La extra?a revista

Miguel Mihura estren¨® Maribel y la extra?a familia en 1959; todav¨ªa tiene su humor y algunas de sus tesis habituales. Por ejemplo, "la extra?a familia" es casi lo que entonces se llamaba normal, y Maribel una prostituta y aqu¨ª plantea los extremos a la inversa: la normal es ella. En esta adaptaci¨®n musical se conservan varias de las escenas originales, en decorados como de la ¨¦poca; lo dem¨¢s son n¨²meros musicales. Vi¨¦ndola en su estreno pensaba yo que hubiera quedado mejor quitando los n¨²meros musicales y a?adiendo el resto de las escenas de Mihura. In¨²til: el teatro va degenerando en musical desde hace a?os y es frecuente que se utilicen obras literarias, de la escritura dram¨¢tica, para estas adaptaciones. Unas salen bien, otras mal. Pero en Madrid y en las ciudades que pueden contratarlas suelen llenar de p¨²blico los teatros, y no me extra?ar¨ªa que fuera as¨ª en ¨¦ste. La m¨²sica es una imitaci¨®n de Broadway, y suena peor que all¨ª; los n¨²meros no dejan la huella de un recuerdo; los cantantes est¨¢n aburridos y la orquesta hace lo que puede con una partitura sin gracia.

El p¨²blico: un estreno de invitados radiantes y muchos famosos, deseosos de aplaudir a sus compa?eros en p¨²blico y, por tanto, gritones y palmeros; varios n¨²meros fueron o¨ªdos con entusiasmo, y al final de la obra las ovaciones fueron muy fuertes, y todos, absolutamente todos, con colaboradores incluidos, salieron a saludar entre gritos. ?Un ¨¦xito!