos.

La decisi¨®n de elegir a Jamie Bell para el personaje central parece hoy d¨ªa un extraordinario acierto. Bell obtuvo el premio brit¨¢nico al actor revelaci¨®n del a?o 2001, y el Trofeo Bafta al mejor actor protagonista, en dura pugna con Tom Hanks, Michael Douglas y Geoffrey Rush. Otros muchos galardones recayeron en este muchacho, hijo de bailarines, que desde entonces ha intervenido en varias pel¨ªculas; las ¨²ltimas, King Kong, de Peter Jackson, y Flags of our fathers, de Clint Eastwood, actualmente en rodaje. Por su parte, el director Stephen Daldry, que proven¨ªa del teatro, ha seguido una brillante carrera por la que ha recibido premios como el de mejor director en Berl¨ªn 2003 por Las horas, con Nicole Kidman, Julianne Moore y Meryl Streep. Recientemente ha dirigido una adaptaci¨®n teatral de Billy Elliot, estrenada en Londres con m¨²sica de Elton John. La historia sigue vigente.