Sembrar el futuro en el presente
El 9 d'Octubre est¨¢ impreso en el calendario valenciano con letras muy especiales. Se trata de la fiesta m¨¢s nuestra, la c¨ªvica por excelencia, la que conmemora nuestro nacimiento como pueblo y exalta nuestra singularidad.
Es el nuestro un ¨¦xito colectivo. El momento actual es comparable a nuestro Segle d'Or, cuando lideramos el intercambio de mercanc¨ªas y la confrontaci¨®n de ideas en todo el Mediterr¨¢neo. La Llotja de Valencia o el Consolat del Mar son todav¨ªa testimonios arquitect¨®nicos de aquel momento. El Palau de les Arts Reina Sof¨ªa, que inauguramos ayer, cierra moment¨¢neamente el s¨ªmbolo de mayor modernidad que hoy representa la Ciutat de les Arts i les Ci¨¨ncies. Junto al proyecto Castell¨®n Cultural y la Ciudad de la Luz en Alicante -la infraestructura de la producci¨®n audiovisual m¨¢s moderna y m¨¢s grande de toda Europa- conforman una decidida apuesta por el futuro de nuesta Comunidad. Y eso sin olvidar la pr¨®xima celebraci¨®n de la America's Cup o la proyecci¨®n internacional de los premios Jaime I, que nos servir¨¢n para que en cualquier parte del mundo se conozca nuestra capacidad de trabajo, dinamismo y creatividad.
Este a?o, la fiesta de los valencianos -nuestra fiesta- tiene un matiz muy particular que la distingue. A lo largo de los ¨²ltimos meses hemos desplegado un gran esfuerzo y una enorme ilusi¨®n para ir m¨¢s all¨¢ en nuestra autonom¨ªa y buscar nuevos horizontes para nuestro pueblo. No ha sido f¨¢cil superar las discrepancias o los puntos de fricci¨®n, pero lo hemos logrado. Hemos llevado a cabo una reforma estatutaria que, de hecho, supone un gran avance en nuestro autogobierno. Nos disponemos a empezar una nueva etapa en nuestra historia a partir de este nuevo hito. Y lo hacemos teniendo la misma fe en el futuro que la que ten¨ªamos hace ya m¨¢s de veinte a?os, cuando iniciamos el proceso de recuperaci¨®n de nuestras instituciones y de nuestro poder de decisi¨®n como pueblo.
Para abordar ese gran reto, ten¨ªamos claro que el proceso ten¨ªa que cumplir una serie de exigencias que identificaban una aut¨¦ntica "v¨ªa valenciana". Hemos acordado una reforma estatutaria que supone un formidable avance en nuestra capacidad de autogobierno. Y lo hemos hecho como hab¨ªa que hacerlo: desde el doble consenso y el respeto escrupuloso a nuestro marco constitucional, sin menoscabar la Constituci¨®n que los espa?oles nos dimos en 1978.
El sentido de lealtad que ha presidido nuestro modo de ser y de sentirnos espa?oles es lo que ha conseguido culminar una reforma que cierra un debate abierto hace ya una d¨¦cada. Nos sentimos por eso orgullosos de haber mantenido -por encima de circunstancias hist¨®ricas o coyunturales- ese esp¨ªritu. Y si hemos hecho coincidir nuestros intereses en los del conjunto de Espa?a es porque sabemos que, lo que es bueno para la Comunidad Valenciana, es bueno para Espa?a. Y lo que es bueno para Espa?a tambi¨¦n lo es para la Comunidad Valenciana.
Por ese motivo, nos hubiera parecido ingrato a los valencianos que la reforma de nuestro Estatut se hiciera en detrimento del texto constitucional. Porque sentirnos m¨¢s valencianos es el mejor modo que tenemos de ser espa?oles. Y porque queremos que el nuevo estatuto sea un instrumento solidario con el resto de la Naci¨®n.
Empieza ahora un tr¨¢mite parlamentario que se ver¨¢ culminado por la aprobaci¨®n de la reforma de nuestro Estatut y, sin duda, ese debate ser¨¢ intenso y profundo. Eso tambi¨¦n nos llena de orgullo y satisfacci¨®n. Queremos que todas las enmiendas a este texto lleven la firma conjunta de los dos grandes partidos de Espa?a. Ese doble consenso nos obliga a caminar juntos desde el principio hasta el final. Hasta la entrada en vigor del nuevo Estatut.
Los valencianos somos conscientes de que a trav¨¦s de esta reforma estamos haciendo m¨¢s fuerte nuestra constituci¨®n y, adem¨¢s tambi¨¦n nos sentimos reflejados en cualquier otra reforma estatutaria que, partiendo del acuerdo y la lealtad con la Constituci¨®n y con Espa?a, pueda llevarse a buen t¨¦rmino.
Los valencianos tenemos muchos motivos para sentirnos satisfechos. Entre otras razones, por nuestra forma de trabajar por nuestro autogobierno y de crecer como lo hemos hecho durante estos a?os, nuestra lealtad a la Espa?a constitucional y nuestro sistema pol¨ªtico que propicia la estabilidad pol¨ªtica e institucional y la seguridad. En los momentos decisivos de nuestra historia, en los grandes avances que hemos protagonizado como pueblo, siempre hemos estado unidos. Y ese consenso en lo que es fundamental es tambi¨¦n la clave que explica el ¨¦xito de algunos de los grandes proyectos colectivos en Espa?a y Europa.
?sa es la que se ha convenido en llamar la "v¨ªa valenciana": un modelo del que nos sentimos plenamente orgullosos. Un esp¨ªritu que dice mucho de nuestro car¨¢cter y de nuestra manera de ser y de entender la vida, de esa personalidad que hoy -Nou d'Octubre- se pone m¨¢s de manifiesto que nunca.
Francisco Camps Ortiz es presidente de la Generalitat Valenciana
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