La italiana Eni rompe un acuerdo comercial con la rusa Gazprom

El gigante energ¨¦tico ruso Gazprom y el grupo italiano Eni decidieron el jueves romper un acuerdo comercial que deb¨ªa generar unos 500 millones de euros al a?o, despu¨¦s de que el Antitrust (agencia de libre competencia) de Roma y el sindicato de control de la propia Eni expresaran su alarma por las condiciones del contrato.

El acuerdo, que permit¨ªa a Gazprom distribuir directamente 2.000 millones de metros c¨²bicos de gas anuales en Italia, fue propiciado por la amistad entre Vlad¨ªmir Putin y Silvio Berlusconi y favorec¨ªa de forma muy especial a Bruno Mentasti, viejo socio y amigo del Cavaliere. La direcci¨®n de Eni opt¨® por echarse atr¨¢s antes de que el asunto se convirtiera en un esc¨¢ndalo pol¨ªtico.

Los t¨¦rminos del negocio fueron acordados en Mosc¨², el pasado mes de mayo, entre el presidente del comit¨¦ de Gazprom (el mayor productor mundial de gas, controlado por el Kremlin), Alexei Miller, y el entonces consejero delegado de Eni (controlada por el Tesoro italiano, con un 30% de las acciones), Vittorio Mincato.

Gazprom ten¨ªa inter¨¦s en abrirse una puerta al mercado europeo que le permitiera comercializar metano, para dejar de ser un simple suministrador de los distribuidores locales y ampliar su margen de beneficio. Eni, por su parte, se ve¨ªa forzada a abrirse a la competencia para cumplir con las regulaciones comunitarias.

Bajo el patrocinio de Putin y Berlusconi, Miller y Mincato creyeron encontrar la soluci¨®n: Eni abr¨ªa el mercado italiano a una filial de Gazprom en la que un socio de Berlusconi poseer¨ªa un 30%; Gazprom, a su vez, prolongaba 10 a?os, hasta 2027, los vigentes contratos de suministro de gas siberiano para la sociedad italiana.

Hab¨ªa muchas irregularidades en ese acuerdo, m¨¢s all¨¢ de la llamativa presencia del berlusconiano Bruno Mentasti. La primera: rompiendo las reglas internas, el Consejo de Administraci¨®n de Eni no fue previamente informado de las negociaciones. La segunda: el env¨ªo de gas hacia Italia deb¨ªa realizarse a trav¨¦s del gasoducto austriaco de Eni, pero la gesti¨®n de ese transporte fue asignada directamente a Gazprom, en lugar de plantearse un concurso p¨²blico. La tercera: se presentaba como "apertura a la competencia" la entrada en Italia de Gazprom, que no ten¨ªa nada de competidor con Eni ya que ambas sociedades estaban asociadas.

En junio se produjo un relevo en la c¨²pula de Eni, y el nuevo consejero delegado, Paolo Scaroni, realiz¨® gestiones ante las autoridades italianas de libre competencia (Antitrust) y el sindicato de control de la propia compa?¨ªa. Ambas instituciones indicaron que el acuerdo les parec¨ªa inaplicable porque romp¨ªa las normas italianas y las comunitarias. Scaroni, que inicialmente hab¨ªa refrendado los t¨¦rminos pactados por su antecesor, prefiri¨® no arriesgarse y comunic¨® a los rusos que no pod¨ªa seguir adelante.

Fuentes del sector energ¨¦tico italiano se?alaron ayer que Miller, el dirigente de Gazprom, se enfureci¨® y dijo no comprender la preocupaci¨®n de Scaroni. Finalmente, el jueves, se decidi¨® romper el preacuerdo de mayo, consider¨¢ndolo "expirado", y renegociar a finales de este mes alg¨²n tipo de cooperaci¨®n m¨¢s acorde con la legislaci¨®n europea.

Fuentes del sector indicaron que la fallida asociaci¨®n era una muestra de la "agresividad" de Gazprom en su estrategia de conquista de mercados en la Uni¨®n Europea, y pronosticaron que el gigantesco productor de gas ruso, l¨ªder mundial con gran diferencia, seguir¨ªa intentando implantarse en el negocio de la distribuci¨®n en los pa¨ªses de mayor consumo. La oposici¨®n italiana se declar¨® "aliviada" por la ruptura del preacuerdo.