Rodilla fr¨¢gil, cabeza de hierro

No solt¨® l¨¢grima alguna cuando el doctor le dio la mala noticia. Ni despu¨¦s. Se resisti¨® a la tentaci¨®n del abatimiento y decidi¨®, por segunda vez en un solo a?o, afrontar la desdicha con entereza, con profesionalidad. La maltrecha rodilla izquierda de C¨¦sar Jim¨¦nez (?vila, 1977), central del Zaragoza, le ha retado doblemente y ¨¦l ha aceptado el pulso para ganarlo. Como cuando decidi¨®, de ni?o, abandonar la porter¨ªa -"era muy aburrido"- e inscribirse como jugador de campo en un equipo del barrio de su abuela. Como cuando, mientras jugaba en la plaza de tierra de al lado de su casa, se propuso ser futbolista profesional. Como cuando, tras cinco a?os en la cantera del Madrid, decidieron prescindir de ¨¦l. Como ahora.

Hace poco menos de un a?o, los aficionados al f¨²tbol apartaron la vista del televisor, cerraron los ojos y exclamaron ?ah! al ver la entrada del ex madridista Luis Figo sobre su rodilla. En la repetici¨®n de la jugada, la exclamaci¨®n fue doble; la imagen mostraba c¨®mo su rodilla se doblegaba de forma antinatural ante la presi¨®n de los tacos del portugu¨¦s. Nueve meses despu¨¦s, hace apenas dos semanas, C¨¦sar volv¨ªa a sonre¨ªr. Jug¨® 70 minutos en un amistoso, precisamente contra el Madrid. Pero unos d¨ªas despu¨¦s, la sonrisa se difumin¨® por completo. "En un partidillo de entrenamiento hice un giro brusco y not¨¦ un chasquido", explica. "No me pareci¨® grave porque me fui andando del campo. Y pas¨¦ la noche entre hielos a la espera de la resonancia". Maldita resonancia. "Rotura del menisco y rotura parcial de la plastia del cruzado anterior de la rodilla", rez¨® el diagn¨®stico. Se rumore¨®, incluso, con una retirada anticipada. Pero el doctor Guill¨¦n, quien le oper¨®, desminti¨® el murmullo. "Podr¨ªa haber sido peor. Es duro, pero ya lo hice una vez y volver¨¦ a hacerlo", recuerda el zaguero. "Espero volver antes de que acabe la temporada".

Tambi¨¦n se acabar¨¢, a finales del curso, su contrato con el Zaragoza. "Es lo que menos me importa ahora", asegura. No en vano, sufre dolores persistentes, no encuentra la postura para dormir y necesita andar con muletas. Algo a lo que no acaba de acostumbrarse, porque hasta que los tacos de Figo -que le llam¨® antes de irse al Inter para desearle suerte- le marcaron de por vida, nunca hab¨ªa estado lesionado de gravedad. "C¨¦sar es fuerte, inteligente y sabr¨¢ reaccionar de forma positiva", explica V¨ªctor Mu?oz, entrenador del Zaragoza. "Siempre ha sido un compa?ero ejemplar y, por eso, nos duele tanto su reca¨ªda", afirma Cuartero, capit¨¢n del equipo.

Mientras tanto, C¨¦sar se apoya en los que le quieren, en su padre, Marcelino, que ha venido de ?vila, y en su novia Silvia, con quien contraer¨¢ matrimonio el pr¨®ximo junio. C¨¦sar est¨¢ dispuesto a vencer el pulso contra su rodilla y olvidarse de Figo.