Cita con Solana

Hay algo que funciona de maravilla en la Uni¨®n Europea. No son las perspectivas financieras entre 2007 y 2013, atascadas desde la desastrosa Cumbre de junio en la que Blair y Chirac se echaron los platos a la cabeza. Tampoco la Constituci¨®n, rechazada por Francia y Holanda ante el regocijo feroz de los euroesc¨¦pticos, y carente de recambios o ideas de urgencia para sacarla del atolladero. No funciona la presidencia semestral brit¨¢nica, con un Tony Blair reducido a showman de parlamentos y congresos, pero incapaz de traducir el fulgor de sus palabras en hechos. Ni el proceso de Lisboa, aprobado en 2000 para convertir el continente en la zona m¨¢s pr¨®spera del planeta, que ha quedado en mera palabrer¨ªa; el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que acompa?¨® la creaci¨®n del euro y tuvo que ser reformado porque lo incumpl¨ªan quienes lo hab¨ªan inventado; y no digamos ya esa voz ¨²nica europea, que no se ha o¨ªdo ni como un murmullo en la frustrada reforma de Naciones Unidas. Las econom¨ªas europeas no crecen al ritmo que debieran ni sus sistemas de bienestar se hallan bien adaptados a las necesidades de los nuevos tiempos globalizados. En realidad nos encontramos con un misterio teol¨®gico: todo tiene la apariencia de una crisis descomunal, pero la vida europea sigue tan campante con su trantr¨¢n feliz. En Alemania sin f¨®rmula de Gobierno, en Francia con una presidencia tambaleante, en Italia con el berlusconismo en fase terminal, y para qu¨¦ hablar de esa Espa?a que se rompe cada madrugada cuando arrancan las tertulias radiof¨®nicas.

La Constituci¨®n descarrilada ha dejado a la UE hu¨¦rfana de muchas cosas, pero una de ellas es especialmente grave porque afecta a esta voz que ha faltado en el 60? aniversario de Naciones Unidas. Al t¨¦rmino de la ratificaci¨®n, alrededor de 2006, Europa iba a tener un Ministro de Asuntos Exteriores, a la vez vicepresidente de la Comisi¨®n Europea y jefe de un Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior encargado de la Pol¨ªtica Extranjera y de Seguridad Com¨²n (PESC) y la Pol¨ªtica Europea de Seguridad y de Defensa (PESD). El Consejo Europeo nombr¨® en junio de 2004 a Javier Solana para este cargo de doble silla, una en la Comisi¨®n Europea y otra en el Consejo, cuya principal misi¨®n iba a consistir en responder al fin a la pregunta de Henry Kissinger hace ya 30 a?os: ?a qu¨¦ tel¨¦fono hay que llamar para hablar con Europa? Todo este plan de acci¨®n era una de las mejores cosas de la Constituci¨®n europea e iba a facilitar la presencia de la UE en la pol¨ªtica mundial. Ahora ha quedado en nada y habr¨¢ que esperar como m¨ªnimo hasta el 2007, despu¨¦s de la elecci¨®n de nuevo presidente de la Rep¨²blica en Francia, para que se aclaren un poco las cosas respecto a la Constituci¨®n y a las numerosas cuestiones que han quedado pendientes con su descarrilamiento.

Y entonces, ?qu¨¦ es lo que funciona? Javier Solana, el alto representante de la PESC, lo ha se?alado la pasada semana en Par¨ªs, en la Conferencia anual del Instituto de Estudios de la Seguridad Europea de la UE, un encuentro que ya se est¨¢ convirtiendo en un cl¨¢sico para quienes siguen la evoluci¨®n de las pol¨ªticas exterior y de defensa europeas y que Jacques Delors ha calificado como "la cita de reflexi¨®n estrat¨¦gica de la UE". "La ampliaci¨®n es nuestra m¨¢s formidable realizaci¨®n estrat¨¦gica", ha dicho Solana. "En cuanto al desarrollo econ¨®mico: las empresas de los 15 no cesan de aplaudir la ampliaci¨®n a 25. Y en cuanto a la estabilizaci¨®n pol¨ªtica: ?habr¨ªa tenido el mismo final feliz la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn sin la perspectiva de la ampliaci¨®n?".

Eso es lo que funciona, la mayor m¨¢quina de fabricar prosperidad, democracia, estabilidad y estados de derecho de la historia. Y es lo que debe seguir, aunque haya llevado a muchos a rechazar la Constituci¨®n. El pasado lunes esa ampliaci¨®n vivi¨® un momento crucial: el inicio de negociaciones de adhesi¨®n con Turqu¨ªa y la luz verde a Croacia. Fue un d¨ªa hist¨®rico, pero tambi¨¦n una t¨ªpica y lamentable jornada europea de enredo y confusi¨®n. Si el ministro de Exteriores israel¨ª Aba Eban dec¨ªa que los palestinos no pierden nunca la oportunidad de perder una oportunidad, de los europeos habr¨ªa que decir que aprovechamos la menor oportunidad para intentar hacer el rid¨ªculo.