Arquitectura sin maquillaje

Como las top-models, la arquitectura suele desfilar en la pasarela de las revistas vestida con sus mejores galas y el maquillaje corrector que disimula arrugas, manchas y otros efectos de la edad. David Bestu¨¦ (Barcelona, 1980) admira la obra de Enric Miralles (Barcelona, 1955-2000) y eso se respira en la instalaci¨®n de fotograf¨ªas y textos sobre su obra que presenta en la Sala Montcada de Barcelona hasta el 8 de enero, pero no le impide hurgar en los defectos y las huellas que el tiempo y el uso han dejado en los trabajos de una de las ¨²ltimas grandes figuras de la arquitectura catalana. "He crecido viendo sus obras en construcci¨®n y, adem¨¢s, lo considero una especie de s¨ªmbolo de una ¨¦poca de Barcelona como ciudad de los arquitectos", indica Bestu¨¦. "Su muerte tambi¨¦n simboliza en parte el final de un modelo human¨ªstico de hacer arquitectura, algo que ya se aprecia en sus ¨²ltimas obras".

Para realizar este proyecto, en el que ha invertido casi dos a?os, Bestu¨¦ no s¨®lo fotografi¨® muchos de los edificios construidos por el arquitecto, sino que ley¨® tambi¨¦n la mayor¨ªa de sus escritos, incluida su tesis doctoral, y se entrevist¨® con muchos de sus colaboradores, incluida su primera socia, Carmen Pin¨®s, con la que firm¨® sus proyectos iniciales, con los que alcanz¨® prestigio, y su viuda y actual responsable del estudio, Benedetta Tagliabue, que ha finalizado las grandes obras del arquitecto.

El resultado es fascinante. Bestu¨¦ bucea en las intenciones del arquitecto y las compara con el resultado final de la obra; muestra la grandeza de algunas de sus soluciones y las contradicciones que provoca a veces su uso real. El inc¨®modo bar del campo de tiro de Barcelona o las car¨ªsimas farolas del desmantelado paseo de Prim de Reus son algunos ejemplos de ello. El centenar de fotograf¨ªas y la veintena de textos -que se presentan colgados de forma modesta en la pared y seguramente merecer¨ªan ser objeto de una publicaci¨®n- conforman una m¨¢s que interesante aproximaci¨®n al trabajo de Miralles, realizada con respeto pero tambi¨¦n con distancia cr¨ªtica. "Miralles era un arquitecto muy conceptual y me gusta la tensi¨®n que hay entre la imagen mental y la imagen construida", afirma Bestu¨¦, que cierra la exposici¨®n con una maqueta, realizada en colaboraci¨®n con Txuma S¨¢nchez, del Palacio de Deportes de Huesca con la cubierta derrumbada, algo que sucedi¨® en 1993.

Junto a estas piezas, la Sala Montcada de la Fundaci¨®n La Caixa presenta tambi¨¦n otra instalaci¨®n, m¨¢s po¨¦tica, de la artista Blanca Casas Brullet titulada Els marges feli?os. La exposici¨®n cierra ciclo en la Sala Montcada, que esta ¨²ltima temporada ha contado con los comisarios Mart¨ª Manen y Fabianne Fulch¨¦ri bajo el lema com¨²n Nada / algo pasa.