Sobre bibliotecas

Es verdad que Madrid necesita el doble de bibliotecas, y tambi¨¦n las dem¨¢s ciudades y pueblos de la Comunidad. La Biblioteca Nacional no debe contarse entre las bibliotecas de diario. S¨®lo debe servir para investigadores y para ocasiones especiales.

Pero el gran problema en lo que se refiere a esas instalaciones es el personal, dotarlas de personal. Se ve en el reportaje del d¨ªa 16 que algunas existen y no se han abierto por falta de bibliotecarios/as. ?sa es la raz¨®n, supongo, de que tengan un horario an¨®malo en comparaci¨®n con las de Europa y Estados Unidos. Porque las bibliotecas, como los museos y centros de cultura y ocio, deben estar abiertos todo el fin de semana.

De hecho, en Alcorc¨®n y en Alcobendas hay algunas que abren en domingo, con gran afluencia. Y podr¨ªan cerrar el lunes por la ma?ana y a casi nadie perjudicar¨ªa. Aunque los hombres y mujeres que trabajan y muchos mayores consideran d¨ªa de salir el s¨¢bado por la tarde y el domingo. Y los estudiantes necesitan estudiar d¨ªa y noche en algunas ¨¦pocas. Adem¨¢s, las bibliotecas pueden ser un lugar de refugio del calor en verano y deber¨ªan tener m¨¢s de un metro cuadrado para cada puesto de lectura.

Y podr¨ªan ser un centro de socializaci¨®n barato y abierto a chicos menores de 16 a?os que no deben ir a bares. Deber¨ªan tener salas de refresco para beber agua y charlar con los amigos y amigas, y ligar si se tercia. Y, estando cerca, los ni?os pueden ir con sus padres desde peque?os. Tambi¨¦n pueden tener clubes de lectura para animar a los mayores que leen poco.

Para terminar les dir¨¦ que en Espa?a la cultura sigue siendo machista, aunque hemos mejorado mucho desde que vivi¨® Emilia Pardo Baz¨¢n. La mujer que m¨¢s habr¨¢ le¨ªdo en Espa?a en su historia escrib¨ªa en los peri¨®dicos pidiendo que hubiera escuelas mixtas y bibliotecas en cada pueblo para que hubiera muchos lectores de los de m¨¢s de un libro.

Los lectores de un solo libro son los fan¨¢ticos religiosos y pol¨ªticos. Pero ella, que tambi¨¦n escribi¨® novelas, cientos de cuentos y miles de art¨ªculos, no ha merecido que en Espa?a haya apenas bibliotecas con su nombre. ?A qu¨¦ se deber¨¢.