Retales de historia puertas adentro
Instituciones y particulares de M¨¢laga recuperan e integran los restos arqueol¨®gicos hallados en sus propiedades
El hallazgo de restos arqueol¨®gicos en una propiedad particular no tiene por qu¨¦ convertirse en un problema. As¨ª al menos lo han demostrado varios ciudadanos malague?os, que se han sumado a la protecci¨®n del patrimonio hist¨®rico y art¨ªstico rescatando y rehabilitando los restos encontrados en solares, o bien durante las obras de construcci¨®n o remodelaci¨®n de establecimientos abiertos al p¨²blico.
Estos retales de la historia de M¨¢laga se han convertido adem¨¢s en un valor a?adido, pues no son pocos los visitantes que enterados de su existencia acuden a estos establecimientos para observarlos. Una buena prueba de ello se da en la joyer¨ªa Olivares, ubicada en la c¨¦ntrica Plaza de las Flores de la capital malague?a.
Su propietario, Andr¨¦s Olivares, se embarc¨® hace cosa de tres a?os en rehabilitar su comercio contando ya con las advertencias de varios arque¨®logos que sospechaban que bajo su comercio pod¨ªan existir restos dignos de ser conservados para su estudio. Y esos restos aparecieron a s¨®lo tres metros bajo tierra.
Se trataba de unas tener¨ªas ¨¢rabes -talleres donde se trabajan y curten las pieles- datadas en el siglo XI. Este descubrimiento supuso alg¨²n que otro quebradero de cabeza para el due?o de esta joyer¨ªa, que vio c¨®mo se retrasaban las obras unos cuantos meses, si bien recibi¨® alguna ayuda econ¨®mica para contrarrestar el encarecimiento que supon¨ªa conservar estos restos nazar¨ªes.
"Me parece una muy buena idea. No esperaba encontrar algo as¨ª en una tienda, es curioso", comentaba Ingrid Villanueva al contemplar los restos iluminados bajo sus pies, vestigios de c¨®mo debi¨® de ser la curtidur¨ªa que funcionaba en ese preciso lugar hace diez siglos.
"Es lo que se debe hacer, porque al fin y al cabo son trozos de la historia de la ciudad y mientras que se puedan conservar de esta forma...", apostillaba su amiga Mar¨ªa Jes¨²s en la entrada de la joyer¨ªa.
Igual de sorprendido que estas dos malague?as se mostraba Frederick Ekland al toparse de bruces en la entrada de la librer¨ªa Proteo con los restos de uno de los principales accesos a la M¨¢laga medieval.
Este estudiante sueco le¨ªa con cierta dificultad debido a su a¨²n pobre dominio del espa?ol los carteles explicativos que sobre los restos de la Puerta de Buenaventura o Bab al-Jawja (siglo XI) se encuentran repartidos por los escaparates de la librer¨ªa.
"Integramos este tramo de la muralla ¨¢rabe -torre¨®n y barbacana- para su uso p¨²blico tras la remodelaci¨®n de la librer¨ªa mediante el uso de materiales respetuosos y t¨¦cnicas bioconstructivas no agresivas con el medio ambiente. Con ello hemos conseguido que la librer¨ªa sea un espacio que conjuga lo comercial con lo cultural", explica uno de los responsables de Proteo, cuyo trozo de muralla ¨¢rabe se ha convertido en una especie de pozo de los deseos donde los clientes lanzan monedas.
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