Un instituto de El Puerto realiza actividades para recuperar a los alumnos que tiene que expulsar

Jaime (nombre ficticio) se ha enfrentado al director de su instituto. Se ha encarado con los profesores. Ha faltado el respeto a algunas de sus compa?eras de clase. Tiene 12 a?os y estudia 1? de ESO. Por un c¨²mulo de faltas ha sido expulsado del centro 15 d¨ªas. Pero en su colegio, el Instituto Jos¨¦ Luis Tejada de El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), las expulsiones son, desde este curso, diferentes. Puntualmente acude a las 09.00 a un centro social, donde realiza las tareas encomendadas, que simultanea con un refuerzo escolar, actividades de apoyo y la compa?¨ªa de monitores que le animan a seguir estudiando.

Jaime es, de momento, el ¨²nico expulsado en este instituto en lo que va de curso pero su director, Juan Antonio Villarreal, teme que no sea el ¨²ltimo. Est¨¢n tan preocupados por las faltas que han hecho un ranking con las m¨¢s comunes. No es una mera estad¨ªstica. Es un trabajo para tratar de erradicarlas. "La expulsi¨®n es la ¨²ltima medida que se debe tomar y no es eficaz porque el estudiante se queda sin clase y no le vale de nada".

De esta preocupaci¨®n, compartida por la Asociaci¨®n Andad de El Puerto, surgi¨® la idea de promover una expulsi¨®n provechosa. En la sede de esta organizaci¨®n, y gracias al programa Nexo Joven, acuden los alumnos expulsados para conseguir que ese tiempo sirva para algo.

La monitora que se ocupa de Jaime, Silvia Guerrero, recuerda que el chico lleg¨® sin saber dividir, a pesar de que ten¨ªa que hacer ra¨ªces cuadradas. "Aqu¨ª se porta bien, nos respeta y est¨¢ haciendo un buen trabajo. No se trata de premiar a los expulsados sino de contribuir a que aprovechen ese tiempo". La experiencia pionera pretende extenderse a m¨¢s centros. Que se pueda continuar o no depende de si el Ayuntamiento portuense aprueba una subvenci¨®n.