?Este pollo no tendr¨¢ gripe?

Como todas las ma?anas, Salvador G¨®mez sirve pollos a un bar de Deltebre. Hoy, un cliente le espeta: "?Este pollo no tendr¨¢ gripe?". El comentario es jocoso, pero Salvador sabe que, en el fondo, todo el mundo desconf¨ªa: "?Qui¨¦n se atreve a comer aves con todo lo que se dice por ah¨ª?", lamenta. Hace dos a?os, impuls¨® la cr¨ªa y recuperaci¨®n de aves aut¨®ctonas en el complejo rural que regenta. Deltebre est¨¢ afectado, junto a otros ocho municipios de las comarcas del Ebro (Tortosa, Roquetes, L'Ampolla, Camarles, L'Aldea, Amposta, Sant Carles de la R¨¤pita y Sant Jaume d'Enveja), por la prohibici¨®n de criar aves al aire libre en un radio de 10 kil¨®metros desde el parque natural del delta del Ebro como medida de prevenci¨®n de la gripe aviar. Fuentes del Departamento de Agricultura, Ganader¨ªa y Pesca (DARP) afirman que en esta zona de influencia hay 161 explotaciones con 4,9 millones de aves, sobre todo pollos (2,6 millones) y gallinas (dos millones), aunque tambi¨¦n hay pavos (241.000) y patos (6.550). Pese a estos datos, en el DARP apuntan que es "muy com¨²n" en el territorio la cr¨ªa de aves para el consumo dom¨¦stico en los patios de las casas, un h¨¢bito m¨¢s dif¨ªcil de controlar.

El 90% de los ¨¢nades de Catalu?a recalan en invierno en el parque del Delta

"?Qui¨¦n se atreve a comer aves con todo lo que se dice por ah¨ª?", dice un criador

Del total de granjas incluidas en la zona de riesgo, s¨®lo se han descubierto dos de patos que tendr¨¢n que adaptar sus instalaciones. Una es la granja Luisiana, de Deltebre, donde se han tenido que realizar reformas de urgencia, con la consecuente inversi¨®n. Ana Gim¨¦nez, copropietaria de la explotaci¨®n, explica que la semana pasada acabaron de encerrar en los corrales a sus 3.000 patos, que antes "corr¨ªan libremente por los campos de arroz". Adem¨¢s, est¨¢n instalando redes para evitar el contacto de los ¨¢nades con las aves salvajes. "Hay aut¨¦ntica psicosis ante una posible pandemia", reconoce Gim¨¦nez. De la misma opini¨®n es Salvador G¨®mez, que vio en las aves una fuente de ingresos alternativa al arroz y al turismo rural y ahora ve como "todo se va al traste". Tiene entre 400 y 500 aves que viven en las lagunas y se alimentan del arroz, pero ahora explica que se deshar¨¢ de todas las que pueda: "Esta semana mataremos a todas las que podamos y las venderemos para el consumo y, el resto, las encerraremos". Tambi¨¦n el gerente de la granja El Pilar de L'Aldea, Josep Ramon Centells, se muestra preocupado por el futuro del sector, al ser "productos que se venden al d¨ªa y que, si no tienen salida en el mercado, se tienen que tirar".

Con una superficie total de 7.802 hect¨¢reas, el parque natural del delta del Ebro constituye el h¨¢bitat acu¨¢tico m¨¢s importante del Mediterr¨¢neo occidental, despu¨¦s de la Camarga (Parque Regional Franc¨¦s), y el segundo de Espa?a, despu¨¦s del parque nacional de Do?ana.

En oto?o, decenas de miles de aves marinas inician un largo periplo desde el centro y el este de Europa hasta las c¨¢lidas tierras del sur. Durante los meses de octubre y noviembre, cuando el arroz ya ha sido cosechado, los campos quedan todav¨ªa encharcados y son colonizados por infinidad de aves acu¨¢ticas que pasan en migraci¨®n o inician su invernada. Se calcula que m¨¢s del 90% de los ¨¢nades de Catalu?a en invierno y aproximadamente el 10% de los invernantes en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica recalan en este espacio protegido.

Desde hace a?os, la Uni¨®n Europea obliga a sus Estados miembros a establecer un programa de vigilancia, que el Ministerio de Medio Ambiente espa?ol encarga a los gobiernos aut¨®nomos. En Catalu?a, el programa establece que se tomen muestras, al menos, a 244 animales, en el 70% de los casos aves acu¨¢ticas, especialmente patos, aunque tambi¨¦n se deben analizar otras especies migratorias, como flamencos, cig¨¹e?as o gaviotas. Esta temporada, las precauciones se han extremado como consecuencia de la gripe aviar. El objetivo: detectar cuanto antes su presencia en animales salvajes y evitar la posible propagaci¨®n de la pandemia entre los humanos. Natalia Maj¨®, investigadora del Centro de Investigaci¨®n Animal (Cresa) y profesora del departamento de Sanidad y Anatom¨ªa Animal de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, explica que las aves acu¨¢ticas constituyen un peligro potencial muy importante porque "pueden ser portadoras del virus de forma subcl¨ªnica; es decir, que no muestran sintomatolog¨ªa ni sufren la enfermedad, por lo que pueden migrar e infectar". Hasta hace pocos meses, los expertos consideraban que este tipo de animales no pod¨ªan desarrollar el virus H5N1, la gripe aviar, que desde 2003 afecta a millones de pollos asi¨¢ticos y se ha propagado en los humanos causando 60 v¨ªctimas. Sin embargo, el pasado verano murieron miles de aves acu¨¢ticas en Rusia y China como consecuencia del virus, lo que abre nuevas v¨ªas de investigaci¨®n, apunta Maj¨®.

Desde finales de primavera, se han tomado muestras de 77 patos del parque natural del delta del Ebro. Por el momento, en todas las pruebas realizadas (dos por animal) el resultado ha sido negativo. El muestreo sigue siempre igual procedimiento. Los t¨¦cnicos del parque recogen a patos salvajes que han resultado heridos por la acci¨®n de cazadores o acuden al centro de recuperaci¨®n de fauna de Canal Vell. Hasta la fecha no se han podido capturar animales sanos, aunque desde hace unas semanas se ha instalado una caseta con ma¨ªz y semillas de sorgo, un apetitoso manjar para los patos salvajes. Se trata de una inocente trampa que puede prevenir males mayores: "Cuando se acerquen a comer ya no podr¨¢n salir y ser¨¢ posible obtener las muestras", explica Francesc Vidal, t¨¦cnico del ¨¢rea de protecci¨®n del parque. Las muestras se congelan durante un m¨¢ximo de dos d¨ªas e inician un largo recorrido. Primero, son enviadas al hospital Verge de la Cinta de Tortosa, donde se dispone de los equipamientos necesarios para congelarlas a 80 grados bajo cero durante alrededor de una semana. Pasado ese tiempo, un mensajero las transporta hasta el Cresa de la Unniversidad Aut¨®noma de Barcelona, dependiente del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat. All¨ª, los investigadores realizan unos complejos an¨¢lisis para certificar que los animales no hayan contra¨ªdo el virus.

Antes de que finalice el a?o est¨¢ previsto examinar a 200 ¨¢nades m¨¢s, mayoritariamente del humedal del Ebro.