Zapatero teme el efecto Castro-Ch¨¢vez en la cumbre de Salamanca

La XV Cumbre Iberoamericana que se celebrar¨¢ en Salamanca los pr¨®ximos d¨ªas 14 y 15 es para el Ejecutivo espa?ol un hito de institucionalizaci¨®n, una ocasi¨®n quiz¨¢s irrepetible de revitalizar y estructurar un foro que ha venido dando muestras de fatiga por los excesos de ret¨®rica y la falta de contenidos pr¨¢cticos. Pero sobre ese objetivo, con el que se ha comprometido Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, penden como una amenaza las fuertes personalidades de los dos l¨ªderes iberoamericanos m¨¢s pol¨¦micos: el venezolano Hugo Ch¨¢vez y sobre todo el cubano Fidel Castro.

Las prioridades de la presidencia espa?ola al cumplirse los tres lustros de un di¨¢logo regional gestado inicialmente entre M¨¦xico y Espa?a son claras: lograr que los l¨ªderes se atengan, por primera vez, a una agenda pol¨ªtica centrada en tres temas -situaci¨®n regional, migraciones y representaci¨®n exterior colectiva-, de manera que la Secretar¨ªa General Iberoamericana, la gran novedad llamada a dar concreci¨®n y continuidad a estos encuentros, arranque con fuerza y presente alg¨²n compromiso concreto, probablemente sobre emigraci¨®n y desarrollo, a trav¨¦s de su flamante titular, Enrique Iglesias.

Los mismos diplom¨¢ticos que destacan estos objetivos son conscientes de que, al final, el ¨¦xito o fracaso se medir¨¢ por dos baremos: la participaci¨®n, que a diferencia del a?o pasado en Costa Rica, donde faltaron muchos l¨ªderes, en este caso se prev¨¦ plena, y un desarrollo coherente de los debates hasta llegar a conclusiones concretas. De ah¨ª el temor a que la presencia de Castro, a¨²n no confirmada pero considerada m¨¢s que probable, absorba la atenci¨®n de los medios hacia materias menos abstractas.

Todo pol¨ªtico iberoamericano sabe que Castro es un personaje medi¨¢tico sobre el que resulta dif¨ªcil destacar cualquier otro mensaje. M¨¢s ahora que no prodiga sus apariciones internacionales. El l¨ªder cubano no asiste a una cumbre iberoamericana desde la conflictiva reuni¨®n de 2000 en Panam¨¢. Dos a?os m¨¢s tarde pas¨® como una exhalaci¨®n por la conferencia de la ONU de Monterrey, donde se limit¨® a denunciar la "hipocres¨ªa" de George W. Bush en materia de financiaci¨®n del desarrollo y a informar, despu¨¦s, de que su marcha se debi¨® a una petici¨®n del presidente mexicano, Vicente Fox, para evitar tensiones con Bush. La revelaci¨®n puso las relaciones cubano-mexicanas bajo m¨ªnimos.

Interrogantes adicionales

La presencia simult¨¢nea, y s¨ª confirmada, de Hugo Ch¨¢vez en Salamanca suscita interrogantes adicionales, dado el entusiasmo que el venezolano ha logrado inducir en Castro para propagar al alim¨®n una revoluci¨®n bolivariana que inquieta a m¨¢s de un vecino. "Organizaciones de apoyo" a estos dos l¨ªderes, cuya paternidad niegan las embajadas respectivas, promueven manifestaciones en torno a la cumbre, y el l¨ªder venezolano ha demostrado que le gusta protagonizar ese tipo de juego fuera de casa.Pero hay un factor objetivo capaz de hacer que la cumbre descarrile del mensaje de renovaci¨®n y consolidaci¨®n institucional: los cubanos quieren que la reuni¨®n de Salamanca se pronuncie sobre el caso del anticastrista Luis Posada Carriles, el ex agente de la CIA acusado del atentado contra un avi¨®n civil cubano que mat¨® a 73 pasajeros. La Habana reclama su extradici¨®n a EE UU, donde Posada fue encarcelado en mayo. "Si los cubanos quieren una condena gen¨¦rica del terrorismo, no habr¨¢ problemas. Pero si pretenden que la cumbre alce un dedo acusatorio contra Washington, podr¨ªa repetirse, al rev¨¦s, lo que ocurri¨® en Panam¨¢ hace cinco a?os", opina un observador del foro iberoamericano. En esa ocasi¨®n, Castro se neg¨® a condenar a ETA si no se condenaba al "terrorismo estadounidense".

Espa?a estar¨ªa hoy entre los que m¨¢s se opondr¨ªan a un intento cubano de implicar a la cumbre en una condena de Washington por el caso Posada. El Gobierno sabe que EE UU sigue con atenci¨®n tanto las celebraciones del 12 de octubre, en las que desfilar¨¢n tropas cubanas y venezolanas junto a los otros 20 pa¨ªses iberoamericanos, como el desarrollo de la cumbre.