Am¨¦rica Latina: buscando anclas y m¨¢stiles institucionales
El autor cree que Chile, Brasil y M¨¦xico podr¨ªan inspirar a otros pa¨ªses de la regi¨®n para que combinen el pragmatismo con la ortodoxia monetaria y fiscal y las reformas sociales.
Am¨¦rica Latina sigue siendo un continente de paradojas. En 2004 la regi¨®n registr¨® una de sus mayores tasas de crecimiento en el ¨²ltimo cuarto de siglo. Todav¨ªa m¨¢s ins¨®lito: ¨¦ste fue un crecimiento sincronizado. Todos los pa¨ªses de la regi¨®n se engancharon al tren de la bonanza. En 2005, la historia est¨¢ por repetirse. Los datos y las previsiones apuntan hacia otro a?o de crecimiento sincronizado. Sin embargo, a pesar del buen comportamiento macroecon¨®mico, de La Paz a Quito, de Buenos Aires a Caracas, el c¨®ctel de pobreza y de descontento social, de ansias de cambios de rumbos, sigue vigente. M¨¢s que nunca, el continente parece estar en una encrucijada.
Sin embargo, si uno pone en perspectiva estas ¨²ltimas d¨¦cadas, destacan transformaciones profundas que invitan m¨¢s a saborear un bias for hope, como dir¨ªa Hirschman, que a masticar fracasoman¨ªa. En 2004 y en 2005, sin duda las estrellas se alinearon para la regi¨®n y seguir¨¢n brillando en 2006, aunque con menor intensidad. Las bajas tasas de inter¨¦s, los elevados precios de materias primas y el crecimiento asi¨¢tico, est¨¢n impulsando este ciclo de crecimiento sincronizado. Pero lo que m¨¢s llama la atenci¨®n es que, desde hace un cuarto de siglo, Am¨¦rica Latina est¨¢ buscando crecimiento mediante pol¨ªticas econ¨®micas pragm¨¢ticas. Est¨¢ inventando y creando m¨¢stiles institucionales, buscando anclas monetarias y fiscales, y ello fuera de los senderos predeterminados de cualquier modelo o paradigma ideol¨®gico.
2006 ser¨¢ una prueba cuando la mayor¨ªa de los pa¨ªses elija sus nuevos presidentes
Lo m¨¢s llamativo es que Latinoam¨¦rica busca el crecimiento con pol¨ªticas econ¨®micas pragm¨¢ticas
Las reformas de los fondos de pensiones son una ilustraci¨®n de esta b¨²squeda pragm¨¢tica que combina invenci¨®n y gradualismo, mecanismos de mercado y presencia del Estado. Estas reformas, iniciadas a principios de la d¨¦cada de los ochenta en Chile, combinaron privatizaci¨®n liberal y regulaci¨®n estatal. El ejemplo chileno es desde este punto de vista ejemplar, quedando en ese pa¨ªs la privatizaci¨®n de las pensiones enmarcada en una joya de regulaci¨®n de alta orfebrer¨ªa institucional. As¨ª, a?o tras a?o, el sistema se fue ajustando y modificando para ir mejorando como los buenos vinos del valle del Maipo. Hoy en d¨ªa el organismo de regulaci¨®n chileno es una de las instituciones del pa¨ªs con mayor prestigio, credibilidad y capacidad t¨¦cnica, un potente m¨¢stil institucional cuya reverberaci¨®n y prestigio van m¨¢s all¨¢ del continente.
Sobre todo esta reforma simboliza el cambio profundo que Chile experiment¨® en las ¨²ltimas d¨¦cadas: la invenci¨®n de una econom¨ªa pol¨ªtica pragm¨¢tica que contrasta con los a?os anteriores de altas mareas -y mareos- ideol¨®gicos. En los setenta se sucedieron las revoluciones, socialista y liberal, modelos que se armaron y descargaron sobre la sociedad chilena, busc¨¢ndose implementaciones r¨ªgidas de paradigmas inventados en otros hemisferios. El Buen Liberal no fue as¨ª m¨¢s que otro rostro del Buen Revolucionario, ambos coincidiendo en la b¨²squeda de econom¨ªas pol¨ªticas de lo imposible.
En los ochenta, y sobre todo en los noventa, el pragmatismo econ¨®mico se impuso en el pa¨ªs de una manera destacable. Con el regreso de la democracia, la tentaci¨®n podr¨ªa haber sido volver a armar otro modelo y marcar una ruptura con el r¨¦gimen anterior. Sin embargo, el gran cambio fue otro: los dem¨®cratas chilenos apostaron por ahondar las reformas, adaptarlas, modularles; buscaron combinar ortodoxia monetaria y fiscal con reformas sociales, crecimiento con equidad. Este continuismo queda plasmado de manera singular en el boom de los activos de los fondos de pensiones, los cuales siguieron aumentando a pesar del cambio de r¨¦gimen pol¨ªtico. A partir de 1989, a?o del regreso de la democracia, estos activos se dispararon, las reformas no s¨®lo no fueron canceladas sino que fueron ahondadas, adoptadas y adaptadas por la nueva ¨¦lite democr¨¢tica. Dicho de otra manera, la gran lecci¨®n que nos viene de Chile es esta combinaci¨®n in¨¦dita de pragmatismo y continuismo. Una combinaci¨®n que otros pa¨ªses, M¨¦xico y Brasil principalmente, estuvieron buscando compartir, ambos tambi¨¦n lanzados ahora en la misma b¨²squeda pragm¨¢tica de anclas y m¨¢stiles institucionales.
En M¨¦xico, el pragmatismo se ilustr¨® en los noventa con la firma de un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Por primera vez en la historia, un pa¨ªs del sur firmaba con otro del norte un acuerdo de libre comercio. Para M¨¦xico la apuesta era central: arrimarse a una potencia econ¨®mica que tambi¨¦n era la primera democracia del planeta. Al igual que Espa?a con la Uni¨®n Europea este proceso permitir¨ªa a la econom¨ªa beneficiarse de un ancla de credibilidad ex¨®gena. En el a?o 2000, el pa¨ªs conseguir¨ªa una alternancia pol¨ªtica sin crisis econ¨®mica, un hecho in¨¦dito hasta entonces, los ciclos pol¨ªticos estando cada sexenio sincronizados con turbulencias financieras. A lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada, M¨¦xico tambi¨¦n consigui¨® lo que ning¨²n otro pa¨ªs de la regi¨®n hab¨ªa logrado hasta entonces: deshacer el hechizo del ciclo pol¨ªtico.
Ahora el pa¨ªs cuenta con una densidad elevada de estabilizadores institucionales. En el ¨¢mbito econ¨®mico, la autonom¨ªa del Banco Central de M¨¦xico se plasma no s¨®lo en una pol¨ªtica monetaria ortodoxa, sino tambi¨¦n en un desacoplamiento institucional del ciclo pol¨ªtico: el mandato del gobernador no coincide con el del presidente. As¨ª, cualquiera que sea el pr¨®ximo presidente en M¨¦xico que salga de las urnas en 2006, el actual gobernador se quedar¨¢ hasta 2009. En el ¨¢mbito pol¨ªtico, se cre¨® un Instituto Federal Electoral (IFE), otra innovaci¨®n institucional que permite supervisar de manera aut¨®noma las elecciones democr¨¢ticas del pa¨ªs y asentar el sue?o democr¨¢tico de Madero. Detr¨¢s del grado de inversi¨®n mexicano, adem¨¢s de las variables macroecon¨®micas, de la reducci¨®n de la deuda externa, de la inflaci¨®n, adem¨¢s del equilibrio fiscal y de la flexibilidad cambiaria, est¨¢n ahora estos potentes m¨¢stiles institucionales que son el Banco Central y el IFE.
En Brasil, igualmente los ¨²ltimos gobiernos operaron importantes ajustes pragm¨¢ticos. El m¨¢s espectacular es sin duda el realizado por el actual Gobierno de Lula. Los mercados financieros temieron en 2002 su llegada al poder. Sin embargo, ¨¦ste sorprendi¨® por su compromiso fiscal y su ortodoxia monetaria. En 2004, Lula consigui¨® que el crecimiento del pa¨ªs se situara por encima de 5%. El impulso reformador fue vigoroso, varias importantes reformas, fiscales, pensionales y bancarias, superaron la prueba de fuego parlamentaria.
La combinaci¨®n de ortodoxia fiscal y monetaria con pol¨ªticas sociales no s¨®lo llam¨® la atenci¨®n de los mercados financieros y de los inversores extranjeros, sino tambi¨¦n de todos los pol¨ªticos latinoamericanos y en particular de los l¨ªderes de izquierda. Con ello se podr¨ªa dar un contagio pol¨ªtico en todo el continente: la difusi¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas pragm¨¢ticas, de pol¨ªticas de lo posible, continuistas y gradualistas. En un continente mareado por tantos cambios de rumbos ideol¨®gicos ¨¦sta ser¨ªa sin duda una gran noticia.
En 2005, no s¨®lo las estrellas siguen alineadas para la regi¨®n. Adem¨¢s, algunos pa¨ªses como Chile, Brasil o M¨¦xico, disponen ahora de potentes br¨²julas para orientarse y zarpar lejos de los arrecifes desde donde cantan las sirenas populistas. Este tr¨ªo podr¨ªa inspirar a otros como lo muestra la adopci¨®n por parte del nuevo Gobierno de izquierda en Uruguay de una combinaci¨®n de pragmatismo, de ortodoxia monetaria y fiscal con reformas sociales.
En 2006, cuando la mayor¨ªa de los pa¨ªses elijan sus nuevos presidentes, es de esperar que esta emulaci¨®n no desvanezca y que las estrellas pragm¨¢ticas sigan firme y luminosa en el cielo latinoamericano.
Javier Santiso es el economista jefe para Am¨¦rica Latina y Mercados Emergentes del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).
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