Una casta de empresarios

Durante d¨¦cadas, Eugenio S¨¢nchez-Ramade (Sevilla, 1928. C¨®rdoba, 2005) carg¨® sobre sus espaldas un grupo empresarial que mueve cientos de millones de euros anualmente. Lo hizo en silencio, apareciendo en los medios de comunicaci¨®n en muy pocas ocasiones. S¨¢nchez-Ramade, la segunda empresa andaluza por detr¨¢s de Abengoa, era una desconocida. Hasta ahora.

La constructora Noriega es la l¨ªnea de negocio que aport¨® el 33,5% de los 930 millones de euros que factur¨® el grupo durante el a?o pasado

Se sab¨ªa que el conglomerado cordob¨¦s de S¨¢nchez-Ramade era la primera compa?¨ªa no cotizada en Bolsa de la comunidad andaluza; que la familia S¨¢nchez-Ramade era propietaria de la cadena de distribuci¨®n Urende, de concesionarios, de salas de cine, de Diasa Inform¨¢tica... Y, sobre todo, del motor del holding: la constructora Noriega, que opera en el sur de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y en la Comunidad de Madrid. Y pocos datos m¨¢s.

En el mes de junio de este a?o, Eugenio, el patriarca del grupo, falleci¨®. A principios de la semana pasada, sus cuatro hijos -Eugenio, Javier, ?lvaro y Mart¨ªn- tuvieron un encuentro con la prensa en el que dejaron claro que el grupo empresarial no se va dividir tras la muerte de su progenitor, que actuaba como "aglutinante".

Un reparto al 25%

Cada hijo tiene el 25% de la participaci¨®n del grupo empresarial, que est¨¢ presidido por su madre, Mercedes Moreno. Y cada uno es responsable de una l¨ªnea de negocio. Eugenio, el mayor, gestiona las empresas de automoci¨®n y ocio; Javier, la cadena de distribuci¨®n de electrodom¨¦sticos; ?lvaro, la inform¨¢tica Diasa; y Mart¨ªn, la constructora Noriega, que es la l¨ªnea de negocio que aport¨® el 33,5% de los 930 millones de euros que factur¨® todo el grupo el a?o pasado.

El holding espera cerrar este ejercicio con 1.200 millones de euros en ventas, lo que supondr¨ªa volver a crecer por encima del 30% anual. Mart¨ªn -el m¨¢s "t¨ªmido", seg¨²n sus hermanos- pronuncia con respeto "don Eugenio" cuando quiere referirse a su padre. Explica que su progenitor depart¨ªa por separado con cada hijo para saber c¨®mo marchaba el grupo, que engloba a 90 empresas en las que trabajan unas 3.500 personas.

Tras la muerte del patriarca, los cuatro hermanos se re¨²nen todos los lunes para marcar las estrategias comunes. "El grupo es como una mancha de aceite", explica Eugenio al referirse a las "sinergias" que crean entre las distintas l¨ªneas de negocio para expandirse. Actualmente, tiene presencia en Andaluc¨ªa, Murcia, Galicia, Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Catalu?a y las dos Castillas.

Empezar desde cero

Dos de sus m¨¢ximas son la diversificaci¨®n, que estableci¨® su padre, y empezar las aventuras empresariales desde cero, sin hacerse con ninguna compa?¨ªa ya existente.

?sta es la tercera generaci¨®n de empresarios de la familia S¨¢nchez-Ramade. Cuentan que la aventura la comenz¨® su abuelo con los cines a principios de los a?os treinta. Los t¨ªos de los actuales propietarios continuaron con el negocio familiar. En 1960, naci¨® Urende y, dos a?os despu¨¦s, Noriega. En 1982, fundaron Coauto y en 1990, Diasa. La ¨²ltima aventura en la que se han embarcado es en las actividades agr¨ªcolas y ganaderas, que todav¨ªa representan un porcentaje menor de su volumen de negocio.

Pero durante el a?o 1985, el patriarca Eugenio compr¨® todas las participaciones que ten¨ªan sus hermanos y, seg¨²n su hijo Mart¨ªn, ese es el punto de partida del holding. "?l fue el gran promotor", a?ade el mayor de los hermanos: "Aunque de casta somos la tercera generaci¨®n". Hablan con admiraci¨®n del padre, del que cuentan que 15 d¨ªas antes de su muerte todav¨ªa trabajaba. "Nos han educado a ser empresarios y ese es el mejor patrimonio que nos han podido dejar", afirma Javier, que ocupa una de las dos vicepresidencias del grupo. La otra la ostenta Eugenio.

Otra de las peculiaridades de este holding es su profunda vinculaci¨®n con la ciudad de C¨®rdoba. Eugenio sostiene que gracias a las nuevas tecnolog¨ªas siguen viviendo en su ciudad. Aunque, seg¨²n el responsable de los negocios de construcci¨®n del conglomerado, al final, es necesario verse cara a cara para cerrar los negocios.