El hurac¨¢n deja a su paso por M¨¦xico al menos ocho muertos y graves da?os
Los 50.000 turistas atrapados por el Wilma comenzar¨¢n a ser evacuados desde ma?ana
Los habitantes de Canc¨²n salieron ayer a la calle despu¨¦s de pasar tres d¨ªas refugiados del hurac¨¢n m¨¢s devastador que se recuerda en el Caribe mexicano. El Wilma abandon¨® finalmente M¨¦xico para dirigir su voracidad destructora hacia la pen¨ªnsula de Florida. La cadena Televisa inform¨® de que en Cozumel el hurac¨¢n caus¨® ocho muertos, aunque las autoridades insisten en que no hay v¨ªctimas. El presidente Fox lleg¨® ayer a Chetumel y recorri¨® todo el litoral de la Riviera Maya hasta Canc¨²n, donde ten¨ªa previsto visitar los centros de refugiados y reunirse con autoridades y representantes del sector hotelero.
Los 50.000 turistas atrapados por el hurac¨¢n empezar¨¢n a ser evacuados a partir de ma?ana, seg¨²n los planes del Gobierno, que ha anunciado que la compa?¨ªa a¨¦rea mexicana facilitar¨¢ cinco aviones. Varios pa¨ªses europeos estudian la posibilidad de enviar aviones para repatriar a sus ciudadanos. Los responsables del sector hotelero calculan que dos o tres d¨ªas ser¨ªan suficientes para evacuar a todos los turistas si pudieran contar con 250 naves como m¨ªnimo. "Cada pa¨ªs y cada operador tur¨ªstico puede movilizar sus aviones. Espa?a podr¨ªa aportar unos 20 aparados; Gran Breta?a, unos 30, y as¨ª vamos subiendo. Canad¨¢ y Estados Unidos mandar¨¢n sus propios aviones porque est¨¢n muy cerca", se?alaba Guillermo Portella, director general de la cadena Oasis, con siete hoteles en M¨¦xico. "Es una situaci¨®n de cat¨¢strofe total. No queda un hotel que no est¨¦ afectado".
Seg¨²n su primera evaluaci¨®n de los da?os, la recuperaci¨®n de la infraestructura destruida costar¨¢ no menos de 1.500 millones de d¨®lares, en un c¨¢lculo que probablemente quedar¨¢ superado con amplitud. Es altamente improbable que Canc¨²n y la Riviera Maya hayan vuelto a su aspecto normal para la temporada de invierno (diciembre-abril), la m¨¢s rentable del a?o por ser la preferida del turismo estadounidense.
La mayor¨ªa de las playas del litoral han desaparecido por el avance de la marea. Llevar¨¢ tiempo su recuperaci¨®n, a pesar de que ya estaba aprobado antes del hurac¨¢n un plan para ganar terreno al mar en una anchura de 40 metros por 12 kil¨®metros de playa. Los da?os en hoteles, restaurantes y edificios son de tal magnitud que la mano de obra necesaria en el sector de la construcci¨®n apenas existe en toda la zona de Canc¨²n y la Riviera Maya.
Las maltrechas palmeras que se manten¨ªa en pie agitaban temblorosas sus ramas con los ¨²ltimos coletazos del hurac¨¢n que se bat¨ªa en retirada. El mar Caribe y la laguna Boh¨®rquez todav¨ªa se mov¨ªan nerviosos. En medio, el escenario era de total devastaci¨®n. Ni los mejores hoteles hab¨ªan conseguido resistir los embates del Wilma. Las c¨²pulas acristaladas del Gran Hotel Meli¨¢ estaban hechas a?icos, el muro del Grand Oasis hab¨ªa cedido y el mar bat¨ªa amenazador los cimientos del inmenso edificio. Marriott, Hyatt, Sheraton, nombres conocidos de los turistas de todo el mundo, hab¨ªan empeque?ecido ante la fuerza del hurac¨¢n. El condominio Punta Canc¨²n, reci¨¦n inaugurado, con precios que no bajan del mill¨®n de d¨®lares por apartamento, est¨¢ seriamente da?ado. El centro comercial Plaza La Isla, con los mejores restaurantes y tiendas de las mejores marcas, es un amasijo de cristales y hierros retorcidos. Hasta las columnas y balaustradas de la residencia del gobernador del Estado de Quintana Roo tambi¨¦n muestran las huellas del paso del Wilma.
En el centro de Canc¨²n el paisaje no es mejor. Los saqueadores aprovechan el caos reinante para robar en las tiendas que el hurac¨¢n dej¨® al descubierto. En un comercio de ropa, varios individuos cargaban ayer un carrito con su bot¨ªn, pese a que la tienda est¨¢ a pocos metros de un cuartel de la Polic¨ªa Federal. Los actos de rapi?a "han rebasado por completo a las autoridades, los asaltantes armados con pistolas y barras de hierro han derribado puertas de casas y tiendas, y la situaci¨®n es verdaderamente ca¨®tica", se quejaba un comerciante en una emisora de radio.
El hospital de la Seguridad Social est¨¢ en condiciones deplorables. Un m¨¦dico residente explicaba ayer, a trav¨¦s de la ¨²nica emisora de radio que sigue en funcionamiento, que el centro sanitario est¨¢ inundado y que tanto facultativos, enfermeras y pacientes se mueven con el agua hasta el tobillo. La direcci¨®n del centro evaluaba ayer la posibilidad de desconectar el generador de emergencia por el riesgo que hab¨ªa de cortocircuitos, aunque ello entra?a dejar sin electricidad a todo el centro y, como consecuencia, fuera de servicio todos los quir¨®fanos y dependencias.
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