Imprevisible Madeleine Peyroux
Ocho a?os entre Dreamland, su primer disco, y el segundo, Careless Love. Contesta con amabilidad aunque sin entrar en detalles. "Parte de circunstancias que no pod¨ªa, o cre¨ªa que no pod¨ªa, controlar. Tuve problemas con la voz y necesitaba aprender algunas cosas. Adem¨¢s, todo cambi¨® en la compa?¨ªa de discos en la que estaba y la situaci¨®n de la industria se complic¨® mucho. Ha sido un ciclo natural y me parece estupendo", dice riendo por tel¨¦fono desde Estados Unidos.
No es una mujer previsible. Ni una artista al uso. En agosto, tras participar en un programa de la BBC en Londres, desapareci¨®. Dej¨® colgados todos los compromisos promocionales. La discogr¨¢fica puso a un detective privado tras sus pasos. No era para tanto: estaba en su casa de Nueva York. Madeleine Peyroux, nacida hace 31 a?os, vive en Brooklyn. En 1987, la adolescente de Athens, Georgia, llegaba a Par¨ªs. Su madre -que la llam¨® Madalena "por amor a la literatura francesa"- se hab¨ªa divorciado del padre de su hija, instal¨¢ndose con ella en la capital francesa. La chica recorre las terrazas del Barrio Latino con su guitarra y pasa el sombrero para unos m¨²sicos que se hacen llamar Riverboat Shufflers. Atr¨¢s quedan un colegio de ¨¦lite, la comida casera, el ba?o caliente y una buena cama.
"Cantar en la calle es algo tan aut¨¦ntico que me atrajo, pero suena extra?o que lo diga porque uno no siempre tiene la impresi¨®n de que el m¨²sico callejero sea un ¨¢ngel. Creo que cualquiera que se coloque en esa situaci¨®n para distraer a los dem¨¢s, en el buen sentido, alcanza un esp¨ªritu puro". Casi tres a?os -ella ten¨ªa 16- recorriendo Europa en una furgoneta cargada hasta los topes.
A mediados de los noventa, Madeleine Peyroux est¨¢ en Nueva York. El productor Yves Beauvais la descubre en un club y le graba un primer disco, Dreamland, con el pianista Cyrus Chesnut, el saxofonista James Carter y guitarristas como Vernon Reid o Marc Ribot. Una mezcla de in¨¦ditos y cl¨¢sicos de Patsy Cline, Bessie Smith o Billie Holiday. En la prensa estadounidense se la compara con Lady Day. Un cr¨ªtico de EL PA?S, tras verla este verano en el Festival de Jazz de Vitoria, escribi¨®: "Capaz de jugarse el tipo a cada estrofa, hace virtud del hecho de irse de tono y eso la aproxima a Billie Holiday mucho m¨¢s que la obvia similitud de tono en sus voces". "Creo importante poder alejarse de los g¨¦neros para llegar a lo esencial. Salirse de ese imperativo cronol¨®gico que hay en la m¨²sica. Se trata de cultura, y la cultura, suele dibujar un c¨ªrculo, vuelve sobre s¨ª misma como la historia", dice.
Larry Klein (Joni Mitchel...), productor de Careless Love, un blues de W. C. Handy popularizado en los a?os veinte por Bessie Smith, ha comentado que Madeleine Peyroux usa su voz como un gran saxofonista. En el disco hay versiones de Dance me to the End of Love, de Leonard Cohen; You're Gonna Make Me Lonesome When You Go, de Dylan; Between the Bars, de Elliott Smith, o Weary blues, de Hank Williams. Tambi¨¦n J'ai deux amours en franc¨¦s -en Dreamland cantaba La vie en rose-, un ¨¦xito de Jos¨¦phine Baker que, durante la Segunda Guerra Mundial, simboliz¨® la alianza entre Francia y Estados Unidos.
Careless Love incluye Don't Wait Too Long, in¨¦dita escrita en un banco de Central Park con Jesse Harris, premiado por su trabajo para Norah Jones. Peyroux conoce a Harris hace mucho."A veces tienes que perderlo todo antes de encontrar tu camino", canta en Don't Wait Too Long. "Me he sentido perdida en la vida. Y en cierto sentido eso me liberaba. Cuando ya no hay nada, cuando realmente est¨¢s al final de tu alambre, lo que te salva es la esperanza. Y en esos momentos l¨ªmite te sueles dar cuenta de lo esencial, que ya estaba ah¨ª antes y que no pod¨ªas ver, distra¨ªdo por demasiadas cosas", cuenta. "Cuando vives en una ciudad como Nueva York el silencio es un bien escaso. Creo que en el silencio lo encuentras todo. A veces nos asusta como la oscuridad porque es el miedo a encontrarte contigo mismo".
Madeleine Peyroux act¨²a el 5 de noviembre en Cartagena y el d¨ªa 6 en Almer¨ªa.
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