Fusi¨®n a gusto de todos
National y Alsa aseguran que la uni¨®n les permitir¨¢ consolidarse como el mayor operador europeo de transporte terrestre
El grupo asturiano Alsa, l¨ªder del transporte de viajeros por carretera en Espa?a y con operaciones en m¨¢s de 30 pa¨ªses, y el gigante brit¨¢nico National Express, primer conglomerado europeo de autocares y ferrocarriles, y con una cifra de negocio 12 veces mayor que Alsa, han presentado el acuerdo de fusi¨®n que acaban de alcanzar como beneficioso para ambas partes.
La familia Cosmen asegura que el acuerdo con National no supondr¨¢ su retirada de la actividad, sino una nueva etapa en su expansi¨®n
Algunos analistas burs¨¢tiles brit¨¢nicos expresaron su creencia de que National Express pagar¨¢ un precio muy elevado por Alsa. A cambio de los negocios de este grupo en Europa y Marruecos -las actividades en China y Chile quedan en poder de la familia Cosmen-, National Express abonar¨¢ a la familia asturiana 381 millones de euros (equivalente al 119,62% de la facturaci¨®n anual de Alsa), de los que 217 millones ser¨¢n satisfechos mediante un pago en efectivo, y el resto con la aportaci¨®n de un paquete accionarial de National Express equivalente al 9,9% de su capital, para lo que el operador brit¨¢nico emitir¨¢ 13,5 millones de nuevas acciones. Adem¨¢s, el grupo resultante de la fusi¨®n asumir¨¢ una deuda de la compa?¨ªa espa?ola por valor de 289 millones de euros.
National Express considera que el precio es correcto. Lo justifica por el valor estrat¨¦gico de Alsa y tambi¨¦n porque era una oportunidad de anexi¨®n a la que tambi¨¦n aspiraban otros grupos europeos competidores.
Alsa aporta a National Express la posibilidad de tomar posiciones en Espa?a, que es el quinto mercado europeo de transporte de viajeros y el tercero por carretera, y hacerlo adem¨¢s con el grupo m¨¢s importante, que gestiona una cuota de mercado del 8,5%. La compa?¨ªa asturiana es l¨ªder en servicios interurbanos y el segundo operador en l¨ªneas urbanas (12 ciudades). Pero, adem¨¢s, el grupo espa?ol permitir¨¢ al operador brit¨¢nico expansionarse por el conjunto del continente de Europa y norte de ?frica. Alsa posee una vasta red europea, que cubre, con l¨ªneas nacionales e internacionales, desde Portugal a Ucrania, am¨¦n de enlaces con Marruecos, donde tambi¨¦n est¨¢ implantada en transporte urbano (Marrakech).
Mayor valor
El valor de Alsa se acrecienta en tanto que, como operador nacional que es, posee un conocimiento y nivel de relaciones provechoso para que los ferrocarriles de National Express puedan optar con mejores posibilidades de ¨¦xito a la anunciada privatizaci¨®n de l¨ªneas y servicios ferroviarios de pasajeros en Espa?a dentro de cinco a?os y con la que se pondr¨¢ fin al actual cuasimonopolio de Renfe, que en el caso de las mercanc¨ªas ya comenz¨® a liberalizarse.
A Alsa, su absorci¨®n por National le abre nuevas posibilidades. La familia Cosmen, transportista desde 1782 -primero con recuas y luego con carruajes- y operadora de autocares desde los primeros a?os del siglo XX, ha dicho que pretende continuar en el negocio y que el acuerdo con National no supondr¨¢ su retirada de la actividad, sino una nueva etapa en su larga ejecutoria de expansi¨®n e internacionalizaci¨®n en el sector, en el que la dinast¨ªa aspira a convertirse, ahora en el seno de National, en el mayor grupo europeo.
El acuerdo supone que Alsa pervivir¨¢ como divisi¨®n diferenciada en el grupo brit¨¢nico, y que la familia se mantendr¨¢ al frente de la gesti¨®n de los negocios que aporta. En la actualidad desempe?an cargos directivos en el grupo Alsa cuatro de los ocho hermanos Cosmen Men¨¦ndez-Casta?edo, y uno de ellos, Jorge, presidente de Alsa-Enatcar, se integrar¨¢ en el consejo de administraci¨®n de la compa?¨ªa brit¨¢nica.
La familia, al recibir el 9,9% del capital de National Express, arranca su nueva etapa como segundo accionista -y el mayor de car¨¢cter industrial, es decir, no financiero- del m¨¢s importante grupo europeo, pero no s¨®lo de autocares y autobuses -los ¨²nicos ¨¢mbitos en los que los Cosmen estaban presentes hasta ahora-, sino tambi¨¦n de ferrocarriles, una modalidad por la que ya hab¨ªan manifestado inter¨¦s, con la creaci¨®n en 1999 de la sociedad filial Alsara¨ªl. Ya entonces los Cosmen hab¨ªan dicho que para operar en transporte ferroviario plantear¨ªan una alianza con un operador experto. National Express cumple esa condici¨®n: gestiona 8 de las 21 concesiones de la red ferroviaria brit¨¢nica.
El gran tama?o de National -12 veces mayor que Alsa-, su conocimiento ferroviario y la complementariedad de sus redes -el grupo brit¨¢nico no tiene presencia en Espa?a y la de Alsa en el Reino Unido es muy peque?a, limitada a una delegaci¨®n y a un 5% en la empresa Go Ahead-, fueron tres de los factores que inclinaron a los Cosmen a elegir a este candidato, de entre otros pretendientes posibles, para integrar sus negocios a cambio de incorporarse a su accionariado y ¨®rganos de administraci¨®n.
Pero tambi¨¦n la estructura accionarial de National, muy atomizada, con m¨¢s de la mitad de sus t¨ªtulos en el mercado (free float) y con unos socios de referencia eminentemente financieros -el Barclays Bank, las compa?¨ªas aseguradoras Standarlife y Aviva, y fondos de inversi¨®n- concede un amplio margen de actuaci¨®n a los Cosmen para erigirse en posibles socios hegem¨®nicos.
De momento, parten con el 9,9% del capital, que les convierte en los mayores accionistas de car¨¢cter industrial, s¨®lo por detr¨¢s de Barclays (14,28%) y muy por delante del siguiente socio: Standarlife, que acaba de ampliar al 6,11%. Los Cosmen ya hicieron p¨²blica su intenci¨®n de incrementar su posici¨®n hasta el 15%, lo que les convertir¨ªa en la minor¨ªa mayoritaria. Disponen para ello de una ingente liquidez (217 millones de euros, equivalentes a 36.105,7 millones de las desaparecidas pesetas) que recibir¨¢n de National.
Y conservan adem¨¢s negocios en Chile -dos empresas poco relevantes por su peque?ez y por tratarse de un mercado minifundista en extremo- y sobre todo en China, el gran mercado emergente del futuro y donde el valor de Alsa no obedece s¨®lo a su condici¨®n pionera y a su presencia significativa -opera con 12 sociedades mixtas en 18 provincias del pa¨ªs, que suman 1.620 trabajadores y 520 veh¨ªculos que mueven 14 millones de pasajeros anuales entre 400 destinos-, sino a la posici¨®n estrat¨¦gica que entra?a su larga relaci¨®n de entendimiento con las autoridades de un pa¨ªs con una idiosincrasia y cultura espec¨ªficas. Ambos negocios, de llegar a incorporarse alg¨²n d¨ªa a la fusi¨®n, reforzar¨ªan a¨²n m¨¢s la posici¨®n de los Cosmen en el nuevo conglomerado.
Larga reflexi¨®n
La decisi¨®n de la familia de poner fin a su ejecutoria en solitario e integrar sus negocios de transporte en una organizaci¨®n internacional se produce al cabo de una larga reflexi¨®n. Los Cosmen hab¨ªan desarrollado hasta ahora sus actividades en el sector bajo dos premisas: la independencia plena y la permanente aspiraci¨®n de hegemon¨ªa all¨ª donde se implantaban. Incluso en operaciones que acometieron en compa?¨ªa de socios -caso de la privatizaci¨®n de la empresa estatal Enatcar- acabaron siendo ¨²nicos propietarios.
Ahora las circunstancias han cambiado. A Alsa, la mayor empresa espa?ola, pero muy peque?a en comparaci¨®n con otros grupos europeos -caso de las brit¨¢nicas National Express y Arriva o la francesa Keolis-, y con propiedad totalmente familiar, se le presentaban en el futuro muchos retos a la vez para los que no ten¨ªa suficiente capacidad financiera si quer¨ªa afrontarlos en su totalidad y bajo las dos condiciones hist¨®ricas del grupo: preservando la independencia empresarial y a la vez extremando su liderazgo en el mercado.
Y es que, a partir de 2007, comenzar¨¢n a salir a concurso, para su renovaci¨®n, buena parte de las concesiones de l¨ªneas por carretera existentes en Espa?a, donde Alsa, adem¨¢s de mantener su actual hegemon¨ªa, pretend¨ªa aspirar a acrecentarla y en competencia, no ya con los operadores nacionales, sino tambi¨¦n con los gigantes europeos que, con mucha mayor capacidad financiera, como National Express, est¨¢n interesados en entrar el mercado espa?ol.
Entre la independencia y la hegemon¨ªa
Alsa ten¨ªa vocaci¨®n de intermodalidad, y su prop¨®sito era entrar en la gesti¨®n de ferrocarriles en Espa?a y en el resto de la UE, cuya liberalizaci¨®n est¨¢ prevista, en los dos casos, para 2010, dentro de cinco a?os. Por consiguiente, los Cosmen se enfrentaban a muchos frentes simult¨¢neos, y para dar respuesta a todos ellos, en condiciones de independencia empresarial y adem¨¢s con intenci¨®n de hegemon¨ªa, hubiesen precisado de un endeudamiento desorbitado -el actual, de 289 millones de euros, procede en parte de la compra de Deustche- que hubiese supuesto con bastante probabilidad la p¨¦rdida del control del negocio a largo plazo. La alternativa contraria era seguir en solitario, mediante crecimiento org¨¢nico y, en su caso, con compras apalancadas, acompasadas a un endeudamiento prudente y asumible. Pero en tal caso Alsa hubiese tenido que renunciar a buena parte de sus aspiraciones de crecimiento.
As¨ª, las cosas, el binomio definido por la independencia empresarial y la hegemon¨ªa en el mercado era ya insostenible, y, en la encrucijada de elegir entre uno u otro fin supremo, la familia Cosmen ha optado por no renunciar a la hegemon¨ªa sacrificando la independencia.
Y es aqu¨ª cuando la elecci¨®n de la empresa absorbente era crucial para que la operaci¨®n fuese una absorci¨®n, pero no una desaparici¨®n de la familia del sector. La estructura de capital de National Express, con un accionariado muy atomizado y predominio de socios exclusivamente financieros, permite vislumbrar alguna posibilidad de que el absorbido no acabe diluido y pueda desarrollar un papel protagonista en el magno grupo resultante.
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