Los expertos creen que la reforma de la M-30 atraer¨¢ m¨¢s veh¨ªculos a la ciudad
Seis arquitectos, urbanistas y ecologistas critican el "despilfarro" del proyecto
La reforma de los 32,6 kil¨®metros de la M-30 se ha convertido en objeto de debate no s¨®lo entre los ciudadanos que padecen las incomodidades de las obras, sino tambi¨¦n entre los profesionales del urbanismo. Y es que no hay ninguna ciudad del mundo que en estos momentos est¨¦ acometiendo una reforma tan profunda y r¨¢pida de una v¨ªa de circunvalaci¨®n.
Arquitectos, expertos en movilidad, urbanistas y ecologistas encuentran muchas deficiencias en la metodolog¨ªa y dise?o del proyecto de reforma de la M-30. Nadie parece cuestionar que esta v¨ªa necesitaba ser remozada, que algunos puntos ofrecen problemas de seguridad y que la zona del r¨ªo Manzanares, una vez recuperada, puede ofrecer una nueva visi¨®n de esta parte de la ciudad.
Todos, sin embargo, temen que la gran obra de ingenier¨ªa atraiga m¨¢s coches a la ciudad y la convierta en m¨¢s ¨¢spera. Y todos tambi¨¦n coinciden en que una reforma de estas caracter¨ªsticas deber¨ªa haber contado con un debate y una reflexi¨®n previos sobre el modelo de ciudad.
Alberto Ruiz-Gallard¨®n, el alcalde de Madrid, del PP, est¨¢ convencido de que la M-30 cambiar¨¢ la vida de la ciudad y, lejos de temer que las incomodidades de la obra le pasen factura en las pr¨®ximas elecciones de 2007, sostiene que "aquellos que m¨¢s protestan ahora son los que m¨¢s contentos estar¨¢n cuando la obra est¨¦ acabada".
Pilar Mart¨ªnez, concejal de Urbanismo, admite que probablemente desde el Ayuntamiento no se ha sabido "trasladar" a los ciudadanos las ventajas de esta reforma y, sobre todo, de los aspectos medioambientales favorables que quedar¨¢n en la ciudad.
Los partidos de la oposici¨®n, PSOE e IU, tambi¨¦n han convertido la M-30 en argumento para atacar a Ruiz-Gallard¨®n. La tala de ¨¢rboles, los atascos que vive la ciudad y el enorme desembolso asumido son los ejemplos m¨¢s utilizados para hablar de la inconveniencia del proyecto.
Seis profesionales independientes han opinado, a petici¨®n de EL PA?S, sobre la reforma de esta v¨ªa de circunvalaci¨®n.
CARLOS HERN?NDEZ PEZZI "Este proyecto de ingenier¨ªa es un embudo"
"El proyecto de la M-30 es un proyecto muy duro desde el punto de vista ambiental, porque se produce sobre un territorio sensible, como es la ribera del Manzanares, y altera todo el sistema hidrogr¨¢fico de la cuenca y su entorno". ?ste es el an¨¢lisis de Carlos Hern¨¢ndez Pezzi, presidente del Colegio Superior de Arquitectos de Espa?a. "Es un proyecto que est¨¢ hecho para el tr¨¢fico del autom¨®vil. Por tanto, produce m¨¢s atracci¨®n de coches, m¨¢s congesti¨®n de tr¨¢fico y m¨¢s contaminaci¨®n".
A?ade que la movilidad de la ciudad no mejorar¨¢. "Desde el punto de vista de la ingenier¨ªa del tr¨¢fico, es un embudo de flujos que produce efectos de interferencia en todas sus salidas".
Este arquitecto reivindica en las ciudades m¨¢s espacios para los peatones, que en su opini¨®n est¨¢n siendo cada vez m¨¢s relegados por la supremac¨ªa del autom¨®vil. "Los espacios peatonales que se consiguen resultan ser explanadas artificiales sobre las que no se han planificado sistemas de transporte alternativos, que podr¨ªan ser mucho m¨¢s favorables a la movilidad peatonal o mixta, como son el tranv¨ªa u otros", dice.
"La M-30 supone una asignaci¨®n de recursos claramente despilfarradora, porque asigna presupuestos cuantiosos a operaciones de rentabilidad social y urbana muy baja en relaci¨®n con el monto total de la inversi¨®n", indica Hern¨¢ndez Pezzi. "Por tanto, es insolidaria y produce desigualdad, en lugar de desarrollo sostenible".
Frente a las opciones de otras ciudades, Madrid, en opini¨®n del experto, ha elegido un modelo que dista mucho de la modernidad. "La M-30 supone la confirmaci¨®n de un modelo obsoleto de separaci¨®n de flujos circulatorios, prima al autom¨®vil, al hormig¨®n y a las infraestructuras irreversibles sobre los sistemas urbanos", subraya.
La apuesta de la sostenibilidad en la M-30 se ha perdido tambi¨¦n en este proyecto. "La M-30 rompe la balanza y el equilibrio entre unas zonas y otras de Madrid. Podr¨ªa haberse acometido con criterios urban¨ªsticos y ambientales completamente diferentes, mucho m¨¢s modernos e innovadores", concluye.
ALFONSO SANZ "No quedar¨¢n recursos para acometer otras reformas"
Ge¨®grafo, matem¨¢tico y t¨¦cnico urbanista, Alfonso Sanz ha trabajado en la planificaci¨®n urban¨ªstica y circulatoria de una quincena de ciudades y ha realizado estudios para la mejora de los modos de transporte no motorizados (peatones y bicicletas) y colectivos (autobuses y ferrocarriles).
"La ampliaci¨®n de la capacidad de la M-30 es una medida contradictoria con el prop¨®sito de cambiar la movilidad de Madrid en direcci¨®n a la sostenibilidad", explica. El experto pinta un panorama oscuro tras la finalizaci¨®n de la obra. "Cuando est¨¦ acabada ofrecer¨¢ un mayor atractivo para el uso del autom¨®vil en la ciudad".
Alfonso Sanz demuestra inter¨¦s por la reforma de la parte del r¨ªo. Es a esa zona a la que concede un margen de esperanza. Pero agrega: "Al margen del debate sobre el tramo del r¨ªo, ?qu¨¦ va a pasar con el incremento del tr¨¢fico y sus impactos en 26 de los 32 kil¨®metros de la autov¨ªa?".
Sanz augura, adem¨¢s, que esta gran infraestructura mermar¨¢ las posibilidades de mejora de la vida en la ciudad. "En muchos a?os no habr¨¢ recursos para acometer las reformas que el resto de los tramos requieren para reducir el ruido, la contaminaci¨®n y convertirla en una v¨ªa m¨¢s urbana, mejor adaptada a las necesidades de los barrios, el transporte p¨²blico, la bicicleta o los peatones", afirma.
ALFONSO VEGARA "Deber¨ªa ser un ecobulevar"
"Las ciudades que son pioneras en transformaciones de este tipo est¨¢n huyendo de proyectos como el de la remodelaci¨®n de la M-30, que fomenta el gigantismo", cuenta Alfonso Vegara, presidente de la Asociaci¨®n Mundial de Urbanistas. ?l y su equipo de trabajo creen que la M-30 deber¨ªa haber cambiado totalmente su imagen. "Deber¨ªa de haber sido un bulevar, un ecobulevar. Por ah¨ª es por donde van otras ciudades que se est¨¢n enfrentando a reformas parecidas, como Filadelfia y Toronto, que tambi¨¦n est¨¢n realizando obras en sus v¨ªas de circunvalaci¨®n".
Vegara considera que la M-30 deber¨ªa incorporar a este ecobulevar el tranv¨ªa. "Hay que recuperar este tipo de transporte, pero no s¨®lo el que va en superficie, sino tambi¨¦n el elevado. El tranv¨ªa es un sistema de transporte sostenible y que aliviar¨ªa el problema del tr¨¢fico", afirma, y se muestra pesimista sobre la circulaci¨®n en la ciudad: "El problema de tr¨¢fico no tiene soluci¨®n. La reforma de la M-30 va a traer m¨¢s coches a la ciudad y el colapso ser¨¢ mayor".
El urbanista tambi¨¦n cree que meter coches en t¨²neles es "algo muy anticuado". "Los t¨²neles deben ser para el transporte p¨²blico. Los coches tienen que estar en superficie", sostiene.
Vegara concluye: "La M-30 era una buena oportunidad para transformar la ciudad y se ha perdido. El proyecto por el que ha optado el Ayuntamiento no es el adecuado y est¨¢ desfasado".
ALFREDO VILLANUEVA "Ha faltado reflexi¨®n urban¨ªstica"
Alfredo Villanueva, arquitecto y urbanista, ha participado con el estudio Auia en el dise?o de nuevos planes para ciudades espa?olas. ?l, junto con otros arquitectos, ha realizado un detallado informe sobre la M-30, a petici¨®n de Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, que entreg¨® al Ayuntamiento. En ¨¦l se dice, entre otras cosas, que "esta actuaci¨®n urbana adolece de un gran problema de origen y por ello esta abocada a ser tremendamente conflictiva mucho tiempo".
"Si el diagn¨®stico al que hab¨ªa llegado el Ayuntamiento era el de la necesidad de mejorar la fluidez del tr¨¢fico que actualmente soporta, reducir su siniestralidad, aminorar la contaminaci¨®n y recuperar los m¨¢rgenes del r¨ªo, el proyecto que se est¨¢ llevando a efecto no garantiza estos objetivos a largo plazo, como podremos ir comprobando", explica.
"?ste es un proyecto de ingenier¨ªa puro y duro y, adem¨¢s, enormemente costoso en comparaci¨®n con la calidad urbana que pretende aportar", se?ala el experto. "Deber¨ªa haber estado avalado por un planteamiento urban¨ªstico previo (un plan especial, seg¨²n establece la legislaci¨®n vigente), inexistente en este caso, donde se hubieran podido analizar todas las implicaciones que conlleva y posibilitar un debate en torno a otras posibles alternativas menos agresivas que la que se est¨¢ llevando a efecto y donde se hubieran podido sopesar rigurosamente su coste/beneficio social".
Villanueva sostiene que en esta ocasi¨®n al Ayuntamiento le ha faltado un estudio previo: "Ha faltado reflexi¨®n urban¨ªstica previa y madurez en las instancias p¨²blicas para afrontar esta reforma desde una perspectiva de consenso. No se han querido atender las advertencias que desde distintas instancias profesionales se han hecho, como es el caso del Colegio de Arquitectos, de que era necesario primero debatir el alcance urban¨ªstico de esta reforma antes de producir los proyectos concretos y las obras".
Y a?ade: "Cada vez es m¨¢s patente la necesidad de explicitar de manera clara y comprensible a la ciudadan¨ªa los grandes cambios que se quieran introducir en la ciudad, que, por otra parte, se realizan con el aporte econ¨®mico de sus impuestos, en este caso de 5.000 millones de euros a m¨¢s de 30 a?os. La ciudad es actualmente un organismo f¨ªsico y social vivo, cuya modificaci¨®n y cambio requiere un consenso social y un apoyo ciudadano consciente, que en este caso no se ha producido. Ha sobrado eficacia mal entendida y falta de sensibilidad y mesura en unas decisiones que supondr¨¢n una fuerte hipoteca en el futuro".
JUAN L?PEZ DE URALDE "Se colapsar¨¢ la ciudad y la calidad de vida"
"La legislaci¨®n ambiental se hizo para cumplirla", denuncia Juan L¨®pez de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace, cuando reflexiona sobre la M-30. "Pero en Madrid empieza a ser habitual que cuando ¨¦sta puede impedir, o limitar, un macroproyecto de infraestructura simplemente se elude ese molesto tr¨¢mite. Comenz¨® el Ayuntamiento con el proyecto de remodelaci¨®n de la M-30, y en pocos meses le sigue la Comunidad con la M-501. ?D¨®nde termina esta carrera? ?Cu¨¢les son sus consecuencias? Para el entorno malas, y para el ciudadano, a¨²n peores", afirma.
Uralde cree que a Madrid le falta compromiso medioambiental. "Mientras las grandes capitales europeas hacen ambiciosas apuestas con compromisos concretos, que van mucho m¨¢s all¨¢ del Protocolo de Kioto, por la reducci¨®n de las emisiones de gases contaminantes, en Madrid seguimos atascados en proyectos como el de la M-30 cuyo ¨²nico objetivo es facilitar el tr¨¢fico del veh¨ªculo privado colapsando cada d¨ªa un poco m¨¢s la ciudad y nuestra calidad de vida".
Como oportunidad perdida Uralde se refiere a la candidatura ol¨ªmpica y a los compromisos que promovi¨® en materia de medio ambiente. Greenpeace apoy¨® estas iniciativas. "Hace s¨®lo unos meses, en la carrera por conseguir los Juegos, Ruiz-Gallard¨®n se comprometi¨® p¨²blicamente a impulsar de una vez medidas para hacer un Madrid m¨¢s sostenible. Algunos cre¨ªmos que por fin el medio ambiente iba a ser tomado en serio en la ciudad de Madrid. Ahora nos preguntamos: se?or alcalde, ?qu¨¦ pas¨® con aquellas promesas?".
JOS? MAR?A EZQUIAGA "La reforma era necesaria"
El proyecto de la M-30 tiene para Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, arquitecto y ganador de la primera fase del concurso del r¨ªo convocado por el Ayuntamiento, ventajas y desventajas. "En la zona este se crear¨¢ un verdadero problema de tr¨¢fico que s¨®lo se solucionar¨¢ restringiendo el acceso de coches. En cambio, la reforma de la parte sur permitir¨¢ recuperar el r¨ªo para la ciudad".
El experto cree que la obra supone una inversi¨®n "excesiva" y que hay otros proyectos como la cirug¨ªa del centro (reforma del casco hist¨®rico), la Operaci¨®n Campamento o la Operaci¨®n Chamart¨ªn que no deben caer en el olvido por la M-30.
"La idea de un anillo que solucionara los problemas de la mala conexi¨®n transversal de Madrid tiene m¨¢s de 60 a?os, pero la construcci¨®n real de la M-30 adolece de una malformaci¨®n cong¨¦nita: fue tard¨ªa, fragmentaria y claramente equivocada, al dise?ar una autopista urbana en lo que ya no era el l¨ªmite de la ciudad, sino un espacio interior al urbano", dice el arquitecto. "En el ¨¢mbito del r¨ªo el desacierto se convirti¨® en autentico desastre: dilapidando el paisaje fluvial para levantar una brecha infranqueable entre el centro y la periferia sur. Era pues necesario intervenir sobre la M-30 para corregir errores hist¨®ricos como est¨¢n haciendo ciudades como Boston, Par¨ªs o Barcelona".
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