Diferente talante, diferente escenario
Que el consejero de Econom¨ªa y Hacienda, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, tiene diferente talante al de su antecesora en el cargo, Magdalena ?lvarez, es p¨²blico y notorio. Se comprob¨® nada m¨¢s comenzar esta legislatura con el asunto de Cajasur. No es que hiciera borr¨®n y cuenta nueva, pero lo cierto es que el ex ministro de Trabajo opt¨® por moverse discretamente para lograr un acuerdo que posibilitara el regreso de dicha entidad al ¨¢mbito competencial de la Junta antes que por el choque frontal con los rectores de la misma. Claro que jugaba con una ventaja notable con respecto a ?lvarez y es que contaba con la cobertura necesaria de un Gobierno central, ya en manos de los socialistas, lo que rest¨® cualquier v¨ªa de escape a la caja cordobesa. Tampoco tuvo que bregar con los primos, Beneroso y Benjumea, encontr¨¢ndose a unas cajas como El Monte y San Fernando, ya situadas, de nuevo, bajo la ¨®rbita socialista. En esa pelea se dej¨® muchos jirones la hoy ministra de Fomento, y el mismo presidente andaluz, Manuel Chaves. Tanto es as¨ª que ?lvarez no disimula ciertos gestos de desagrado cuando tratan, para mal, de comparar su actuaci¨®n con respecto a este asunto con la de Gri?¨¢n.
Ambos responden a escenarios radicalmente distintos. ?lvarez se encontr¨® un clima de absoluta hostilidad tanto dentro, en nuestra comunidad, como fuera, con un Ejecutivo central entonces presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, dispuesto a llevar hasta sus ¨²ltimas consecuencias su f¨¦rreo cerco Andaluc¨ªa.
Para colmo, muchos, tanto en el Gobierno como en propio su partido, el PSOE, se pon¨ªan de perfil ante las beligerancias desatadas con los cajeros o, en el peor de los casos, descaradamente, imped¨ªan el desarrollo de las pol¨ªticas que, en esta materia, hab¨ªa decidido aplicar la Junta. A pesar de todo, sali¨® airosa del trance y ahora observa los acontecimientos sin m¨¢s inter¨¦s en un asunto que le ocup¨® durante buena parte de su vida pol¨ªtica en Andaluc¨ªa.
La guerra de las cajas ha pasado, por tanto, a mejor vida a no ser que haya todav¨ªa por ah¨ª alg¨²n despistado que permanezca m¨¢s o menos escondido en el entramado financiero y se suba a la parra aprovechando la paz reinante y quiera salirse del carril ya marcado previamente. Evidentemente, estamos ante un marco de normalidad que para s¨ª le hubiera gustado tener a la misma ?lvarez. Luego est¨¢ el debate sobre la financiaci¨®n auton¨®mica. Le toc¨® negociar y acordar el actual sistema en vigor desempe?ando en este aspecto la Junta un protagonismo de primer nivel, por un lado, debido a su capacidad de confrontaci¨®n con el entonces Gobierno central y, tambi¨¦n, por su propuesta alternativa.
La f¨®rmula de la llamada cesta de impuestos, lanzada desde aqu¨ª, tuvo, al final, cierto recorrido imponi¨¦ndose como la v¨ªa m¨¢s acertada antes que la simple cesi¨®n de determinados porcentajes del IRPF que, siempre se dijo desde la Administraci¨®n andaluza, "no nos tra¨ªa cuenta".
Tambi¨¦n han cambiado notablemente las cosas. Ahora en la Moncloa hay un gobierno "amigo" por lo que hay que medir bien lo de abrir frentes a Madrid y para colmo, los problemas vienen derivados de un compa?ero de viaje como ocurre con Pasqual Maragall. As¨ª las cosas, tal vez, s¨®lo si se tienen en cuenta estas premisas, se pueda llegar a entender las pocas energ¨ªas, al menos, de puertas para afuera, con las que se est¨¢ empleando en este debate, en concreto, Gri?¨¢n. Bien es cierto que fue de los primeros en alzar su voz en contra de ese invento de la balanza fiscal que preconizan los catalanes para hacerse un sistema de financiaci¨®n a su medida. Igualmente, hay que dejar constancia del trabajo interno que est¨¢n haciendo en Ferraz, sede del PSOE, para que las tesis del tripartito no se impongan. Y aunque no hay que caer en el tremendismo al que invita la oposici¨®n, s¨ª ser¨ªa necesario, en cambio, un mayor peso de un consejero que tiene un reconocido cartel en Madrid y cuya participaci¨®n en el debate estatutario, y m¨¢s espec¨ªficamente, en el de la financiaci¨®n auton¨®mica, requiere m¨¢s relieve del que hasta ahora ha llegado a conseguir.
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