... y el riesgo de epidemia en humanos

Para desatar una epidemia, el virus necesita adaptarse al hombre. Hasta ahora, la posibilidad m¨¢s temida era que el virus de la gripe aviar infectara a una persona que a su vez tuviera el virus de la gripe humana. En esa situaci¨®n, ambos virus pueden intercambiar genes y resultar un agente infeccioso tan mortal como el aviar, pero con la facilidad del virus humano para transmitirse de persona a persona. Tambi¨¦n habr¨ªa pandemia si el virus de la gripe aviar infecta, por ejemplo, a un cerdo (capaz de albergar el virus de la gripe humana) y en su interior se produce el fatal intercambio gen¨¦tico. Sin embargo, un estudio publicado este mes en las prestigiosas revistas Nature y Science revel¨® que la c¨¦lebre pandemia de 1918 se produjo sin ninguno de estos pasos. Entonces, un virus de la gripe aviar se adapt¨® poco a poco a las personas sin necesidad de intercambiar genes con los virus humanos. Dej¨® entre 20 y 50 millones de muertos.

La OMS afirma que es cuesti¨®n de tiempo que vuelva a ocurrir. Pero no se sabe ni cu¨¢ndo ni c¨®mo suceder¨¢, porque nunca se hab¨ªa seguido la evoluci¨®n de la gripe aviar a humana; puede tardar a?os. De momento, las previsiones no son alentadoras. La OMS prev¨¦ que una pandemia dejar¨ªa entre 2 y 7,4 millones de muertos, aunque admite que el c¨¢lculo es poco fiable. EE UU prev¨¦ 1,9 millones de muertes en el pa¨ªs en caso de epidemia.

Mientras el virus no se transmita f¨¢cilmente entre humanos y s¨®lo haya contagios espor¨¢dicos, es imposible desarrollar una vacuna, que tardar¨¢ meses una vez se conozca el virus. Por el momento, los pa¨ªses pueden comprar antivirales para limitar el futuro impacto, prepararse para identificar y aislar los casos sospechosos y desear que todo sea una exageraci¨®n.