La danza pudo con todos
Si el ¨¦xito se mide por la intensidad de los aplausos, los m¨¢ximos triunfadores del montaje de La Gioconda que anteanoche abri¨® la temporada l¨ªrica del Liceo de Barcelona no fueron los cantantes, sino los bailarines. En concreto, un grand¨ªsimo ?ngel Corella y un valor emergente, Letizia Giuliani. Derrocharon talento y emoci¨®n en un ballet de tan celeb¨¦rrima m¨²sica como la Danza de las horas y provocaron el delirio del p¨²blico.
Pier Luigi Pizzi levanta un buen espect¨¢culo con los grandilocuentes mimbres de este curioso ejemplo de grand op¨¦ra de alma italiana que es La Gioconda. No es f¨¢cil hincarle el diente a su vulgar planteamiento teatral, cargado de t¨®picos e in¨²tilmente enrevesado, pero Pizzi, que sit¨²a la acci¨®n en una Venecia fr¨ªa, de melanc¨®lica atm¨®sfera, colores grises y malos presagios, logra un trabajo fino y elegante, con un vestuario lujoso y un eficaz uso del espacio y el movimiento de masas.
La Gioconda
De Amilcare Ponchielli. Int¨¦rpretes: D. Voigt, E. Fiorillo, E. Podl¨¦s, R. Margison, C. Guelfi y C. Colombara. Bailarines principales: ?ngel Corella y Letizia Giuliani. Coro y Orquesta del Liceo. Director musical: Daniele Callegari. Director de escena, escenograf¨ªa y vestuario: Pier Luigi Pizzi. Coproducci¨®n de la Arena de Verona, el Teatro Real de Madrid y el teatro del Liceo. Teatro del Liceo, Barcelona, 4 de octubre.
La soprano Deborah Voigt, que tiene las notas, potencia y agallas vocales para ser una gran Gioconda, no acab¨® de transmitir la emoci¨®n del personaje. La opulencia vocal de la contralto Ewa Podl¨¦s, una Ciega de apasionantes colores, y de la mezzosoprano Elisabetta Fiorillo -su Laura fue en el estilo la mejor del reparto- completaron un gran elenco femenino. Los tres protagonistas masculinos brillaron menos: el tenor Richard Margison (Enzo) salv¨® los escollos con firmes agudos, pero sin elegancia; m¨¢s rudo en su canto estuvo el bar¨ªtono Carlo Guelfi como el sanguinario Barnaba. De canto m¨¢s noble, el bajo Carlo Colombara sac¨® adelante el papel de Alvise sin impactar por unos medios m¨¢s bien livianos. Daniele Callegari ofreci¨® una versi¨®n con furor sinf¨®nico escorada, peligrosamente, hacia aguas germ¨¢nicas.
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