?Ay de los vencidos!
El l¨ªder del PP catal¨¢n Josep Piqu¨¦ ha expresado en p¨²blico lo que piensan muchos dirigentes de ese partido en privado. Est¨¢n intentando reintroducir en la agenda pol¨ªtica la dial¨¦ctica de vencedores y vencidos en la Guerra Civil, que no se utilizaba desde la muerte del dictador en 1975. Hace unos d¨ªas, o¨ª a un eurodiputado popular decirle a un compa?ero sin saber que yo lo escuchaba "¨¦ste (se refer¨ªa al Presidente del Gobierno) quiere ganar ahora la guerra que perdi¨® su abuelo".
Muchos creemos que m¨¢s que una maldad es un tremendo error. Y lo es porque la Espa?a de hoy no seguir¨¢ ese discurso, pero adem¨¢s porque denigra a los vencidos (?es que hubo vencedores?), o sea a la ¨²ltima etapa democr¨¢tica que conoci¨® Espa?a antes de la Constituci¨®n de 1978, indirectamente legitima a la larga dictadura que emergi¨® de la contienda incivil provocada por un golpe de Estado militar, y enfrenta absurdamente la legitimidad de la Segunda Rep¨²blica con la democracia surgida de la transici¨®n posfranquista, como si ambas fueran incompatibles o contradictorias.
No afirmamos los socialistas que el PP sea heredero del franquismo, pero sus actos, como la sorprendente protesta por la retirada de la estatua ecuestre del dictador en Madrid, o sus palabras, como las que comentamos de Piqu¨¦, demuestran que el primer partido de la oposici¨®n tiene pendiente definir sus propias referencias hist¨®ricas, de qui¨¦n o qui¨¦nes se consideran herederos, cu¨¢les son sus paternidades colectivas. En algunos momentos se han referido a don Antonio Maura o a C¨¢novas del Castillo, incluso en su primera ¨¦poca Aznar reivindic¨® a don Manuel Aza?a, un vencido que pidi¨® "Paz, piedad y perd¨®n", pero luego lo olvidaron. Esa ambig¨¹edad no resuelta es lo que genera incomodidad entre muchos dem¨®cratas.
En un debate parlamentario,hace unos a?os, en relaci¨®n con la memoria hist¨®rica y ante la actitud defensiva del PP, dije que ni Alemania ni en Francia nadie del arco parlamentario se considera heredero del nazismo o del r¨¦gimen de Vichy, aunque sea evidente que millones de alemanes hubieran sido hitlerianos o millones de franceses petainistas: ?por qu¨¦ en Espa?a tiene que ser distinto?, me preguntaba. La Guerra Civil no termin¨® en 1939 sino que continu¨® con una represi¨®n permanente y un estado de excepci¨®n continuado hasta 1975, y tan vencido fue el Unamuno del "vencer¨¦is porque ten¨¦is la fuerza bruta, pero no convencer¨¦is", en la Salamanca de 1937, como el joven estudiante Enrique Ruano, "suicidado" por la polic¨ªa pol¨ªtica en el tardofranquismo y denigrado por el Abc que public¨® su diario ¨ªntimo.
Resulta parad¨®jico que en Chile hasta los candidatos de la derecha a las presidenciales renieguen de Pinochet, multiprocesado y hace unos a?os preso por orden de un juez espa?ol, y en Espa?a sigamos todav¨ªa polemizando entre dem¨®cratas sobre lo evidente, y que no se oiga jam¨¢s en un acto del PP una condena o rechazo de la dictadura franquista o unas palabras de, al menos, compasi¨®n por las v¨ªctimas de la represi¨®n.
O es que Piqu¨¦ quiere ahora arrebatarnos la legitimidad de un Federico Garc¨ªa Lorca camino de ser abatido en el barranco del Viznar o de un Antonio Machado atravesando a pie los pirineos huyendo de la barbarie fascista, o de Cernuda, Alexandre, Alberti, Guill¨¦n, Le¨®n Felipe, Ortega y Gasset, exiliado fuera y dentro... todos ellos vencidos. Es permisible deducir que si el PP no est¨¢ con los vencidos, ?lo estar¨¢ con los vencedores?, ?con qui¨¦nes?, ?con los generales Franco, Queipo de Llano, Mola, Yag¨¹e (a¨²n con calle en Madrid despu¨¦s de sus matanzas en Badajoz)...? Los millones de v¨ªctimas y vencidos por el franquismo no se merecen ser humillados por segunda vez. Es el PP el que tiene una asignatura pendiente y hasta que no la apruebe las dudas sobre su ambig¨¹edad seguir¨¢n vigentes.
Luis Y¨¢?ez-Barnuevo es diputado socialista en el Parlamento Europeo.
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