La Corte Penal procesa a los principales jefes guerrilleros de Uganda

La Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, orden¨® ayer la busca y captura de cinco jefes del rebelde Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n del Se?or (LRA) de Uganda. Los acusa de miles de asesinatos, torturas y del secuestro de ni?os y ni?as para convertirlos en guerrilleros y esclavas sexuales, respectivamente. La Corte ha notificado esta orden de arresto tanto al Gobierno de Kampala como a los de Sud¨¢n y la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, donde se esconden.

Los cinco se?ores de la guerra buscados por la justicia internacional ostentan los m¨¢ximos rangos en el LRA, grupo fundado por su l¨ªder y principal nombre de la lista, Joseph Kony. Seg¨²n confirm¨® ayer el Ministerio ugand¨¦s de Defensa, le acompa?a en la lista Vincent Otti, considerado su mano derecha, y tres de sus principales comandantes: Okot Odiambo, Raska Lukwiya y Dominic Ongwen.

La propia Corte declin¨® ratificar anoche estos datos, presumiblemente porque prefiere esperar a que se hayan producido las detenciones. "La investigaci¨®n relativa a Uganda sigue su curso", se?alaron sus portavoces en Holanda al ser consultados sobre el particular. Esta precauci¨®n no resta importancia al paso jur¨ªdico dado. Prueba de ello es que la reacci¨®n diplom¨¢tica no se ha hecho esperar.

El jefe de la misi¨®n de la ONU en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, el estadounidense William Lacy Swing, ha confirmado que las ¨®rdenes selladas de captura salieron la pasada semana con destino a Kampala, Jartum y Kinshasa. En septiembre, el propio Swing afirm¨® que 320 rebeldes y 80 de sus familiares hab¨ªan entrado en la Rep¨²blica de Congo desde Sud¨¢n y se encontraban ocultos cerca de las fronteras de Sud¨¢n y Uganda. A la cabeza de dicho grupo se encontrar¨ªa Vincent Otti. El presidente de Congo, Joseph Kabila, habr¨ªa mandado dos batallones a la zona. Otro tanto hizo Naciones Unidas, que transport¨® a un millar de efectivos de sus fuerzas de pacificaci¨®n, "para asegurarse de que la situaci¨®n podr¨ªa controlarse", seg¨²n Swing. Fuentes del Gobierno de Kampala interpretaron este movimiento de Otti como una deserci¨®n y un intento de pactar.

La decisi¨®n de la CPI, que tambi¨¦n investiga cr¨ªmenes en Congo, Darfur (Sud¨¢n) y Colombia, ha sido acogida con j¨²bilo por grupos como Human Rights Watch. En opini¨®n de Richard Dicker, su director del denominado Programa de Justicia Internacional, se trata de un hecho hist¨®rico. "Un tribunal internacional acusa a estos hombres de criminales de guerra, y eso no hab¨ªa ocurrido antes. Era la ¨²nica forma de hacer justicia a las v¨ªctimas del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n del Se?or", ha dicho. Pero con una condici¨®n: que no s¨®lo se juzgue a los rebeldes. Los cr¨ªmenes cometidos por el Ej¨¦rcito ugand¨¦s contra los civiles que deb¨ªa proteger del LRA, tambi¨¦n deber¨ªan ser perseguidos por la CPI.

Con casi 28 millones de habitantes, Uganda ha sufrido dos dictaduras brutales entre 1970 y 1980, las de Idi Amin y Milton Obote. El actual presidente, Ioweri Museveni, en el poder desde 1986, no ha logrado acabar con la insurgencia en el norte y oeste del pa¨ªs, donde se ha hecho fuerte el LRA.