Un rascacielos que bate r¨¦cords
En Taiwan, el ritmo de Taipei contrasta con la paz de los templos de Tainan
S¨®lo hay un elemento que puede suscitar la hostilidad del viajero a su llegada a Taiwan. Si decide aterrizar en la isla entre agosto y octubre, se expone a toparse con uno de los tres o cuatro tifones que la abaten durante ese periodo de tiempo cada a?o. Sus casi 23 millones de habitantes est¨¢n acostumbrados a lidiar con este fen¨®meno meteorol¨®gico que convierte en inh¨¢biles los d¨ªas laborables por orden del Gobierno. Pese a todo, la manta de agua y los vientos huracanados no disuaden a algunos ciudadanos de lanzarse a la calzada con su coche e incluso ir a trabajar en un pa¨ªs donde la devoci¨®n al trabajo forma parte de su idiosincrasia. El resto del a?o, el clima de Taiwan invita al disfrute, con temperaturas que oscilan entre los 12 y los 28 grados.
1 Religiosidad y adivinos
El turista, especialmente si es occidental, se sentir¨¢ como una rara avis en la isla, poco explotada a¨²n por la industria tur¨ªstica. Pese a la lejan¨ªa de cultura y la barrera que impone el idioma, el visitante se sentir¨¢ muy bien acogido en esa tierra. Un ejemplo de ese esp¨ªritu de integraci¨®n que mueve a sus habitantes se refleja en los numerosos templos que vertebran la vida de las ciudades.
Resulta frecuente que quienes all¨ª rezan inviten al visitante a sumarse a sus ritos. Los taiwaneses profesan una mezcla de tao¨ªsmo y budismo, de forma que el primero a?ade un toque de folclor a la espiritualidad del segundo. As¨ª, los ritos resultan festivos. El fiel pregunta a los dioses arrojando al suelo cual dados dos medias lunas tintadas de rojo y amarillo. La respuesta vendr¨¢ determinada por la posici¨®n que adopten esas piezas de madera.
Tambi¨¦n existen palos con un n¨²mero que remite a una poes¨ªa con una respuesta vital. En el templo de Hsing Tien, en la capital, Taipei, se toma la tensi¨®n a la salida para que los fieles, adem¨¢s de su alma, mimen su cuerpo. Casi todos los lugares de oraci¨®n se rodean de mercados, que arrancan desde la puerta del templo, o de adivinos. Junto al de Hsing Tien se sit¨²a toda una galer¨ªa en la que cada adivino regenta un puesto. Una de las m¨¢s populares, An Chi Cheng, de 35 a?os, presume de asesorar a "casi todos los miembros del poder legislativo", y su puesto est¨¢ plagado de pruebas fotogr¨¢ficas de esas visitas de famosos, algunos del extranjero.
2 La ciudad de los templos
Tainan, una ciudad de tama?o medio ubicada en el suroeste de la isla, aglutina el mayor n¨²mero de templos. All¨ª se encuentra el que constituy¨® la primera escuela del pa¨ªs, el templo de Confucio, levantado en 1665. Antes de esa fecha, la isla estuvo habitada por ind¨ªgenas y despu¨¦s se instalaron en ella portugueses, que le otorgaron el nombre de isla Formosa (hermosa) al contemplarla desde sus barcos, adem¨¢s de holandeses, japoneses... Los espa?oles tambi¨¦n dejaron su huella all¨ª, hoy recordada s¨®lo por el nombre de tres fuertes: Santo Domingo, Santiago Ap¨®stol y Sant¨ªsima Trinidad.
Adem¨¢s de la antigua Formosa y la actual Taiwan, la isla tiene otra denominaci¨®n: Rep¨²blica de China, nombre asignado en 1911 a toda China y que Chiang Kai- chek se llev¨® consigo cuando perdi¨® la guerra contra Mao Zedong en 1949 y se instal¨® con la ¨¦lite del pa¨ªs en la isla de Taiwan.
3 De Lu-kang a Taipei
La primera ciudad en la que desembarc¨® esta expedici¨®n fue Lu-kang. La sobriedad de los materiales y la simpleza est¨¦tica que caracteriza las construcciones reflejan el af¨¢n de provisionalidad que mantuvieron sus primeros habitantes y que se extendi¨® muchos a?os m¨¢s. Los seguidores de Chiang Kai-chek consideraron su marcha a la isla como una especie de exilio del que regresar¨ªan una vez derrotado Zedong. M¨¢s adelante comenzaron a asumir que quiz¨¢ el viaje no ten¨ªa retorno.
4 El edificio m¨¢s alto
A toda esa tradici¨®n acumulada durante tantos a?os, Taiwan ha respondido con una eclosi¨®n de modernidad. Su m¨¢ximo exponente es la capital de la isla, que acoge a 2,6 millones de habitantes. En medio de la ciudad, atestada de enormes centros comerciales y edificios de aire futurista, se alza imponente el llamado Taipei 101, el rascacielos m¨¢s alto del mundo con ese n¨²mero de pisos distribuidos en 508 metros.
El Gobierno pretende hacer de este edificio, inaugurado el 1 de enero de este a?o, un centro neur¨¢lgico de los negocios que sirva al mismo tiempo de estandarte de la ciudad, de su gusto por la tecnolog¨ªa y la innovaci¨®n. No tan lejos de ese alarde de modernidad pervive el monumento a Chiang Kai-chek, un mausoleo donde a¨²n se venera al antiguo dictador. Es tambi¨¦n un elemento dinamizador de la ciudad, con una vasta superficie que congrega a colegiales haciendo desfiles y a familias que pasean los domingos por la tarde.
Pero sin duda el foco comercial m¨¢s atractivo para el turista es el mercado nocturno: abre con la ca¨ªda del sol y cierra de madrugada. Para los taiwaneses, cualquier momento es bueno para trabajar y tambi¨¦n para consumir, por lo que estos mercados, que venden desde ropa de marca hasta comida, pasando por relojes de imitaci¨®n y joyer¨ªa, suelen estar bastante concurridos.
Ya fuera de la ciudad, incrustado en una monta?a, se encuentra el Museo Nacional. El complejo alberga m¨¢s de 600.000 piezas que Chiang Kai-chek y sus seguidores se llevaron consigo desde China continental. Para preservarlas del deterioro fueron transportadas envueltas en brotes de soja germinada. Destaca la completa colecci¨®n de porcelana, con modalidades muy diferentes de lo que en Occidente se identifica como porcelana china.
5 La sorpresa culinaria
La oferta gastron¨®mica taiwanesa excede con mucho el estrecho concepto exportado a Occidente. Frutas tropicales, verduras desconocidas en Europa, pescados frescos y una larga lista de infusiones florales acompa?an a productos m¨¢s conocidos, como el arroz, indispensable en cualquier comida, y el bamb¨². Al igual que el espa?ol, el taiwan¨¦s disfruta comiendo en la calle, donde hay numerosos restaurantes por todo el pa¨ªs.
Una buena forma de saborear los platos sin las presiones de la ciudad consiste en tomar la autopista y acercarse a la monta?a Mao Kong. La subida requiere un poco de paciencia (la carretera es estrecha y sinuosa), pero est¨¢ plagada de restaurantes y casas de t¨¦ con buenas vistas.
6 Kenting, la huida hacia el mar
En contraste con esas urbes superpobladas se sit¨²a la costa, pr¨¢cticamente virgen por el escaso atractivo que el sol y el mar despiertan en los taiwaneses. Apenas hay playas en la isla, aunque las pocas que existen constituyen una verdadera joya para el visitante extranjero: arenas blancas fin¨ªsimas, aguas c¨¢lidas de color turquesa...
As¨ª ocurre en Kenting, una zona protegida al sur del pa¨ªs que congrega a numerosos urbanitas de Taiwan, aunque no de forma masiva. Vale la pena realizar una peque?a excursi¨®n hacia el punto m¨¢s meridional del pa¨ªs, marcado por un peque?o monolito, y visitar la zona de arrecifes de coral.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos- Poblaci¨®n: 23 millones.- Moneda: nuevo d¨®lar de Taiwan.- Prefijo telef¨®nico: 00 886.C¨®mo llegar- China Airlines (www.chinaairlines-esp.com; 913 23 04 53) tiene vuelos diarios a Taipei desde Madrid o Barcelona v¨ªa Amsterdam, Roma, Viena o Francfort a partir de 851 euros sin tasas.- Singapore Airlines (www.singaporeair.com; 915 63 80 01) enlaza Madrid o Barcelona con varias ciudades europeas (Francfort, Z¨²rich, Roma, Londres o Par¨ªs) hasta Singapur y Taipei. Desde 950 euros.- KLM (www.klm.es; 902 22 27 47) ofrece vuelos desde Madrid y Barcelona con escala en Amsterdam a partir de 964 euros, con tasas y gastos de emisi¨®n incluidos.- Thai Airways (www.thaiairways.com; 917 82 05 20) vuela los lunes, jueves, s¨¢bados y domingos desde Madrid a Taipei con escala en Bangkok y Hong Kong, a partir de 1.114 euros m¨¢s tasas.Informaci¨®n- Turismo de Taiwan (www.tbroc.gov.tw).- Oficina Cultural y Econ¨®mica de Taiwan en Madrid (915 71 32 67; www.roc-taiwan-es.com).
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