Envidia

Tengo la impresi¨®n de que la conferencia que Esteban Gonz¨¢lez Pons pronunci¨®, la otra tarde, en el club Informaci¨®n no respondi¨® a las expectativas que hab¨ªa despertado su anuncio y que atrajo a tanto p¨²blico. Quienes imaginaron que, tras el ingenioso t¨ªtulo, De ahora en Alicante, podr¨ªan encontrarse las ideas del Consell para el futuro de la ciudad y provincia, debieron quedar un tanto desconcertados tras escuchar al consejero. M¨¢s que a pronunciar una conferencia, la sensaci¨®n que tuvieron algunos de los asistentes es que Esteban Gonz¨¢lez Pons vino a Alicante a dar un mitin. Y si no un mitin, lo que tal vez pudiera resultar exagerado, s¨ª a realizar un acto de propaganda.

No hay nada reprobable en que un cargo del Gobierno aproveche un acto p¨²blico para hacer propaganda a su favor. Resulta usual y los pol¨ªticos nos han acostumbrado a ello. Cuando se produce el hecho, lo que sucede con frecuencia, les escuchamos con cortes¨ªa, aunque el acto en cuesti¨®n haya perdido buena parte de su inter¨¦s. No es lo mismo exponer las l¨ªneas maestras de una pol¨ªtica que el Gobierno piensa desarrollar, que entonar una loa sobre los logros de ese mismo Gobierno. Para lo segundo, todo vale. Repasamos las palabras de Gonz¨¢lez Pons publicadas por la prensa y vemos que, con muy pocos cambios, el consejero las podr¨ªa haber pronunciado en Valencia, Castell¨®n o cualquier otro lugar donde hubiera acudido.

Gonz¨¢lez Pons vino a repetir, ce por be, la doctrina oficial del Consell sobre el agua y los enemigos de la Comunidad Valenciana. Ni siquiera se esforz¨® el consejero a la hora de hablar de la Copa del Am¨¦rica y las ventajas que nos deparar¨¢. En este aspecto, no se registr¨® ninguna variaci¨®n sobre el discurso habitual del presidente Camps. En los discursos que, desde hace alg¨²n tiempo, pronuncia el presidente Camps, los problemas de la Comunidad Valenciana se reducen, pr¨¢cticamente, a la falta de agua y la existencia de unas personas que nos quieren mal. No existen m¨¢s problemas en la Comunidad.

De hacer caso a Camps y Gonz¨¢lez Pons, deber¨ªamos admitir que los enemigos de la Comunidad Valenciana se est¨¢n multiplicando en los ¨²ltimos tiempos. No s¨®lo se multiplican, sino que trabajan a destajo para destruirnos. Yo tengo observado que cuanto m¨¢s arrecian los problemas provocados por nuestra deuda, mayor es el n¨²mero de enemigos con los que hemos de pelear. No nos quiere Arag¨®n, ni Catalu?a, ni Castilla-La Mancha, ni, por supuesto, el Gobierno socialista de Madrid. Ni siquiera nos quiere Europa, que publica unos informes tremendos sobre nuestro urbanismo que ponen en peligro a nuestra principal industria.

Ahora, si tratamos de indagar las razones de esa enemistad, las cosas ya no est¨¢n tan claras y los argumentos del Consell se vuelven poco consistentes. ?Por qu¨¦ nos quieren mal tantas personas? ?Por qu¨¦, como afirma el consejero Gonz¨¢lez Pons, hay tanta gente que "nos quiere cortar las alas" a los valencianos? Le he dado vueltas a la cuesti¨®n y s¨®lo encuentro un motivo: la envidia. Est¨¢ claro que envidian nuestra sanidad, nuestras escuelas, la situaci¨®n de nuestra industria, la dotaci¨®n de nuestras universidades, el nivel de nuestra investigaci¨®n, nuestra protecci¨®n social. Y, por supuesto, el Palau de les Arts.