La Embajada de Espa?a en Cuba celebra la Fiesta Nacional sin invitar a la oposici¨®n
La recepci¨®n de la Embajada de Espa?a en La Habana con motivo de la Fiesta Nacional no pudo ser m¨¢s medida. Dos ministros y un viceministro acudieron al ¨¢gape en la residencia del embajador, Carlos Alonso Zald¨ªvar, quien evit¨® politizar el acto y no hizo discursos. La disidencia, que no hab¨ªa sido invitada, no organiz¨® ninguna actividad paralela para expresar su desacuerdo, como hasta el ¨²ltimo momento la diplomacia espa?ola consider¨® que pod¨ªa suceder. Fidel Castro, que s¨ª fue invitado, no acudi¨®, pero envi¨® flores. Un total de 1.200 personas asistieron a la recepci¨®n, que volvi¨® a ser lo que siempre fue: una de las celebraciones m¨¢s concurridas y animadas de la ciudad.
El ¨²ltimo episodio de la guerra del canap¨¦ transcurri¨® seg¨²n lo previsto. Al cancelar Espa?a las invitaciones a los disidentes, el Gobierno cubano estuvo representado en la recepci¨®n, aunque sin exageraciones. Acudieron el titular de Comercio Exterior, Ra¨²l de la Nuez; de Inversi¨®n Extranjera, Marta Lomas, y el viceministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodr¨ªguez, en representaci¨®n del canciller Felipe P¨¦rez Roque, que se encuentra en Espa?a para participar en la XV Cumbre Iberoamericana de Salamanca. Tambi¨¦n asisti¨® el comandante de la revoluci¨®n Guillermo Garc¨ªa Fr¨ªas.
Para el Gobierno cubano la recepci¨®n supuso una "rectificaci¨®n necesaria". "Siempre debi¨® haber sido as¨ª", dijo el ministro interino de Relaciones Exteriores. "Es una recepci¨®n de una embajada acreditada ante un Gobierno constituido, y han sido invitadas autoridades de ese Gobierno y representantes de la sociedad cubana".
Tensiones con Alemania
No ocult¨® Rodr¨ªguez que las tensiones con otros pa¨ªses de la UE a ra¨ªz de las pol¨¦micas invitaciones a los disidentes persisten, y se refiri¨® espec¨ªficamente a lo ocurrido el 4 de octubre, d¨ªa de la fiesta nacional de Alemania, cuando su embajada organiz¨® dos c¨®cteles, uno para autoridades y cuerpo diplom¨¢tico, y otro para la sociedad civil, al que fue invitada una amplia representaci¨®n de la oposici¨®n. "La recepci¨®n alemana faltaba a la dignidad de las autoridades cubanas y por eso no concurrimos", afirm¨® Rodr¨ªguez.
Pese a la carga pol¨ªtica y las expectativas que hab¨ªa levantado la recepci¨®n espa?ola, Zald¨ªvar logr¨® despolitizarla. No quiso pronunciar discursos, y cuando fue abordado por los periodistas, consider¨®: "Hoy estamos haciendo una Fiesta Nacional, no un mitin pol¨ªtico. Estamos haciendo un encuentro de convivencia". Afirm¨® que la medida europea de invitar a disidentes a las fiestas nacionales tuvo "el efecto de convertirlas en momentos pol¨ªticos", y de lo que se trata ahora es de fomentar "la concordia, no la discordia". Seg¨²n Zald¨ªvar, entre Cuba y Espa?a hay una relaci¨®n de "familia" y lo deseable es que Cuba se convierta en Espa?a en factor de encuentro, no de desencuentro.
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