"Los museos se est¨¢n convirtiendo en simples negocios"
Sobre la despejada mesa de madera llama la atenci¨®n un enorme abrecartas. Parece un estilete para picar bloques de hielo. La nueva directora del Solomon R. Guggenheim, Lisa Dennison -puro instinto-, espera las preguntas mientras le pide al fot¨®grafo de Babelia que retire del objetivo de su c¨¢mara un accidental ejemplar del Wall Street Journal, "no vayan a pensar que estoy suscrita". Tras 27 a?os en la fundaci¨®n, la fidelidad de Dennison , de 52, se ha visto finalmente recompensada. Desde principios de los a?os noventa, ha sido la persona de confianza de Thomas Krens, como subdirectora y conservadora jefa del Museo de Manhattan. Ahora, su nombramiento como m¨¢xima responsable del centro matriz se presenta como una manera de configurar un staff homologable en todos los museos de la firma.
"Me considero una persona afortunada por venir del campo de la teor¨ªa, porque hoy muchos directores de museo salen de las business schools"
Dos horas antes de la entrevista, Krens y Dennison presentaban en el Guggenheim neoyorquino la nueva temporada de exposiciones de la firma. David Smith, Pollock, Zaha Hadid y La pintura espa?ola, de El Greco a Picasso ser¨¢n los faros que alumbrar¨¢n el hist¨®rico museo de la Quinta Avenida, mientras Chillida, Beckmann, Kiefer y Koons/Canova lo har¨¢n en Bilbao, despu¨¦s de acoger la exposici¨®n ?Rusia!, el pr¨®ximo abril, que estos d¨ªas en Nueva York aparece como el fen¨®meno art¨ªstico del oto?o: un mes despu¨¦s de su inauguraci¨®n, el edificio de Frank Lloyd Wright ya ha recibido la visita de 100.000 personas, por el nada m¨®dico precio de 18 d¨®lares (tres m¨¢s que la entrada est¨¢ndar), que ayudar¨¢n a pagar los cuatro millones que ha costado la exhibici¨®n. Los cinco museos Guggenheim reciben m¨¢s de 2,5 millones de visitantes al a?o.
PREGUNTA. Tras su nombramiento, declar¨® que "su Guggenheim" iba a ser "diferente". ?En qu¨¦ sentido y qu¨¦ supone su ascenso?
RESPUESTA. Tom y yo compartimos los mismos valores, pero tenemos un estilo diferente y a eso me refer¨ªa. Mi intenci¨®n es no hacer m¨¢s exposiciones como curator, al menos de momento. Tom se har¨¢ cargo de la direcci¨®n ejecutiva de la fundaci¨®n, es decir, los valores institucionales, la red de museos, las posibilidades de expansi¨®n, la arquitectura. Me concierne la responsabilidad espec¨ªfica para la instituci¨®n de Nueva York. Mi trabajo ser¨¢ con la colecci¨®n, la organizaci¨®n de exposiciones, la educaci¨®n y las ayudas a artistas, que son los valores propios del museo. Dirigir el Guggenheim es lo m¨¢s apasionante del mundo.
P. ?Reforzar¨¢ la colecci¨®n? A Krens se le critic¨® por haberla descuidado y no haber gastado un presupuesto importante en adquisiciones.
R. Eso no es cierto. Tom tiene un papel important¨ªsimo en la construcci¨®n de la colecci¨®n, casi dobl¨® el n¨²mero de obras, fue la primera prioridad que se impuso como director y la ha mantenido durante 17 a?os. ?l sabe que una colecci¨®n es mucho m¨¢s importante que el programa de exposiciones. Seguiremos comprando, fotograf¨ªa, cine, v¨ªdeo, instalaciones... Ahora bien, necesitar¨¢ m¨¢s cuidados y dedicar espacio a la arquitectura y al dise?o. Ahora el museo es fuerte en obras de los a?os sesenta y setenta porque aquellos a?os son el caldo de cultivo para entender el arte contempor¨¢neo.
P. ?Intentar¨¢ atraer otras colecciones al Guggenheim de Nueva York? Se me ocurre la de Eli Broad, una de las m¨¢s deseadas.
R. ?sa ser¨ªa una de las dianas. La colecci¨®n del Guggenheim es la colecci¨®n de los coleccionistas, desde Solomon hasta Peggy, Panza di Biumo, la colecci¨®n Mapplethorpe... todo eso explica c¨®mo trabajamos, no se trata de comprar al tunt¨²n, queremos atraer colecciones extraordinarias. Piense que aquellas colecciones tienen su personalidad, son producto de personas que amaban el arte y asum¨ªan grandes riesgos. Con Eli Broad tengo un fuerte compromiso, ¨¦l est¨¢ intentando construir su propio museo de arte contempor¨¢neo en Los ?ngeles, pero ¨¦ste no es su ¨²nico objetivo. Por eso estamos intentando convencerle para que su colecci¨®n se quede aqu¨ª para siempre. Lo m¨¢s importante es el espacio, a m¨¢s espacio, m¨¢s habilidad para atraer otras colecciones.
P. Ha sido miembro del equipo curatorial del museo desde 1978 y durante 27 a?os ha trabajado como subdirectora y comisaria jefe de la fundaci¨®n. Es un raro ejemplo de fidelidad a un museo, en un mundo tan vol¨¢til.
R. Creo que es una obligaci¨®n de un director de museo defender su propio programa, pensar de forma cr¨ªtica sobre lo que queremos como museo y comunicarlo claramente al p¨²blico. Me considero una persona afortunada por venir del campo de la teor¨ªa, porque hoy muchos directores de museo salen de las business schools. Los museos se est¨¢n convirtiendo cada vez m¨¢s en simples negocios.
P. Por cierto, la Fundaci¨®n Guggenheim, con Krens a la cabeza, fue muy criticada por crear las llamadas exposiciones blockbusters. Pienso en The art of motorcycle, patrocinada por BMW, o Armani, en aquella ocasi¨®n el dise?ador hizo una donaci¨®n al museo de 15 millones de d¨®lares. ?Tiene usted la sensaci¨®n de que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil trazar la delgada l¨ªnea entre cultura y promoci¨®n comercial?
R. S¨ª, es dif¨ªcil dibujar esa l¨ªnea, pero tambi¨¦n creo que no existen puentes entre museos non-profit y empresas comerciales. Adem¨¢s, el concepto blockbuster no es de Tom, antes lo hizo el Metropolitan. Creo que la pregunta es, ?deben los museos hoy pensar como un tipo de empresas? S¨ª, porque son instituciones muy caras, el mantenimiento y los programas tambi¨¦n lo son. Aqu¨ª no tenemos un Gobierno que financie el arte. Est¨¢ claro que los directores de museos tienen que cambiar en el nuevo siglo. Lo importante para nosotros es la educaci¨®n, que el est¨¢ndar de excelencia sea bueno y que haya un equilibrio entre museo y empresa, por eso son fundamentales los socios fundadores, los mecenas, los amigos del museo, ellos recaudan dinero para el centro.
P. Usted ha tenido un papel relevante en la creaci¨®n de la colecci¨®n permanente de Bilbao. ?En qu¨¦ sentido afectar¨¢ al Guggenheim vasco su ascenso?
R. Sigo siendo la chief curator de la fundaci¨®n, por tanto tengo la responsabilidad de crear la colecci¨®n y de los programas de exposiciones de todos los museos Guggenheim. Una de las satisfacciones m¨¢s grandes de mi vida ha sido trabajar en la colecci¨®n de Bilbao, me gusta m¨¢s eso que hacer exposiciones, y definitivamente quiero seguir formando parte y sentirme responsable de su evoluci¨®n.
P. Hace unos d¨ªas, Le Monde public¨® una entrevista con Jean Clair, en la que ¨¦ste afirmaba que el conservateur de un museo era el ¨²ltimo m¨¦tier, la ¨²ltima profesi¨®n aristocr¨¢tica, a conservar en el mundo moderno. ?Qu¨¦ piensa?
R. Cuando estudiaba, exist¨ªa la creencia de que para ser conservador ten¨ªas que tener un background medio arist¨®crata. Cuando llegu¨¦ al Guggenheim, en 1978, cobraba 8.000 d¨®lares anuales, me di cuenta de que era una profesi¨®n como cualquier otra. El papel del comisario ha cambiado enormemente en las ¨²ltimas d¨¦cadas, es gente con inquietudes art¨ªsticas y profesionales, hay curators en salas de subastas, galer¨ªas, colecciones privadas, pero no tienen ese glamour que se cree. No s¨¦, quiz¨¢s en Francia s¨ª pasa.
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