"Desciendo a lo m¨¢s insondable, a lo m¨¢s terrible del alma humana"
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Juana Castro (Villanueva de C¨®rdoba, 1945), a mitad de entrevista, se disculpa: "Estamos hablando m¨¢s de esto que de poes¨ªa". Esto es el alzheimer, el eje sobre el que gira Los cuerpos oscuros, una colecci¨®n de poemas que ha sido galardonada con el Premio Ja¨¦n y que se presenta el pr¨®ximo 25 de noviembre bajo el prestigioso sello de Hiperi¨®n. Castro ya consigui¨®, entre otros, el Premio Juan Ram¨®n Jim¨¦nez por Arte de cetrer¨ªa en 1989.
Pregunta. ?Qu¨¦ se va a encontrar el lector en Los cuerpos oscuros?
Respuesta. Se va a encontrar un libro que trata del alzheimer y la demencia. Los he vivido de primera mano y creo que un poeta siempre escribe de su experiencia, aunque hay otros que no lo hacen y los respeto. Luego, hay que transformar esa experiencia en obra de arte. Pero, al final, es experiencia. En el libro, unas veces se narra y otras se sacan fuera las pasiones. Desciendo a lo m¨¢s insondable, a lo m¨¢s terrible del alma humana.
P. Parte de la experiencia con su madre...
R. S¨ª, y antes con la de mi padre. Me ha tocado doblemente. Mi padre muri¨® de alzheimer y mi madre tiene ahora demencia, pero es lo mismo, s¨®lo que los pasos son diferentes.
P. Dentro del dolor, ?el alzheimer es una enfermedad po¨¦tica que se lleva lo que somos, los recuerdos?
R. Eso es lo que puede parecer, y a m¨ª me parec¨ªa eso. Cuando lo o¨ªa nombrar pensaba en la p¨¦rdida de los recuerdos. Pero lo terrible de esto es que no s¨®lo son los recuerdos, es olvidar gestos tan b¨¢sicos como el aseo... Te encuentras con situaciones desquiciantes, al borde de la desesperaci¨®n. Una persona se lava los dientes primero ella sola, luego se los lavas t¨² y llega un d¨ªa en el que se queda con el agua de enjuagarse en la boca. Ya no sabes qu¨¦ hacer, ni c¨®mo explicarlo. Lo malo de esto no es que se vayan los recuerdos, que ya es terrible, es que la vida normal se hace imposible. Se olvida comer, tragar... Al final, lo que ser¨ªa mejor es que se acabara la vida... No s¨¦ hasta qu¨¦ punto sufren ellos. Parece ser que no se dan cuenta, pero el sufrimiento f¨ªsico s¨ª est¨¢ ah¨ª...
P. ?Lo mejor es que llegue la muerte?
R. S¨ª... La oraci¨®n que le hago a Dios es ¨¦sa... Por lo menos que no sufra m¨¢s... Pero no me lo conceder¨¢, porque ya tengo experiencia... Se me muri¨® un hijo de leucemia y fue la misma historia. Yo ve¨ªa que no respiraba los ¨²ltimos d¨ªas y le ped¨ªa a Dios que se muriera dormidito, que era lo mejor... Pero, no. Le toc¨® vivir hasta el ¨²ltimo momento, el ¨²ltimo d¨ªa, el ¨²ltimo infierno...
P. ?La poes¨ªa con m¨¢s fuerza nace del dolor?
R. No necesariamente. No creo que haya temas con m¨¢s fuerza que otros. A todos se les puede sacar oro dependiendo de c¨®mo se trate, lo que pasa es que yo lo saco de lo que tengo...
P. ?Cu¨¢nto tiempo le dedica a su madre ahora?
R. Vivo en el piso de al lado y voy y vengo todo el d¨ªa porque la chica que tenemos contratada para cuidar a mi madre lleva de baja un mes y pico. Ahora estoy a tiempo total... Y me estoy perdiendo el oto?o... Ahora ni leo, ni veo los telediarios, ni vivo. Nada, porque es una dedicaci¨®n total. Los compromisos que ten¨ªa los mantengo gracias a mi hermana y a mi marido, que me sustituyen... El problema de esta enfermedad es que tiene mucho que ver el g¨¦nero. Generalmente el cuidador es una mujer y es una mujer mayor, como es mi caso... Una reflexiona: ahora que podr¨ªa tener m¨¢s tiempo libre, para hacer m¨¢s viajes...
P. ?De algo tan crudo, c¨®mo se consigue que nazca poes¨ªa?
R. Para m¨ª, la poes¨ªa no es amable, ni lo que decora la sociedad. Es otra cosa. Yo ya lo hab¨ªa hecho en alg¨²n poema suelto, aunque hasta ahora no lo hab¨ªa continuado. De todas formas, dentro de la enfermedad, como en la vida, hay ratos buenos y malos. Incluso a lo m¨¢s dram¨¢tico le puedes ver la parte c¨®mica. En el libro hay de todo, no est¨¢s todo el rato llorando.
P. ?Es poes¨ªa de lo cotidiano?
R. No, es algo m¨¢s... Hay algunos poemas que son narrativos y otros que penetran m¨¢s dentro de quien escribe. No es poes¨ªa de lo cotidiano, aunque hay poemas que tratan de lo cotidiano.
P. ?Y de la tristeza?
R. De la tristeza, s¨ª. El primer poema que escrib¨ª fue cuando mi padre y mi madre estaban solos en el pueblo y yo notaba que estaban empeorando. El poema se llama Los encerrados, porque estaban atrancados, siempre con el cerrojo de la puerta echado y en el ¨²ltimo cuerpo de la casa era donde hac¨ªan la vida. Eso lo escrib¨ª en el 98, y en el 99 se lo diagnosticaron... Aunque, bien pensado, m¨¢s que de la tristeza ser¨ªa poes¨ªa de la conciencia del envejecimiento, de la conciencia de ir perdiendo la vida, que son los recuerdos...
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