Kezman clasifica a Serbia

Con un gigante contra un enano. Serbia y Croacia, que hace diez a?os formaban parte del mismo pa¨ªs, afrontaron el partido decisivo, el que decid¨ªa cual de las dos se clasificaba para el Mundial de Alemania, desde ¨®pticas diametralmente opuestas: Petkovic, el seleccionador serbio, cont¨® de inicio con el delantero Zigic, que mide m¨¢s de dos metros, y Sliskovic, el preparador bosnio, pens¨® en Barbarez - un medio que no llega al 1,90-, para pararle. No hicieron falta m¨¢s de cinco minutos para que el entrenador bosnio supiera que se hab¨ªa equivocado: Zigic se colg¨® de sus dos metros para bajar un centro alt¨ªsimo y Kezman aprovech¨® el cabezazo para marcar y acercar a Serbia hasta el Mundial.

Desde entonces y hasta el final, todos los balones por alto fueron de los serbios, que acumularon una ristra de buenas oportunidades en los primeros minutos del partido. Primero Krstajic lanz¨® al palo. Luego Vukic se intern¨® en el ¨¢rea y fue derribado por un defensa. Y Zigic, el gigante, sigui¨® oscureciendo con su alargada sombra las posibilidades bosnias. No import¨® que Barbarez pasase al centro del campo, encargado de dirigir las operaciones de ataque de Bosnia y de conectar el centro del campo con Bolic, aislado en la delantera. Los serbios siguieron llegando a la porter¨ªa bosnia, empujados por el ensordecedor griter¨ªo de los 55.000 espectadores que abarrotaron el Peque?o Maracan¨¢ de Belgrado entre c¨¢nticos, pitidos y bengalas rojas.

La grada, donde la polic¨ªa tuvo que emplearse a fondo para acabar con varias peleas, subi¨® los decibelios en la segunda parte. La situaci¨®n lo requer¨ªa: Bosnia reorganiz¨® sus efectivos y empez¨® a probar a Jevric, el portero serbio, mientras acumulaba corners -hasta cuatro consecutivos lanzaron los bosnios- y m¨¦ritos de cara al gol, que rond¨® la porter¨ªa serbia con un tiro lejano.

Apret¨® Bosnia. Sufri¨® Serbia. Y Petkovic, su entrenador, sustituy¨® al creativo Vukic por Mladenovic, medio de la Real Sociedad, para darle mayor empaque a su medio campo, superado por el esfuerzo y las ganas de los bosnios en la segunda parte. Tanto tes¨®n y sudor pusieron los jugadores de Sliskovic, tanto buscaron la victoria a trav¨¦s del desgaste, que Bolic, el delantero bosnio m¨¢s peligroso, autor de tres goles en la ¨²ltima jornada de clasificaci¨®n, tuvo que ser sustituido, visiblemente agotado, cuando la clasificaci¨®n estaba a¨²n en juego.

A esas alturas, Serbia ya hab¨ªa decidido rodear su porter¨ªa de defensas, amarrar el resultado que la clasificaba para el Mundial y abusar de la falta t¨¢ctica como mejor recurso para romper el ritmo del encuetro. Petkovic apost¨® por el juego tosco. Y Vidic, uno de sus centrales, su brazo en el campo, el encargado de dar ejemplo de contundencia en la defensa, fue expulsado.

Daba igual. Mateja Kezman, como casi siempre, hab¨ªa marcado. Nadie m¨¢s pod¨ªa liberar a su equipo del peso de la herencia dejada por Savicevic, Mijatovic o Mijahilovic, los ¨²ltimos grandes jugadores serbios. Nadie m¨¢s pod¨ªa llevar a Serbia a su primer Mundial desde el celebrado en Francia en 1998: el delantero del Atl¨¦tico ha marcado en los ¨²ltimos tres partidos de clasificaci¨®n, contra Espa?a, Lituania y Bosnia.