Los Estados tienen abierta una disputa sobre el gobierno de Internet

Los gobiernos est¨¢n preocupados con Internet en la medida en que escapa a sus h¨¢bitos de soberan¨ªa, fundados en el territorio. El problema lo verbaliz¨® con claridad un juez franc¨¦s al querer prohibir el sitio de subastas de la empresa estadounidense Yahoo de souvenirs nazis: la ley francesa ha de aplicarse sobre Internet en Francia, pero resulta muy dif¨ªcil aplicar la ley de un territorio a un planeta virtual en el que las m¨¢quinas que albergan una p¨¢gina pueden buscar el pa¨ªs m¨¢s indulgente para estar en la Red.

El nacimiento de la Red desde abajo, con una arquitectura definida por sus usuarios, ha hecho que la disputa de poder pol¨ªtico sobre ella apareciera m¨¢s tard¨ªamente, con la expansi¨®n global de Internet. El que la Red naciera en Estados Unidos di¨® a la Administraci¨®n de ese pa¨ªs una proximidad al fen¨®meno y un control t¨¦cnico sobre ella que envidian los otros gobiernos.

El pr¨®ximo mes se celebrar¨¢ en T¨²nez la segunda y ¨²ltima convocatoria de la cumbre de la ONU sobre la sociedad de la informaci¨®n. En la agenda de temas pendientes est¨¢ la factura -c¨®mo y qui¨¦n paga- para combatir la brecha digital y el papel de los Estados en el gobierno de la red. Este segundo debate se centra en la ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), el organismo multinacional privado, sometido a las leyes californianas, que gestiona los dominios (direcciones) de Internet, tarea que realiza por la autorizaci¨®n, revisable, del Departamento de Comercio estadounidense. En la primera cumbre, celebrada en Ginebra en 2003, algunos gobiernos, como los de la India, Brasil y China, plantearon la necesidad de traspasar a los gobiernos la gesti¨®n de Internet. La Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones (UTI), organizadora de la citada cumbre por encargo de la ONU, no ha ocultado su candidatura a liderar esta gesti¨®n desplazando a la ICANN.

Cr¨ªticas

Estados Unidos defiende la ICANN y la Uni¨®n Europea ha ido acentuando las cr¨ªticas a la dependencia de este organismo. Aunque no es favorable a desactivar la ICANN y defiende dar mayor peso a los gobiernos en su seno, debilitando la tutela estadounidense, en la ¨²ltima reuni¨®n preparatoria de la cumbre acentu¨® las cr¨ªticas al inmovilismo de EE UU y esboz¨® una diplom¨¢tica amenaza de alinearse con los Estados m¨¢s cr¨ªticos. La UE propone la creaci¨®n de un foro que, sin reemplazar "los actuales mecanismos e instituciones", pueda construir en la existente estructura una instancia que ponga el ¨¦nfasis en la complementariedad que debe haber entre todos los actores implicados en Internet: sector p¨²blico y privado, sociedad civil y organizaciones internacionales". Este foro debe incrementar la robustez del sistema en los elementos clave del gobierno de Internet. El documento propone tareas b¨¢sicas, como el alojamiento "equitativo y eficiente" del sistema de dominios, establecer un m¨¦todo de arbitraje para los conflictos y definir un plan de emergencia que asegure su continuidad crucial.

Los observadores de la cumbre no descartan que en su segunda y ¨²ltima convocatoria no se llegue a un acuerdo en este punto y se aplace por la v¨ªa de convocar un nuevo espacio de discusi¨®n con un calendario impreciso

Los pa¨ªses que se oponen a traspasar a los gobiernos la gesti¨®n que actualmente realiza la ICANN temen que, adem¨¢s de asumir el control de la infraestructura t¨¦cnica que soporta la Red, los gobiernos no democr¨¢ticos vean en la maniobra una oportunidad para extender a niveles planetarios el control y la censura que ahora implantan en sus fronteras. Los antecedentes de pa¨ªses como China no son tranquilizadores en este sentido.

Los pa¨ªses que defienden un cambio radical argumentan que carece de sentido que la cumbre apele a los Estados para que definan pol¨ªticas que permitan cerrar la brecha digital y se bloquee la administraci¨®n p¨²blica de Internet. Un detalle que irrita a los gobiernos es que el organismo est¨¦ sometido al derecho estadounidense y que las decisiones pasan, en ¨²ltima instancia, por Washington. Es decir, si se quiere cambiar el gestor de un dominio, por ejemplo el espa?ol .es, la ICANN tramita el cambio, pero debe contar con el nihil obstat estadounidense.

El Gobierno de EE UU nunca ha bloqueado una decisi¨®n de la ICANN, pero al resto de los gobiernos les molesta esta dependencia de un pa¨ªs extranjero, situaci¨®n que ha llegado a definirse como de libertad vigilada.

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