"Procesar a Libby y seguir investigando a Rove es el peor escenario para Bush"

"La decisi¨®n del gran jurado de procesar a Lewis Libby y la determinaci¨®n del fiscal especial Patrick Fitzgerald de continuar la investigaci¨®n en torno a la actuaci¨®n de Karl Rove, el principal asesor del presidente, es el peor escenario para Bush", dijo ayer en una entrevista telef¨®nica con EL PA?S desde su residencia de Washington el diplom¨¢tico retirado Joe Wilson. Su esposa, la agente de la CIA Valerie Plame, estaba junto a Wilson siguiendo las noticias del procesamiento de Libby. He aqu¨ª los tramos esenciales de la entrevista que Wilson, que ha dado ¨®rdenes a sus abogados para estudiar una demanda civil contra Libby, concedi¨® a EL PAIS.

P. Usted esperaba que Rove saliera de la Casa Blanca a empujones y con esposas, seg¨²n dijo en una ocasi¨®n, ?decepcionado?

"El abogado de Karl Rove ha declarado que su cliente est¨¢ en una situaci¨®n muy delicada frente a la justicia. La investigaci¨®n no ha terminado"

R. ?Qu¨¦ va! Mi mujer y yo hemos o¨ªdo el contenido del auto de procesamiento. Es lo que siempre dije. Estamos contentos en un punto: la justicia ha funcionado en esta fase del proceso. La Administraci¨®n Bush no repar¨® en la seguridad nacional en el momento de intentar desacreditarme a m¨ª y a mi familia por decir que una de las razones de la guerra de Irak -la presunta intenci¨®n de Sadam Husein de adquirir uranio enriquecido en N¨ªger para fabricar armas nucleares- era falsa. El fiscal Fitzgerald lo ha dicho: es un asunto que afecta a la seguridad nacional. Aquellos que intentan devaluar la gravedad de delitos como perjurio, falso testimonio y obstrucci¨®n a la justicia est¨¢n fuera de la realidad.

P. ?Y Karl Rove?

R. El fiscal Fitzgerald ha dicho que la investigaci¨®n no est¨¢ terminada y que continuar¨¢ con otro gran jurado. El abogado de Rove ha declarado que su cliente est¨¢ en una situaci¨®n delicada frente a la justicia. Creo que es el peor escenario para Bush. Un procesamiento dentro de la Casa Blanca que afecta a la vicepresidencia y un objetivo de la acci¨®n de la justicia pendiente que puede afectar a la presidencia, como ser¨ªa el caso de Rove.

P. El gran jurado no ha aplicado la ley de 1982 de protecci¨®n de identidades de agentes secretos, ?resta eso gravedad a las imputaciones?

R. Esta idea ha sido sembrada por aquellos que intentan desde hace algunas semanas desacreditar a Fitzgerald. El fiscal ha presentado a mi esposa como agente de la CIA como una persona cuyo empleo era materia clasificada. Ha sostenido que la revelaci¨®n de su nombre ha afectado la seguridad nacional. Pero un fiscal necesita tener pruebas para probar lo que afirma. Esto es un procesamiento. Pero luego vendr¨¢ el juicio. No parece que Fitzgerald sea un jugador. Y tiene que ganar el juicio. Como sabe, la ley de 1982 exige unas condiciones subjetivas muy dif¨ªciles de probar. Quiz¨¢ por ello haya decidido no empecinarse en la ley de 1982 u otras que pudo haber considerado. Pero los cinco cargos son graves, tanto que prev¨¦n una pena de 30 a?os de c¨¢rcel.

P. Hasta el momento no ha emprendido usted una acci¨®n legal contra nadie. ?Presentar¨¢ una demanda por violaci¨®n de sus derechos civiles contra Libby?

R. Mis abogados estudian una demanda contra Libby y contra los presuntos autores de la filtraci¨®n. Tenemos todas las opciones abiertas. Pero, ciertamente, ahora, con el procesamiento de Libby, tendremos que adoptar una decisi¨®n. Siempre confi¨¦ en que Fitzgerald intentar¨ªa llegar hasta el fondo. A¨²n cuando no ha llegado a componer el puzle completo de esta historia, espera hacerlo en los pr¨®ximos meses. Pero lo que ya ha hecho es extraordinario. Ha tenido que investigar la trama que prepar¨® la propaganda de la guerra de Irak incluyendo las t¨¢cticas para desacreditar, como es mi caso, a los disidentes.

P. Llegado el juicio en su d¨ªa, el vicepresidente Dick Cheney ser¨¢ testigo del fiscal especial contra su antiguo n¨²mero dos, es decir Libby ?Se lo imagina?

R. Mi imaginaci¨®n no llega a tanto en este momento. Insisto: la investigaci¨®n no ha terminado. Y Fitzgerald quiere llegar al fondo.