La tarde tiene desmayos
En la m¨¦xicana Jerez, la poes¨ªa de L¨®pez Velarde lo recorre todo
A 56 kil¨®metros de la ciudad de Zacatecas, y a m¨¢s de dos mil metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentra la ciudad de Jerez. Situada en un largo valle a la entrada del ca?¨®n de Tlaltenango, est¨¢ rodeada de grandes y altas serran¨ªas. La antigua Xerez de la Frontera fue fundada en el a?o 1572 por Pedro Carrillo, Mart¨ªn Moreno y Pedro Caldera, originarios de Jerez de los Caballeros, en Badajoz (Extremadura). Estamos en lo que se llam¨® la Nueva Galicia. El valle es regado espor¨¢dicamente por el r¨ªo Grande y el Jomulco.
La casa-museo del poeta Ram¨®n L¨®pez Velarde se encuentra sita en el n¨²mero 33 de la calle del mismo nombre. Como las de gran parte de esta vetusta v¨ªa, tiene zagu¨¢n, rejas hasta el suelo y patio arcado en el interior. Al entrar, varias personas est¨¢n sentadas en una salita que hace las veces de recepci¨®n y peque?a librer¨ªa improvisada. Una gran foto del poeta est¨¢ colgada de la pared junto a un gigantesco mapa her¨¢ldico de la saga del poeta, que se remonta nada menos que hasta nuestra convulsa Edad Media. "Tardaron en recomponerlo m¨¢s de diez a?os", me dice un joven que, a partir de ahora, me va a acompa?ar por las estancias.
El eje central de la peque?a mansi¨®n burguesa de provincias es el patio interior. Est¨¢ dividido por dos arcos apoyados sobre una columna. Y si el patio es el coraz¨®n de la casa, el pozo lo es a su vez del patio. No se encuentra el brocal en el centro, sino en un lateral. "El viejo pozo de mi vieja casa / sobre cuyo brocal mi infancia tantas veces / se clavaba de codos, buscando el vaticinio / de la tortuga, o bien el iris de los peces, / es un compendio de ilusi¨®n / y de hist¨®ricas peque?eces".
Alrededor del patio se distribu¨ªan las habitaciones, el comedor y el gran sal¨®n. Una habitaci¨®n est¨¢ tal cual debi¨® ser en la segunda mitad del siglo XIX. En una de las dos estancias, decoradas con muebles de ¨¦poca, hay un piano: "Piano llor¨®n de Genoveva, doliente piano / que en sus teclas resumes de la vida el arcano; / piano llor¨®n, tus teclas son blancas y son negras, / como mis d¨ªas negros, como mis blancas horas; / (...) Me pareces, ?oh piano!, por tu voz lastimera, / una caja de l¨¢grimas, y tu oscura madera / me evoca la visita del primer ata¨²d / que recib¨ª en mi casa en plena juventud..." ("El piano de Genoveva", de Primeras poes¨ªas). En otra estancia, adem¨¢s de las propias obras del poeta, recuerdos varios, manuscritos y textos sobre su vida y su labor literaria, se recogen fragmentos ensay¨ªsticos encomi¨¢sticos, sobre L¨®pez Velarde; entre ellos, uno muy destacado de Pablo Neruda. El premio Nobel chileno recuerda c¨®mo alquil¨® la casa que el poeta jerezano hab¨ªa tenido en Coyoac¨¢n, cuyos salones estaban invadidos de alacranes. Neruda comenta que al principio de su lectura L¨®pez Velarde no le caus¨® muy buena impresi¨®n, pero ahondando en su poes¨ªa, luego, le dej¨® tan impresionado que confiesa haber deseado conocerlo personalmente. Neruda lo calific¨® como "el m¨¢s provinciano de los poetas", no en un sentido peyorativo, sino, por el contrario, en el mejor esp¨ªritu simbolista de Baudelaire o Laforgue.
Salgo de nuevo al patio que, yendo hacia atr¨¢s, da a otros dos m¨¢s peque?os. En uno era donde crec¨ªa el naranjo. A?os m¨¢s tarde se sec¨® a causa de una nevada. "En tu casa desierta" escribe: "... Honda es la paz... Pero la angustia crece / al mirar que no vuelves. Hace ruido / el viento entre las hojas, y parece / que en el patio se quejan los difuntos... / ?Es el naranjo, que al temer tu olvido / me est¨¢ invitando a que lloremos juntos!" (Primeras poes¨ªas). Al naranjo hay otras referencias en sus poemas; por ejemplo, en "Humildemente", perteneciente al libro Zozobra. "Las naranjas cesaron de crecer, y yo apenas / si palpito a tus ojos / para poder vivir en este minuto...". El corral o las caballerizas est¨¢n en ese otro patio trastero de la casa donde existe una fuente o abrevadero para las bestias. La casa es toda de planta baja y est¨¢ henchida de melancol¨ªa "... voluptuosa Melancol¨ªa: / en tu talle m¨®rbido enrosca / el Placer su caligraf¨ªa / y la Muerte su garabato, / y en un clima de ala de mosca / la lujuria toca a rebato..." ("La ¨²ltima odalisca", de Zozobra, 1919).
Fachada barroca
De nuevo en la calle, desando el camino. La parroquia de la Inmaculada Concepci¨®n tiene una portada sobria pero elegante. Fue levantada a mediados del siglo XVIII. Su fachada es barroca de piedra blanca, un barroco sencillo y nada ostentoso, como en las muchas iglesias de Zacatecas. Los cuatro evangelistas protegen la entrada. Su interior es de tres naves y de estilo neocl¨¢sico, incluido el retablo central dedicado a la Pur¨ªsima Concepci¨®n. De frente, a la derecha, se eleva un campanario semejante al estilo herreriano. Las campanas de las iglesias -sobre todo las de su ciudad natal- son otro de los elementos b¨¢sicos en la obra de L¨®pez Velarde: "... en la discreta ventana, / y siempre llamando a misa / el bronce, loco de risa, / de la traviesa campana..." ("Viaje al terru?o", de La sangre devota, 1916). En el mismo poemario hay otros versos dedicados a "El campanero": "... El campanero y yo somos amigos (...) / ... campanero hermano, / haz doblar por mi ¨¢nima tus bronces". La parroquia de la Inmaculada Concepci¨®n es la m¨¢s cercana a la casa del poeta, pero de quien m¨¢s habla es del santuario de la Virgen de la Soledad. Camino de esta otra iglesia paso por delante de las arcadas del teatro Hinojosa. En la plaza hay un grupo de chicas j¨®venes. Son estudiantes. Ensayan una especie de desfile. Le pregunto a una de ellas qu¨¦ es lo que hacen, y me responde que ensayan el acto de fin de curso previo a la entrada en la Universidad. "... Esta hambre de amores y esta sed de ensue?o / que se satisfaga en el ignorado / grupo de muchachas de un lugar peque?o", escribe el joven poeta en el a?o 1910 en el libro La sangre devota. L¨®pez Velarde ten¨ªa veintid¨®s a?os cuando escribi¨® estos versos. El poeta no dej¨® nunca de ser joven, pues al cumplir los treinta y tres muri¨®.
Delante del santuario de la Virgen de la Soledad est¨¢ el edificio de la Torre. Abarca toda la manzana. Es una mezcla de los m¨¢s variados estilos: rom¨¢nico, g¨®tico, mud¨¦jar, plateresco. Fue construido a finales del siglo XIX. El trabajo de canter¨ªa es magn¨ªfico. Actualmente est¨¢ utilizado por el Instituto Jerezano de Cultura y por la Biblioteca Municipal. La Virgen de la Soledad es la patrona de Jerez. A ella le dedic¨® L¨®pez Velarde un poema en La sangre devota: "Se?ora: llego a ti / desde las tenebrosas anarqu¨ªas / del pensamiento y la conducta, para / aspirar los naranjos / de elecci¨®n, que florecen / en tu atrio, con una / nieve nupcial... Y entro / a tu Santuario, como un herido / a las hondas quietudes hospicianas / en que s¨®lo se escucha / el toque saludable de una esquila...". La iglesia se erigi¨® a comienzos del siglo XIX y se finaliz¨® en el ¨²ltimo cuarto del mismo. Se levant¨® sobre los cimientos de la antigua capilla de un hospital. El estilo de mayor impronta es el neocl¨¢sico, aunque en sus adornos a¨²n existen reminiscencias barrocas.
Las dos torres que enmarcan la fachada son de buena proporci¨®n, con dos cuerpos escalonados y remate en forma de peque?a c¨²pula, todo ornamentado con bell¨ªsimas columnas y remates en forma de macetones. Estas torres, esta iglesia est¨¢ muy nombrada en los poemas de L¨®pez Velarde. Me siento en un banco mientras observo c¨®mo varias mujeres est¨¢n decorando con flores el altar, quiz¨¢ para una boda. El ¨®rgano, que parece ser regal¨® Benito Ju¨¢rez, rompe el silencio con dubitativas notas. Miro cada esquina y me imagino al adolescente poeta sentado en alguno de estos mismos asientos, meditando sobre el amor plat¨®nico en medio de la m¨ªstica cotidiana: "... ?Amor a las mujeres? Apenas rememoro / que tuve no s¨¦ cu¨¢les sensaciones arcanas / en las misas solemnes, cuando brillaba oro / de casullas, y mientras, en aquellas ma?anas / en que vi muchas bellas colegialas: el coro / que a la iglesia tra¨ªan las monjas meresianas" ("Del seminario", en Primeras poes¨ªas).
Cierta prosa municipal
Por la calle del Santuario me dirijo hacia la plaza principal o plaza de Armas. A ella le dedic¨® el largo poema "En la plaza de Armas" (La sangre devota): "Plaza de Armas, plaza de musicales nidos, / frente a frente del rudo y enano soportal; / plaza en que se confunden un obstinado aroma / l¨ªrico y una cierta prosa municipal; / plaza frente a la c¨¢rcel l¨®brega y frente al l¨²cido / hogar en que nacieron y murieron los m¨ªos". Despu¨¦s de tornar a la plaza como testigo del paso del tiempo, enumerando historias y personajes famosos o no que pasaron por ella, L¨®pez Velarde termina su poema con estos versos: "Mas la plaza est¨¢ muda, y su silencio tr¨¢gico / se va agravando en m¨ª con el mismo dolor / del biso?o escolar que sale a vacaciones / pensando en la ben¨¦vola acogida de Abel, / y halla muerto, en la sala, al hermano menor". La plaza es perfectamente cuadrada y porticada. En el centro tiene un gran jard¨ªn presidido por un quiosco de la m¨²sica de estilo neomud¨¦jar. Es el jard¨ªn de Rafael P¨¢ez. All¨ª, en una esquina, a¨²n se conserva la casa donde vivi¨® Humboldt durante varios d¨ªas. A la sombra del quiosco, un grupo de hombres mayores, tocados con sombreros, juegan a las cartas sobre una improvisada mesa. La plaza est¨¢ rodeada de tiendas y comercios de todo tipo. Encima de los bajos comerciales hay pisos acristalados con casas de vecinos y oficinas. "Tus ventanas de antigua arquitectura / en que el canario, a trinos, alborota / la paz de tu silencio provinciano; / ventanas en que flota, / para embriaguez de los amantes, fieles, / la desmayada ofrenda del perfume / de rosas y claveles..." ("Tus ventanas", de Primeras poes¨ªas). Leo los r¨®tulos de los establecimientos y en uno de ellos encuentro lo que buscaba, Never¨ªa el Para¨ªso. Atravieso el peque?o trecho que separa el jard¨ªn del soportal y entro en la helader¨ªa. Es el vest¨ªbulo de lo que debi¨® ser una buena casa burguesa. El techo es alt¨ªsimo. De las paredes cuelgan fotograf¨ªas antiguas de Jerez, as¨ª como de personajes de la pol¨ªtica y el cine mexicano. En una de esas instant¨¢neas venerables aparece Manolete de paisano junto a otros rostros que, a primera vista, me son dif¨ªciles de identificar. Una muchacha me trae un gran helado a la mesa desde la cual contemplo c¨®mo, en este pueblo, pasa buenamente la vida en un d¨ªa cualquiera suyo y m¨ªo. Ni siquiera es uno de esos domingos de provincia a los cuales el poeta se refiri¨® en La sangre devota: "En los claros domingos de mi pueblo, es costumbre / que en la plaza descubran las gentiles cabezas / las mozas, y sus ojos reflejan dulcedumbre / y la banda en el quiosco toca l¨¢nguidas piezas...". No hay nada m¨¢s que mencionar en Jerez. Ese esp¨ªritu melanc¨®lico, ese spleen de Ram¨®n L¨®pez Velarde se conserva a¨²n intacto. Al levantarme e ir a pagar, descubro en el fondo de la estancia una gran biblioteca cerrada por unas rejas. Ahora la utilizan como oficina. Mientras pago, la muchacha no sabe decirme el porqu¨¦ de aquella presencia. Se disculpa coment¨¢ndome tristemente que es su ¨²ltimo d¨ªa como camarera. Ma?ana parte a trabajar a Estados Unidos, como tantos otros miles de jerezanos. Salgo de nuevo a la plaza y me dispongo a esperar el coche que me trasladar¨¢ de nuevo a Zacatecas. Y "esperando para el viaje / la tarde tiene desmayos...".
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos- Poblaci¨®n: Jerez tiene unos 35.000 habitantes.- Situaci¨®n: a unos 56 kil¨®metros al suroeste de la ciudad de Zacatecas.- Prefijo telef¨®nico: 00 52 494.C¨®mo ir- Aerom¨¦xico (www.aeromexico.com y en agencias). Ida y vuelta entre Madrid y Zacatecas, con escala en Ciudad de M¨¦xico, por 740, m¨¢s tasas.- Iberia (902 400 500; www.iberia.com) ofrece ida y vuelta a Ciudad de M¨¦xico desde 640 euros, tasas y cargo incluidos.Dormir- Hotel Santa Cecilia (945 24 12). Constituci¨®n, 4. Jerez. Habitaciones dobles por 20 euros.- Hotel Leo (945 20 01). CalzadaSuave Patria, s/n. La habitaci¨®n doble cuesta 22 euros.Informaci¨®n- Oficina de turismo de M¨¦xico (915 61 35 20; www.visitmexico.com).- www.jerez.gob.mx- www.turismozacatecas.gob.mx.
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