Los primeros modernos
Un congreso revisa en Barcelona el entorno pol¨ªtico y cultural del GATCPAC, el colectivo de arquitectos catalanes que en la d¨¦cada de 1930 apostaron por una arquitectura racionalista y funcional
"Concebimos como arquitectura actual: la que simplifica la vida, sobre todo en las grandes urbes, y satisface nuestro deseo de aire, luz y sol; la que, influida por la crisis econ¨®mica que estamos atravesando, suprime todo lujo y ostentaci¨®n...". Son fragmentos reveladores de los objetivos de la arquitectura y el urbanismo del Movimiento Moderno que pertenecen a un documento manifiesto in¨¦dito, datado en 1934, con la firma colectiva del GATCPAC (Grupo de Arquitectos y T¨¦cnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contempor¨¢nea), que fue presentado como primicia el pasado mi¨¦rcoles por Antonio Pizza en el marco del congreso sobre este crucial colectivo de vanguardia catalana que se clausur¨® ayer en Barcelona. Pizza, director del congreso, es tambi¨¦n autor de la obra Gu¨ªa de la arquitectura moderna en Barcelona (1928-1936), de Ediciones Serbal, que ha servido, junto con el trabajo realizado por sus alumnos de historia de la arquitectura de la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), para realizar el gr¨¢fico superior.
Y es que la modernidad empieza a ser historia. Edificios que hace unos a?os estaban amenazados por la picota o languidec¨ªan en p¨¦simas condiciones de conservaci¨®n comienzan a ser reivindicados como emblemas de un patrimonio arquitect¨®nico que vale la pena revisar. Barcelona, como otras ciudades, valora ahora mucho su patrimonio modernista (que se ha convertido en un gran gancho tur¨ªstico) y apuesta tambi¨¦n sin ambages por la m¨¢s pura contemporaneidad espectacular. Entre uno y otra existe otra ciudad a partir de la cual, en realidad, se ha creado el paisaje urbano que vemos todos los d¨ªas. Es esta ciudad moderna nacida de la revoluci¨®n en las t¨¦cnicas y los materiales de construcci¨®n (b¨¢sicamente el hormig¨®n armado), que permitieron una construcci¨®n m¨¢s r¨¢pida y barata, y tambi¨¦n de la revoluci¨®n estil¨ªstica que apost¨® por unas tipolog¨ªas m¨¢s abstractas y geom¨¦tricas fruto de las investigaciones de las vanguardias de principios del siglo XX.
Algunos de los edificios m¨¢s conocidos ya se han restaurado y aparecen citados en todas las gu¨ªas de arquitectura moderna, como es el caso del Dispensario Antituberculoso y la Casa Bloc, proyectados ambos por Josep Llu¨ªs Sert, Josep Torres Clav¨¦ y Joan Baptista Subirana (la tr¨ªada esencial del GATCPAC). Menos suerte en cuanto a la valoraci¨®n cr¨ªtica y, sobre todo, al reconocimiento popular han tenido otros edificios tambi¨¦n interesantes, realizados por arquitectos adscritos al grupo (como Sixte Yllescas, Germ¨¢n Rodr¨ªguez Arias y Ricardo de Churruca) o por profesionales alejados de su ideario (como Pere Benavent, Raimon Duran i Reynals, y Nicolau M. Rubi¨® i Tudur¨ª), aunque igualmente influidos en algunas de sus obras por el viento de la arquitectura racionalista y funcional que desde los a?os veinte barri¨® Occidente.
"La arquitectura del Movimiento Moderno afronta un gran desaf¨ªo que parte de su especificidad, centrada en su juventud, su cantidad, es decir, su masiva presencia en la ciudad moderna, y su fragilidad, porque muchas de estas construciones ten¨ªan una intenci¨®n experimental", explic¨® durante el congreso Maristella Casciato, presidenta del Docomomo Internacional, entidad dedicada a la salvaguarda de las obras emblem¨¢ticas del Movimiento Moderno y cuya secci¨®n en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica (www.docomomoiberico.org) ha sido la organizadora de este congreso junto con el Colegio de Arquitectos de Catalu?a (www.coac.net).
El congreso, que tendr¨¢ una segunda parte a partir del 18 de mayo, cuando se inaugure en el Museo de Historia de la Ciudad la exposici¨®n titulada Una nueva arquitectura para una nueva ciudad (1928-1939), ha reunido a diferentes especialistas que han analizado la relaci¨®n entre este colectivo y el entorno cultural y pol¨ªtico de su tiempo, que en Barcelona fue especialmente relevante ya que algunas de estas ideas, incluso en la l¨ªnea m¨¢s ortodoxa seg¨²n las ideas del arquitecto franc¨¦s Le Corbusier, fueron asumidas en parte por la Generalitat durante la II Rep¨²blica.
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