?El Primer Mundo?

El d¨ªa 10 de octubre se celebr¨® el D¨ªa Mundial de la Salud Mental. La noticia ha aparecido en muchos medios. De lo que no se suele hablar es de qu¨¦ vive la gente afectada por una enfermedad mental, una vez cubierta la asistencia m¨¦dica b¨¢sica para el diagn¨®stico y tratamiento. Necesitan un techo, comida y vestido, y eso cuesta dinero. La mayor¨ªa (el 85%) sobrevive gracias a su familia. En el mejor de los casos, si la enfermedad les ha permitido trabajar, los enfermos cobran una pensi¨®n de discapacidad proporcional al sueldo o cotizaci¨®n a la Seguridad Social. Pero la mayor parte de las enfermedades mentales aparecen en la adolescencia o primera juventud; por tanto, pocos han tenido un trabajo. Los que no han podido acceder al mercado laboral, seg¨²n el grado de discapacidad y despu¨¦s de diversas gestiones, consiguen una pensi¨®n de menos de 300 euros al mes. ?Qui¨¦n es capaz de vivir con esta cantidad? ?Por qu¨¦ no se equiparan las pensiones no contributivas o de la Seguridad Social al salario m¨ªnimo interprofesional, cantidad m¨ªnima considerada necesaria para sobrevivir?

Muchos progenitores temen por el futuro de sus hijos enfermos cuando ellos falten. Har¨ªan falta ayudas, o como m¨ªnimo desgravaciones fiscales para los familiares que se hicieran cargo. Pensemos en aquellos indigentes que vemos por las calles, frecuentemente enfermos mentales totalmente desamparados (doctor Rojas Marcos dixit). ?Realmente podemos decir que vivimos en el Primer Mundo.