"Sin duda, de profesi¨®n fue sabio"

Un portentoso y prol¨ªfico erudito. Julio Caro Baroja fue adem¨¢s de antrop¨®logo, historiador, escritor, etn¨®logo, pintor y dibujante, un testigo privilegiado de su tiempo. "Sobre humanidades lo ley¨® sencillamente todo, y disfrut¨® de una prodigiosa inteligencia y una inmensa sabidur¨ªa. Sin duda, de profesi¨®n fue sabio", explicaba ayer su sobrina Carmen Caro. Autor de m¨¢s de 40 vol¨²menes publicados, sus trabajos de campo le llevaron a recorrer paisajes andaluces, vascos, pero tambi¨¦n a adentrarse en el desierto del S¨¢hara, con cuyos pueblos convivi¨® para describirlos con maestr¨ªa.

Galardonado una y mil veces y miembro de numerosas academias, su finca malague?a se convirti¨® desde los a?os 50 en el retiro necesario para limpiar su mirada tras el ajetreo madrile?o. En Churriana combinaba grandes caminatas con conversaciones amenas. "Era muy andar¨ªn, y a diario recorr¨ªa diez kil¨®metros para acudir a su tertulia en la tienda de antig¨¹edades de Salvador Blasco, en el centro de M¨¢laga", relataba Caro.

Maneras pict¨®ricas

Su hermano P¨ªo traz¨® otro espont¨¢neo retrato: "Un solter¨®n que siempre hablaba de sus amores sarmentosos, porque nunca llegaban a cuajar".

Durante sus viajes como antrop¨®logo, Caro Baroja dibujaba escenas para ilustrar sus libros. Desde ayer sus maneras pict¨®ricas se pueden disfrutar en su antigua finca rodeados de una vegetaci¨®n buc¨®lica.

En Andaluc¨ªa, al autor de Las brujas y su mundo le sorprendieron la pobreza de la regi¨®n y su gran colorido: "Bajar hacia el Guadalquivir por los olivares de Ja¨¦n a¨²n me conmueve las fibras. Los pueblos me atraen m¨¢s que los castellanos y las personas parecen m¨¢s variadas que las de otras partes de Espa?a", escribi¨®. El escritor elabor¨® una envidiable biblioteca de 80.000 vol¨²menes cimentada sobre la de su t¨ªo, el novelista P¨ªo Baroja.