Nobel antiproliferaci¨®n

En el a?o en que se ha cumplido el 60? aniversario de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, el Comit¨¦ Nobel del Parlamento noruego ha acertado plenamente al elegir a Mohamed el Baradei y al Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) que dirige como Premio de la Paz. Es un claro mensaje de que la ¨²nica manera de luchar eficazmente contra la proliferaci¨®n nuclear es reforzando la cooperaci¨®n internacional y esta instancia multilateral que naci¨® del Tratado de No Proliferaci¨®n de Armas Nucleares (TNP) de 1968.

El peligro de la proliferaci¨®n de estas armas, en manos de Estados o de grupos terroristas, aumenta con el enorme desarrollo que va a tener la energ¨ªa nuclear en muchos pa¨ªses ante la previsible escasez y encarecimiento del petr¨®leo y del gas natural. Redobla el reto de garantizar que esta energ¨ªa se use s¨®lo con fines pac¨ªficos, raz¨®n de la concesi¨®n de este Nobel que naci¨® del inventor de otro explosivo, la dinamita.

El Baradei es un Nobel con nobleza. Hombre ¨ªntegro, ¨¦l y su equipo no cedieron a las presiones de la Administraci¨®n de Bush cuando ¨¦sta montaba su caso para invadir Irak. Dejaron claro que no ten¨ªan constancia de que el r¨¦gimen de Sadam Husein, en 2003, mantuviera un programa para dotarse de armas nucleares. Con el mismo rigor ha acusado a Corea del Norte de jugar al borde del abismo, o ha mantenido con Ir¨¢n una actitud de exigencia, a la vez abierta al di¨¢logo. Washington tampoco consigui¨® cerrarle el paso para un tercer mandato en el cargo que ocupa desde 1997.

Ya que parece ut¨®pico entrar en una era de desarme, evitar como m¨ªnimo la proliferaci¨®n de armas nucleares es una de las prioridades de este comienzo de siglo, so pena de no llegar a su final. El TNP, que EE UU no ha querido reforzar, se negoci¨® en otras condiciones. El sistema ha fracasado en algunos casos notorios, como Israel, Pakist¨¢n e India y el misterio de Corea del Norte, aunque otros, como Sur¨¢frica, dieron marcha atr¨¢s. Pero son hoy numerosos los pa¨ªses que disponen de la tecnolog¨ªa y de los medios para dotarse de estas armas nucleares en un plazo relativamente breve.

Una nueva v¨ªa para reconciliar seguridad y mayor uso de la energ¨ªa at¨®mica que est¨¢ explorando El Baradei con otros interlocutores, entre ellos la UE, es que se internacionalice todo el combustible para centrales nucleares y sus derivados, bajo la autoridad reforzada de una agencia de la ONU como el OIEA, que vigilar¨ªa as¨ª estrechamente el material susceptible de conducir a armas at¨®micas. EE UU tendr¨¢ que convencerse de que un multilateralismo eficaz en este campo significa m¨¢s seguridad para todos. ?se es el mensaje de este Nobel.